C36 En sus brazos, otra vez
Estaba oscuro y hacía frío en la casa que parecía un castillo. Escondida en una habitación trasera que rara vez utilizaban más que para los invitados, Lana podía oír a Danny marchando por la casa mientras la buscaba. Sus pasos eran pesados y, al arrastrar las palabras, supo que había bebido.
Parecía que cada vez con más frecuencia volvía a casa de sus fiestas de Hollywood con un hacha que afilar