C20 20
PYKE
El abrigo que le ofrecí apenas le sirve a su pequeño cuerpo. Sigue temblando. Me duele hasta el alma tener que contenerme para no abrazarla y calentarla con mi cuerpo. Pero debo parar, es por su bien.
La deseo tanto que me marea. Me encantaría arrinconarla contra la pared de este ascensor de cristal si tuviera la oportunidad de sentir su cuerpo junto al mío una vez más