C44 Abogado
Xyrus se recostó en la silla, cruzó las manos detrás de la cabeza y miró al techo, estirando el cuello después de haber estado demasiado tiempo mirando la pantalla del ordenador. Pensó en llamar a Lana, sólo para oír su voz. Echaba de menos verla. Se habían mantenido al día por teléfono, pero no era lo mismo. Quería verla, tocarla. Demonios, quería hacer mucho más que tocarla