Romance en Horizon/C1 Prólogo
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C1 Prólogo

El amor es el sentimiento sublime que permite a la humanidad reconocerse como seres vivos y reconocer también su naturaleza que necesita compañía y vivencias de la realidad para que de esta manera sean eternos, al menos entre ese cariño y deseo que se tiene con otra persona. La eternidad puede ser el paraíso, pero se ha visto, o como han vivido los demás, incluso los besos son eternos, porque quedan en la memoria de los amantes, y estos amantes les cuentan a otros sus amores, y de esa manera se reproduce la eternidad. Por lo tanto, el amor siempre es eterno, aun cuando los cuerpos dejen de existir, la magia del amor siempre perdurará ante todo cataclismo, los enamorados, es decir, los verdaderos enamorados viven el amor con tanta intensidad como si el mundo estuviera a punto de acabarse, esa manifestación de cariño y respeto solo se vive cuando los individuos reconocen la dignidad de la persona amada.

Existen muchas formas de amar, pero la más importante es cuando se deja en libertad al ser amado para que decida lo que quiere hacer con su vida, a veces las decisiones son correspondidas, otras veces lo mejor es continuar haciendo cada quien lo que más quiere. En el mundo miles de personas se enamoran, algunos se decepcionan por el fracaso, pero otros viven con mayor intensidad la luminosidad del amor, y es que como dice Ortega & Gasset, amar es amar lo que el otro ama. De tal forma que el verdadero enamorado busca como ser feliz con la persona amada, aun con todos sus defectos y virtudes. Es posible llegar a esa plenitud, se necesita trabajo y paciencia, porque no se puede amar de un día para otro. Conocer a alguien y sentirse atraído por su belleza apenas es una fase del enamoramiento. Cuando las palabras surgen cuando los sentimientos se encuentran, y cuando hay proyectos comunes, es ahí donde el culmen del amor se manifiesta de gran manera.

De cualquier forma, la humanidad vive enamorada, ya sea de uno mismo o de un amor platónico. Lo único por lo que vale lucha es por el amor, entregarse por completo al romance y a la locura de querer a alguien como nunca se ha querido, al menos vivirlo y morir diciendo que se amó con toda las fuerzas que puede tener un humano. En todas las épocas de la humanidad han existido amores imposibles, amores cruentos, amores verdaderos, pero eso no importa, porque se sabe que siempre el amor perdurará en la conciencia de los amados y de las personas que con testimonio pueden decir acerca de los amados. Más allá de lograr proyectos personales, el amor es primordial, al menos el amor por uno mismo, porque si uno no se ama no puede dar lo que no tiene, en definitiva esto sería un deseo o un capricho para aplacar el aburrimiento.

Se debe amar con todas las fuerzas, con la mente y con el corazón. De lo contrario uno se vuelve insensible a las cosas más sencillas, y estas cosas sencillas como tomar café con alguien y compartir bellos momentos hacen un maravilloso día para cualquiera. No solo se trata de elogios y piropos, también de sonrisas y de alegrarse la vida en común. Vivir lleno de amor es la máxima plenitud de cada ser humano, ni siquiera se trata de la búsqueda de la verdad, aunque también se necesita mucho amor y dedicación para eso, pero lo importante es que los amados se sientan vivos cuando el corazón les palpita con rapidez al ver a la persona que más aman. Y más cuando se sabe que esta persona les corresponde. Este es el caso de los personajes en esta historia de romances y amores, de luchas y enfrentamientos que conduce a una sola razón: el amor a la vida y el amor romántico que llena los corazones para liberar toda esa naturaleza oculta y salvaje.

Las sublimes ideas nacen del amor, esas ideas que hace pensar al hombre como un ser racional, objetivo y coherente, aunque a veces también un poco disparatado, pero ese amor debe ser de esa manera, entender y comprender las razones y los conceptos principales de la vida para manejarse bien sin ningún tropiezo. Sin embargo es inevitable que la razón se vuelva un despojo inútil cuando de enamorarse se trata. Porque la mente dice una cosa pero el corazón otra, y ahí se forma una lucha que batalla cada día averiguar cuáles son las mejores opciones ante el romance edulcorado y exacerbado que nade en las jóvenes parejas que apenas llevan algunos años de vida y piensan que pueden comerse el mundo con tantas emociones y sentimientos provocados por las hormonas.

Sin importar tanto la razón objetiva y crítica, siempre van a existir personas enamoradas de otras, tanto por su físico o su personalidad, algunos carecen del todo de empatía, y es que esta empatía es necesaria para comprender a la otra persona, en todo caso a la persona amada. Un ser egoísta, no en el sentido que se preocupe por su cosas, sino un ser que solo piense en dominar y poseer a otro para su bienestar, estaría cayendo en un mal camino de destrucción personal. Porque no solo puede herir al otro sino a él mismo, y cada día empeora a tal punto de convertirse en un ser despiadado. Por eso, los caminos del amor deben ser puros y dedicados a exaltar la humanidad de la persona amada. Desear que esta persona sea libre con sus pensamientos, aceptarlos y tolerarlos.

Tantas teorías acerca del amor desde Platón hasta Freud, pero todas son meras palabrerías, lo mejor es experimentarlo en carne propia, vivir como si fuera el último día, amar como si no se pudiera amar aún más. La historia a continuación trata sobre esos amores y de esas luchas humanas que se manifiestan en todas las épocas, historias de dolor y paciencia, historias de besos y abrazos, también de encuentros íntimos que conllevan a la pasión más poderosa de los humanos.

Se ha leído en los libros de romance en especial de la época decimonónica que los amores solo existe para los adinerados, pero eso no es del todo verdad, porque el amor también surge en las paupérrimas vidas de los sujetos que apenas sobreviven con un mendrugo. Y es ahí donde el amor se manifiesta con mayor potencia, y no solo el amor de pareja, sino el amor de hijo y de padre que trabaja sol a sol para llevar los alimentos al hogar. También está el amor a la patria, a la defensa de la nación, como cuando un soldado lucha para exaltar su país. Todos estos amores nacen del espíritu humano que ha evolucionado a una conciencia superior a cualquier ser vivo en este planeta.

El amor sostiene el mundo, el amor a los descubrimientos científicos y a la filosofía, que en definitiva va más allá de los datos recogidos por la ciencia, además, la ciencia puede explicar qué sucede en nuestro cerebro cuando se está enamorado, pero la filosofía explica que estos amores son producto del deseo de conocer la verdad y no solo la verdad epistemológica sino la verdad y la naturaleza de los otros. Siempre el humano va en busca de lo desconocido para aplacar su ignorancia y temor, y en esa búsqueda algunos encuentran el amor de su vida, ya sea una pareja o una mascota. Pero el amor es eso, sostener la mirada y maravillarse por la creación majestuosa de la vida. Uno no debería temer ante la decepción amorosa, aun cuando piense que el amor de su vida no le corresponde, al menos esas memorias lo mantienen a uno vivo, tal vez más vivo que muchos, porque esos recuerdos perduran en la mente y en el corazón y se encienden en los sueños cuando se duerme o incluso cuando se está despierto.

Los amores deben ser cosechados y regados para obtener frutos, a diferencia de muchos que no le presta atención a estas cosas, siempre tienden a fracasar porque se concentran en el deseo satisfecho, en el deseo carnal, y lo mejor sería hacer crecer el amor hasta que sobrepase los límites y morir de amor. Esto de morir de amor es más importante que cualquier cosa, amar a los hijos, amar a los parientes, amar la ciudad misma que los ve nacer, uno debe amar con todo su ser, debe despertar ese universo que habita en su cuerpo, ese polvo cósmico que está en el interior de todos los seres humanos, esa energía que crea la materia y embellece con colores el mundo fantástico que rodea a todos los seres vivos.

No se debe silenciar el amor, tampoco censurarlo, hay que dejarlo salir y volar hasta al cielo para brindar con los ángeles y declarar que el amor es puro y sincero. Solo se puede lograr este amor cuando realmente se ha buscado así mismo, como dijo Sócrates, ese amor es superior a cualquier romance, pero también el amor romántico es importante, incluso saludable.

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