C49 ¡Danny déjala en paz!
Lana estaba ocupada en la trastienda, colocando más panecillos dulces en las bandejas que irían a la vitrina de delante. Los lunes siempre tenían mucho trabajo. La mañana había pasado volando. Tina y ella atendían la tienda y las dos habían estado dando saltos como locas. A Lana le rugió el estómago, recordándole que se había perdido la comida