C1 Prólogo

Vanessa Foster

"Tienes razón, debo seguir adelante con mi vida. Pero no puedo, simplemente no puedo... Lo intenté con todas mis fuerzas, pero... Él me destrozó hasta el punto de no tener arreglo", dije entre sollozos infantiles. "Lo amé... lo amé como si no hubiera un mañana... ¿Sabes qué es lo que más duele? La traición, la falta de consideración, la indiferencia hacia la persona a la que juraste amar y con la que prometiste estar... Le entregué mi vida y yo no retiro un regalo, porque en esta vida la honestidad y la integridad valen oro.

Mi palabra... fue mi compromiso, no porque me sienta atada, sino porque lo respeto y lo amo más que a mi propia existencia... Cuando él actuó como si nada tuviera valor lo que le ofrecí, me hirió de una manera que llega al fondo de mi ser". Las lágrimas corrían por mis mejillas sin poder detenerlas, consciente de que esto iba a suceder... sabía que esto ocurriría en el futuro. Todo es culpa mía y este es el castigo que merezco.

El desgarro de mi corazón me dejó vacía por dentro, incapaz de derramar una lágrima más. Por dentro me sentía tan desolada como si un viento helado me atravesara la piel. Aquella última conversación me atormentaba, se mofaba de mí, resonando como un eco persistente. Mi apetito había desaparecido por completo. Me limpié las lágrimas con la mano y dije con determinación:

"Enzo, dos pueden jugar a este juego".