Serendipia/C1 Capítulo 1
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C1 Capítulo 1

El aguacero cubría la ciudad, Gustavo estaba en la casa de su prometida Laura, tomaban café y hablaban sobre su boda mientras esperaban noticias de Martha, cuando Adolfo el papá de Laura los interrumpió.

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Laura, abre la puerta- Gritaba desesperado

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¿Qué sucede papá?- Le preguntó Laura mientras abría

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La mamá de Gustavo ha muerto- Les dijo con la voz cortada

La noticia les había sorprendido, Gustavo solo la tenía a ella, su padre vivía en la otra ciudad, en la capital, ahora se quedaba igual que Laura quien solo tenía a su padre con la diferencia de que él desde hace diez años no sabía nada del suyo.

Esa misma noche entre los tres se encargaron de llevar a cabo el funeral de Martha, no obstante Laura tenía una faz de molestia muy pronunciada sabía que aquel acontecimiento había aplazado sus planes, la boda se iba a celebrar en dos semanas y era claro que ahora Gustavo no pensaría en eso.

Laura era una mujer preciosa, delgada, alta, el cabello rubio le llegaba hasta el pecho, sus ojos café claro y unos labios muy pronunciados hacían de ella toda una belleza griega pero en su actuar era caprichosa como una niña mimada, Adolfo, su padre, la había educado desde que tenía cuatro años pues a esa edad su mamá también había muerto a causa de una lesión cerebral, por tanto siempre cumplía todo lo que ella deseaba para que fuera feliz, sin embargo eso la convirtió en una mujer incapaz de actuar por sí misma y desde que conoció a Gustavo en la universidad y se graduaron como contadores su mundo giraba en torno a él, llevaban ya seis años de relación formal y el momento que tanto había deseado ahora se miraba aplazado por la muerte de Martha, aquello la tenía inquieta, durante el velorio se mostró pensativa y molesta, permaneció en una de las sillas al lado de Gustavo, no se separó de él ni un solo momento, estaba frustrada como llena de ira con el suceso.

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Hay que posponer la boda- Le dijo Gustavo, así de golpe con una voz seca mirando fijamente el suelo.

Laura intentó mantener la calma y aunque no podía ocultar su molestia le respondió muy amorosa.

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Por supuesto, Gus, no pasa nada, yo te entiendo perfectamente; debemos esperar que pase todo esto, no es momento para fiestas, estamos juntos es lo importante y sabes que las decisiones siempre las tomaremos en beneficio de los dos, yo te amo, Gustavo, no olvides eso, sí.

Lo abrazó para consolarle, Gustavo no le respondió nada, él la conocía muy bien, sabía que su madre nunca le había agradado y que por lo único que estaba triste era por el cambio de fecha de la boda.

Esa noche había sido el eslabón de todo. Amaneció y Laura fue a su casa desde temprano para cambiarse y asistir al sepelio. A ella le importaba mucho su imagen, seleccionó un pantalón, un abrigo negro, unos zapatos altos color nude y una blusa del mismo color, ese día no se maquilló los ojos, pues ante Gustavo debía mostrarse serena, afligida y que él percibiera que lo estaba apoyando en ese momento tan difícil.

En el sepelio no se separó de él, le tomó la mano y no le dijo nada, se mostraba ante las amistades como la novia comprensible pero en el fondo tenía una ira terrible, desde adolescente había soñado con casarse, ya llevaba tres meses organizando su boda y sentía que si no se casaba pronto la relación se acabaría. Marcelo, amigo de ambos y abogado de la familia de Gustavo se les acercó un tanto preocupado.

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Lo siento mucho, Gustavo, sé que no hay palabras que te puedan consolar, pero ahora que ya ha pasado lo fuerte necesito que me acompañes a la oficina para valorar el testamento y otros asuntos más personales que me encomendó Martha- Le dijo con un tono de preocupación o asombro.

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Yo te acompaño, nos vamos en mi carro ya mismo- Expresó de golpe Laura manteniendo su postura de mujer comprensible.

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No, Laura – Dijo sin compasión Marcelo, por una vez en la vida, deja que Gustavo haga las cosas solo, esto es personal entre los dos, ya luego él decidirá si te lo hace saber, discúlpame pero en estos momentos lo único que necesita Gustavo es resolver todos los problemas que hayan quedado, entiende no siempre tienes que estar tras él como sombra.

Laura se quedó inmóvil con ganas de llorar, vio a Gustavo a la espera de que le pidiera que lo acompañara, sin embargo él solo la miró y sin decirle nada se subió al carro de Marcelo. Gustavo siempre había sido reservado con sus sentimientos, nunca la había tratado mal pero había momentos en que tanto amor de ella lo asfixiaba y en esta ocasión su compañía no era grata.

Él la quería mucho puesto que había sido ella su gran amor desde muy jóvenes, se habían conocido en la escuela y luego en la universidad a la cual Gustavo había accedido porque su papá había querido que fuese contador, pero a él le apasionaba la fotografía y desde que su padre se había ido de la ciudad él se había dedicado a eso. Laura también era contadora y se dedicaba a velar por los asuntos económicos de su restaurante El Olivo, luchaba cada día para que Gustavo trabajara con ella, no obstante él nunca aceptaba sus propuestas.

Esa mañana Laura se fue de inmediato a la casa de su padre; se había sentido despreciada por Gustavo y eso era fulminante para su estabilidad emocional, se tomó un té y luego de una hora de estar sentada en silencio mirando el teléfono a la espera de una llamada de su novio explotó en llanto.

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¿Papi, por qué Marcelo no quiso que acompañara a Gustavo? Mira esto es algo de suma importancia para él y yo quería acompañarlo, papá, tú sabes algo de eso que Martha dejó, nosotros sabemos que mi futuro esposo era todo para ella, entonces qué de misterio tiene ese testamento, papá, dime algo, es que en serio no puedo creer que no me haya querido llevar.

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A ver, Laura, hija, contrólate, mira nada más cómo te pones por ese tipo, ya te he dicho en muchas ocasiones que ese flaco, bueno para nada no hace más que hacerte sufrir, todo el tiempo andas ahí en cualquier esquina llorando, ya basta, por Dios, no se va a acabar el mundo porque no estés en este momento con él- Le gritó Adolfo ya desesperado

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Pero es que tú no me entiendes, papá, Gus, se va a casar conmigo te guste o no, yo lo amo a él y claro, como voy a ser su esposa me tengo que enterar de todo incluso de esto de saber qué le dejó su mamá pues ahora sus bienes serán míos ¿Si me entiendes? Y eso es lo que me molesta, sabes, porque ahora por culpa de esto mi boda se pospuso y Marcelo, nuestro amigo, papá, me sale con que es muy privado ese asunto, tú debes saber qué es lo que esconde eso, porque tú eras muy amigo de Martha incluso tú estabas con ella en el hospital - Decía Laura muy furiosa

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Es un problema muy complicado, Laura, él te lo dirá si lo considera necesario- Le respondió queriendo calmarla

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Es lo que te digo, papá, todos ustedes me ven como la loca, la que no se puede de enterar nada ahora, pues qué clase de persona son ustedes, tanto misterio por unos papeles, sabes qué, papá, me voy ya mismo donde Marcelo- Dijo mientras tomaba su bolso con furia.

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Ey, Laura, espera, deja en paz a ese hombre aunque sea hoy, siéntate te voy a decir pero por favor, no le digas a Gustavo que te comenté-Le gritó Adolfo para detenerla.

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Ves, qué fácil son las cosas, papito - Le dijo en tono sarcástico y con risa de satisfacción mientras se sentaba rápidamente.

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Pues tú sabes que Martha se separó de Alejandro hace diez años y que ella siempre dijo que eso había sido porque ya no se entendían, pues todo ese cuento de la separación formal y sana fue solo eso un cuento inventado por Martha para no afectar la imagen de su familia perfecta ante nosotros, resulta que Alejandro tenía otra familia allá en la capital y es por eso que todo este tiempo no supimos más de él, por tanto lo último que ella pidió es que Gustavo se vaya para Managua a buscarlo pues la casa que tienen aquí no es de ellos sino que legalmente pertenece a esta otra familia de Alejo así que “tu Gus” debe buscarlo para solucionar ese asunto y no quedarse en la calle pues Martha no tenía nada para dejarle. Ves por qué no quería que supieras por boca de Marcelo porque es claro que te vas a morir si ese hombre se va, queríamos que fuera él mismo quien te explicara- Le dijo Adolfo sabiendo que se desataría una catástrofe.

Laura no respondió nada, estaba impactada por la noticia, ellos eran muy reservados en asuntos familiares y mantener una postura de familia perfecta era como un capricho, pero su estado de asombro era mayor al pensar que Gustavo tendría que viajar y estaría separado de ella por mucho tiempo mientras se solucionaba el problema de la casa lo cual implicaba que la boda no se realizaría pronto.

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