C48 Capítulo 47
Teo entra por la puerta de su habitación y la cierra detrás de él, me entrega una taza de café, me doy un sorbo y este café esta amargo. No me gusta, pero supongo que me ayudara con esta resaca de los mil demonios.
Llevo la taza a mi boca y tomo un sorbo más, siento una mirada sobre mí y alzo la mía, observo a Teo sentado en un sillón que tiene en la esquina de su cuarto