C26 Pequeño secreto
Tara abrió la puerta de un empujón, agotada pero contenta. Había sido un día largo y, después de todas las tiendas y citas, le apetecía relajarse el resto de la tarde. Cargada con las bolsas de la compra, cerró la puerta con la espalda, sin querer despertar al resto de la familia. Entrar a hurtadillas a altas horas de la noche no era un problema para Tara: ya lo había hecho muchas veces