C8 Quedar atrapado 2
Desde el instante en que el teléfono comenzó a sonar, Henry y yo intercambiamos una mirada cargada de tensión.
Sentía el palpitar acelerado de su corazón; estaba aterrorizado. Alzó su móvil y, por su gesto, supe al instante que era Kathleen quien llamaba. Sin dudarlo, le arrebaté el teléfono y colgué la llamada de un tajo, para después silenciar el tono