C7 Mascota sexual de papá 7

"Papá, te amo de verdad. No sé cómo explicarlo, pero siento algo muy profundo por ti. Entiendo que lo que estoy diciendo suena una locura y es inaceptable," dijo ella, incapaz de sostenerle la mirada y bajando los ojos hacia su pecho, "pero no es solo lujuria pasajera o atracción sexual común. De camino a casa, me asustó tanto lo que sentía que por eso lloraba. Desde que te vi ayer, acariciándote y diciendo mi nombre, no he podido sacármelo de la cabeza. Sé que quizás sientas atracción sexual hacia mí," se armó de valor y volvió a mirarlo a los ojos para continuar, "pero no sé si me quieres emocionalmente o si solo es deseo. Sé que está mal, pero mi cuerpo te anhela con una necesidad que no puedo controlar. No sé si podré ser feliz hasta sentirte dentro de mí. Antes de que me juzgues, necesito que sepas que no es solo lujuria. No es deseo superficial, sino algo mucho más profundo. No quiero que te moleste saber que te deseo más allá de un padre. Quiero que seas mi amante..." Sandra no pudo terminar de hablar cuando él la interrumpió.

"¡Basta!" Sandra pensó que él la rechazaría y nunca más la miraría al decir eso.

"Sandra, ¿eres consciente de que soy tu padrastro? No entiendo cómo has podido decir todo esto. Que me masturbe pensando en ti no significa que te desee. Lo hacía viendo porno, no contigo." Se tomó un par de minutos antes de continuar.

"¿Cómo puedes espiarme? ¿A tu propio padrastro? Debo decirte que estoy enfadado y me esfuerzo por calmarme. Intento tratarte con la mayor delicadeza posible. Pero, ¿qué diablos estás pensando?" Dijo, intentando hacerle ver que sus pensamientos eran completamente erróneos.

Sandra notó que su dulce padrastro se endurecía en su trato, pero aún así, había algo reconfortante y amoroso en su tono enfadado.

"Te quiero como un padre ama a su hija. ¿Cómo pudiste siquiera imaginar otra cosa?"

"¿Y por qué no?", replicó ella. "Me amas de una manera que va más allá del amor de un padre. No tienes por qué ocultarlo. Hace un momento compartimos un beso apasionado. Te besé, papá, y tú correspondiste. Ahora mismo estás excitado por mí. Siento cómo tu erección presiona contra mí. Sé que tienes miedo porque soy tu hijastra. Dices que está mal, pero eso no importa. Lo que importa es nuestra felicidad. Tú me deseas y yo te deseo a ti, eso es lo que cuenta. Quién sabe, quizás estamos destinados a estar juntos."

"Sandra, tienes que entender que soy humano. Estoy excitado porque estás encima de mí. Tengo sangre en las venas."

"Entonces, ¿por qué correspondiste a mi beso? ¿Por qué no me detuviste? ¿Por qué no me apartaste? Disfrutaste del beso, eso es innegable. Prometo que no le diré nada a mamá. Te quiero para mí. Quiero ser tu consentida. Quiero que seas solo mío. Olvídate de mamá, yo soy joven y deseable. Quiero ser tu amante, ser toda tuya." Las palabras de Sandra hicieron que la excitación de su padrastro creciera aún más bajo ella. Se estaba encendiendo de deseo.

"Amo a tu madre. No puedo estar contigo. No está bien acostarme con mi esposa y con mi hija. No puedo negar que quise sentirte, pero solo era una fantasía. Jamás pensé en llevármela a la práctica contigo".

"Pero, ¿y si convierto tu fantasía en realidad? Siempre has deseado que esto sucediera, que no se quedara solo en tu imaginación. Solo tienes miedo porque creías que te odiaría si lo hicieras. Ahora puedes ver que el sentimiento es recíproco. Sería muy feliz si te divorciaras de mi madre para estar conmigo. ¿Qué opinas?" Sandra no podía creer lo que acababa de decir. Vio la conmoción en el rostro de su padrastro.

"¿Tanto desprecias a tu madre?", le preguntó.

"No dije que odio a mi madre. Busco mi felicidad y me da igual lo que cueste alcanzar lo que deseo. Si no quieres divorciarte de ella, entonces permíteme ser tu amante en secreto. Tu juguete sexual oculto".

"¡Pero qué demonios! Eres una chica realmente traviesa. Y en este momento, no te daré lo que quieres, sino lo que necesitas. Voy a castigarte como mereces. Debería ser más comprensivo con tus deseos, pero estoy furioso contigo. Eres una niña mala y traviesa".

Sandra pudo ver la ira en sus ojos. Había cometido un error al mencionar a su querida esposa, al sugerirle que se divorciara de su querida esposa. La voz de su padrastro era calmada, pero ella aún podía detectar la ira en su tono. Sin embargo, en lugar de atemorizarla, eso la excitaba aún más.

Ella sabía que estaba poniéndolo en una situación difícil al revelar su pequeño secreto, diciéndole que lo quería solo para ella. No podía evitar provocarlo.

"Hazlo. Castiga a tu hijastra traviesa". Sandra pensó que su voz saldría en un susurro, pero se alegró de que sonara fuerte y segura. Sabía lo que quería y lo que su padrastro deseaba. Era consciente de que él solo intentaba intimidarla.

"¿Cómo dices?"

"Sí, me escuchaste bien, papá. Adelante, azótame. Estoy segura de que es una de tus fantasías más oscuras conmigo. Siempre has querido azotar el trasero de tu pequeña hijastra y esta es tu oportunidad". Su dedo se hundió en su trasero al decir eso. En la mirada de su padrastro, ella no podía ver que se enfurecía. Se suponía que debía estar asustada, pero en realidad, estaba emocionada.