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Pat se dio cuenta de que Alex parecía estar hipnotizado por su apariencia actual. Eso le hizo recordar la canción "Beh Buti Nga" que su hermana solía mencionar. Quizás debería cantarle a Alex "Beh Bote Nga". Aunque, en realidad, el atractivo joven no la había insultado literalmente. Simplemente había atravesado su corazón y destrozado sus sentimientos. Pero, después de todo, ella también le debía algo a Alex. Gracias a su amor desmoronado por él, se sintió motivada a cambiar. Al principio fue por él, pero luego, decidió mejorar por sí misma. Quería ganar autoestima.

"¡Alex!" llamó Shelly al joven, cuyos ojos parecían estar pegados a Pat.

Sin respuesta. Así que Shelly le dio un codazo. "¡Oye!" insistió la esposa de Jake.

Pat observaba todo con una sonrisa divertida. Ahora entendía cómo se sentía su mejor amiga cuando alguien quedaba embelesado por su belleza. Especialmente ahora que el hombre de sus sueños estaba cautivado por ella. ¿Alex Llamarez hechizado por Patricia Sandoval? ¡Increíble!

"¿Qué pasa?" preguntó Alex, sin apartar la mirada de Pat.

Pat carraspeó con una sonrisa dulce, "Alex, creo que va a empezar el bautizo," dijo con una voz intencionadamente seductora.

Eso sacó a Alex de su trance. Desvió la mirada de Pat y miró hacia Shelly. Vio al sacerdote y a los demás padrinos tomando sus lugares.

Durante todo el bautizo, Alex no dejaba de echarle miradas furtivas a Pat. Los padrinos estaban separados por género.

Se prometió a sí mismo que se aseguraría de acompañar a Pat en la recepción. Estaba desesperado por hablar con ella. Tenía mucho que decirle. Quería disculparse. Pero en el fondo, sabía que simplemente quería estar a su lado.

Pat era consciente de que Alex no paraba de mirarla. Así que, ¿ahora sabía lo que se sentía anhelar a alguien que parecía no notarte? No era tonta. Sabía que la mirada de Alex hacia ella había cambiado.

Es curioso lo que puede hacer la belleza. Ahora ella era la que reflexionaba sobre lo que su mejor amiga solía decir: es difícil ser hermosa. Nunca sabes si te quieren solo por tu apariencia.

Ella está feliz y orgullosa de cómo ha cambiado su vida. Después de todo lo que ha pasado, ¿no es para menos? Si Alex está interesado en ella, pues... como dice mi hermano Kim, "así es la vida". ¡Qué pena por el joven, porque su corazón está hecho pedazos! Que se aguante. Al empezar la sesión de fotos, vio una cara conocida acercándose. Primero iban las madrinas, en total cinco parejas de padrinos y madrinas. Resulta que Alvin también era padrino, el primo de Jake que aunque es guapo, la verdad es que es un poco aburrido para conversar. Muy decente, el típico chico de la casa de al lado, con gafas y aire de inteligente.

Se acercó a ella y la saludó. Pat era la última madrina en hacerse la foto con el bebé Ethan, así que Alvin aprovechó el momento.

Alex lo vio todo desde su asiento, justo al lado del hombre que se había acercado a Pat. Ahora está hablando con ella y a él no le gusta nada lo que ve.

Cuando le tocó el turno a Pat para la foto con Ethan, el hombre la acompañó cerca del altar. Menos mal que no la tocó, porque si no, Alex quizás no hubiera podido contenerse y se habría acercado a ellos.

El tipo parecía muy a gusto hablando con Shelly y Jake. ¿Quién diablos es? se preguntaba Alex. Tuvo que desviar la mirada para calmarse. Se levantó y esperó su turno cerca de la puerta lateral de la iglesia.

Terminada la sesión de fotos, se dirigió hacia Pat, que estaba hablando con el cuñado de Shelly. Por suerte para Alex, el hombre con el que Pat había estado hablando antes ya se había ido.

Cuando Kim vio a Alex, le sonrió. "Alex," lo saludó, "qué alegría verte de nuevo."

Habían creado un vínculo después de que él salvara a Shelly de Marco.

"Hola, Kim. Te ves bien", respondió él con un asentimiento y una sonrisa. Luego miró a Pat, que estaba rebuscando algo en su bolso. Alex frunció el ceño. ¿Estaba Pat evitando intencionadamente mirarlo?

Kim debió percibir que Alex quería hablar con la joven, así que se excusó: "Disculpa, tengo que decirle algo a Shelly. Nos vemos, Alex." Le tocó el brazo a Pat y con un gesto de la mano se despidió de ellos.

"Patricia", la voz profunda de Alex la llamó. Se percató de que ella lucía aún más encantadora de cerca. Su piel era tan tersa. Sus ojos destilaban un atractivo sensual. Verdaderamente se había convertido en una mujer sumamente apetecible.

"¿Sí, Alex?", respondió ella con esa voz ronca característica. Sus labios se curvaron en una sonrisa seductora.

"¡Maldición! ¿Acaso les habla así a todos los hombres que conoce?", se cuestionó Alex internamente. ¡Eso no le agradaba en absoluto!

"Ven conmigo al lugar de la recepción", dijo él con una voz contenida.

"Lo siento, Alex, pero Alvin ya me acompaña", dijo Pat, sin que la sonrisa seductora desapareciera de su hermoso rostro.

Alex se sintió a punto de explotar. "¿Me estás evitando, Patricia?", preguntó con el ceño fruncido.

Una expresión de sorpresa cruzó el rostro de Pat. "¿Por qué haría eso?"

Estaba a punto de responder cuando una voz masculina interrumpió: "¿Vamos, Pat?".

Alex hizo caso omiso de ese sujeto. "Necesito hablar contigo, Patricia", dijo con frialdad.

Pat sabía que Alex estaba molesto. Se había dado cuenta de que intentaba evitarlo. Conocía su temperamento, similar al de Jake, propenso a calentarse rápidamente. No quería que él causara una escena allí en la iglesia.

"Hablemos después, Alex, te lo prometo. Vamos adelante", dijo y trató de pasar junto a él.

Antes de que pudiera dejarlo atrás, Alex la tomó del antebrazo. "Cumple tu palabra o si no...", la amenazó y luego la soltó. Se marchó en dirección opuesta sin siquiera volver a mirarla.

***

El salón de funciones de un hotel de renombre estaba espléndidamente decorado. Había una abundancia de comida. Jake y Shelly estaban ocupados socializando con los invitados. Los padrinos y madrinas se sentaban juntos en una mesa. Pat se ubicó intencionadamente lejos de Alvin y Alex. No quería morir de aburrimiento conversando con Alvin, y tampoco deseaba hablar con Alex. Sentía que ya no tenían nada de qué hablar. Se acomodó al lado de una madrina que había sido modelo junto a Shelly en sus inicios.

Sonja es hermosa y también tiene un aire de vaquera, nada pretenciosa, al igual que Shelly. Y bueno, ya que estamos, incluyamos también a Pat, porque ella es toda una diosa. Todas son bellas y nada afectadas. Sonja tiene rasgos mestizos y, según Pat, acaba de terminar con su novio extranjero. La mujer parece abrirse fácilmente a la gente. Le contó a Pat la causa de su ruptura con su ex la primera vez que se vieron. Fue cuando acompañó a Shelly a uno de sus trabajos desfilando en centros comerciales. A diferencia de Shelly, Sonja tiene un cuerpo típico de modelo: esbelta y con poco busto.

"Pat, ¿por qué ese chico guapo del fondo te está mirando mal desde hace rato?" susurró Sonja.

Estaban sentadas en una mesa larga, con cinco sillas de cada lado. Alex estaba en el lado opuesto, así que tenía una vista clara de Pat, aunque ella no le prestaba atención. Si Sonja no lo hubiera mencionado, Pat no lo habría mirado ni una vez.

Pat contuvo la respiración. Alex tenía un semblante sombrío y la miraba fijamente. Ella notó que estaba bebiendo alcohol y desvió la mirada.

"¿Ustedes se conocen?" preguntó Sonja. "¡Es muy guapo, Pat! ¡Y qué cuerpo!"

Pat tuvo una idea. "¿Quieres conocerlo?" preguntó a Sonja.

La sonrisa de la otra mujer se transformó en una amplia sonrisa cómplice. "¿Tú lo conoces?"

"Algo así," respondió Pat con una sonrisa.

"¡Vamos! ¡Estoy lista! No se debe rechazar a un hombre tan atractivo," dijo Sonja con picardía.

"Está bien, espérame aquí, ¿sí? Voy a hablar con él. Acércate cuando me ponga el pelo detrás de la oreja izquierda. Esa será la señal para que te unas a nosotros, ¿de acuerdo?" Pat le dio instrucciones mientras se preparaba para levantarse. Tenía la sensación de que Alex la seguiría. Pretendería ir a la mesa de buffet a por algo de fruta.

"¡Por supuesto! No les quitaré los ojos de encima. Voy a retocarme un poco el maquillaje. Dame unos 5 minutos," dijo Sonja, levantándose para ir al baño.

Antes de que Pat pudiera acercarse a la mesa del bufé, una mano la agarró del brazo.

"¡Alex!" exclamó ella, fingiendo sorpresa.

Él la llevó un poco alejada de los invitados.

"¿A dónde vamos?" preguntó Pat.

"Vamos a hablar", dijo él con un tono de voz algo irritado.

Pat necesitaba inventar una excusa. No debían alejarse demasiado. Sonja aún debía poder verlos.

"Alex, mejor quedémonos aquí. Shelly podría buscarme en cualquier momento", mintió.

Alex se detuvo y miró a su alrededor. Estaban algo distanciados de los demás, pero aún visibles para los invitados. Era importante que nadie pudiera oírlos.

Suspiró. "Está bien", dijo, mirándola con una expresión que contenía un dejo de reproche.

¡Vaya! ¿Así que él tenía el descaro de sentirse ofendido? ¡Increíble! pensó Pat.

Ella había aprendido a manipular sus expresiones faciales. Sabía qué expresión la hacía lucir más atractiva y conocía sus mejores ángulos. Así que, incluso con una expresión seria, estaba segura de seguir siendo encantadora.

Alex parpadeó y sacudió ligeramente la cabeza, como si intentara aclarar sus pensamientos.

"Patricia, lo siento", dijo de repente con sinceridad.

Pat frunció ligeramente los labios y arrugó la frente. "¿Perdón por qué?" preguntó con una voz que sonaba tierna y dulce.

Alex suspiró y se llevó la mano a la nuca antes de mirar hacia arriba por un segundo y luego fijar su mirada en ella de nuevo. Bajó la mano de su nuca.

"Por todo. Por no despedirme correctamente. Mi mente estaba un desastre en ese entonces. De verdad lo siento", sus ojos imploraban comprensión. "Te debo mucho. Me ayudaste tanto cuando yo era un imbécil. Por favor, perdóname".

Pat hizo todo lo posible por no mostrar ninguna emoción. Aunque se había dicho a sí misma que ya no se dejaría afectar por Alex, enfrentarlo era más difícil de lo que pensaba. Sentía que él era sincero en su petición de perdón.

¿Alex está jugando con ella para conseguir lo que quiere? Es evidente que ahora está interesado en ella. Bueno, cualesquiera que sean sus motivos, no hay problema en que le diga que ya lo ha perdonado. Por supuesto, no le dirá a Alex que eso es todo. Simplemente le dirá que ya no le importa.

Alex no aparta la mirada del rostro de Pat. Espera que Pat le perdone.

"Ya no importa, Alex. Olvidémoslo. Lo pasado, pasado está", dijo Pat.

Estuvo a punto de soltar un suspiro de alivio. Por poco grita un ¡SÍ! Sonrió ampliamente, mostrando sus encantadores hoyuelos.

"¡Tranquila! No te dejes llevar o te arrepentirás", se repitió Pat mentalmente.

Mientras sonreía, Alex mordió su labio inferior y preguntó, "Entonces, ¿estamos bien, eh? ¿Como en los viejos tiempos?"

Pat frunció el ceño. Pensó que Alex haría cualquier cosa para engañarla de nuevo como antes. Pero ella ya no era la misma Pat que caía rendida y se emocionaba con él.

¿De verdad? ¡Ojalá puedas mantener tu palabra! pensó una parte de su mente. Estaba a punto de responderle cuando sonó su teléfono. Lo sacó de su bolso. "Hola", contestó.

Alex piensa en llevar a Pat a casa. Realmente quiere estar a solas con ella. Tienen mucho de qué ponerse al día. Una sonrisa traviesa se dibujó en sus labios sonrosados.

"¿Matt? ¿Ya estás afuera? Vale, espérame", le dijo Pat al interlocutor con una voz seductora.

Cuando Alex escuchó lo que dijo, soltó una maldición en voz baja pero con fuerza. ¿Y quién diablos es Matt? se preguntó enfadado. Estaba realmente molesto. Después de más de un año, apenas se habían reencontrado y en tan solo dos horas o más, ya eran dos hombres los que parecían estar cerca de ella. ¿Y si hubiera más? Con lo hermosa y atractiva que estaba Pat ahora, no sería extraño que así fuera.

¡Maldita sea! Exclamó.

Recordaba cómo antes se molestaba y enfadaba con Jake y con los hombres que parecían interesados en Shelly. Pero ahora, sus sentimientos hacia Pat parecían aún más intensos. ¡Quería pasar más tiempo con ella y siempre había obstáculos!

Antes, le resultaba fácil convencer a Pat para que hiciera lo que él quería, especialmente si involucraba a Shelly. Ella casi no podía negarse. Siente que las cosas deberían seguir igual. Pat debería seguir siendo la misma. Si él quiere hablar con ella y estar con ella, no debería rechazarlo. Él debería ser su prioridad, sobre todo después de tanto tiempo sin verse.

"¿Ya no vas a entrar?" escuchó que Pat le preguntaba al hombre al teléfono, "Está bien." Pat terminó la llamada y lo miró.

La joven pasó su lengua por el borde de sus labios y luego se colocó el cabello detrás de la oreja izquierda antes de decir, "Alex, tengo que irme. Solo voy a despedirme de Shelly y Jake." No lo miraba mientras hablaba.

Los ojos de Alex se oscurecieron al ver lo que Pat hacía con sus labios. Se volvieron aún más besables con ese gesto. Entrecerró los ojos sintiendo una reacción en su cuerpo.

"Todavía es temprano. Y no hemos terminado de hablar," dijo con un tono de voz que denotaba su irritación.

"Está bien, no te preocupes," respondió ella. Su sonrisa seductora apareció de nuevo.

De repente, una mujer habló cerca de ellos.

"¡Pat!" la llamó Sonja con una sonrisa.

Le dio a la modelo una sonrisa cómplice. "¡Hola, Sonja!"

Alex le lanzó una mirada a la mujer y luego volvió su atención a Pat. Realmente no le gustaba cómo Pat lo estaba tratando. Parecía que él no significaba nada para ella.

"Ah... Alex, ella es Sonja, amiga de Shelly. Nuestra comadre. Es modelo," le presentó Pat.

Se dirigió a la otra mujer y simplemente dijo: "Hola", luego volvió su mirada hacia Pat. "Patricia, tengo unas golosinas para ti. Ven conmigo a mi coche."

"Alex, ya no como dulces. Son malos para mi salud. Quizás a Sonja le gusten", dijo Pat con una sonrisa hacia Sonja.

"¡Oh, eso sería genial! ¡Me encantan los dulces!", exclamó la mujer con una amplia sonrisa.

Alex lanzó una mirada fulminante a Pat, pero ella se encogió de hombros y le sonrió dulcemente. "Tengo que irme. Os dejo a ti y a Sonja. Por favor, cuida de nuestra comadre", dijo antes de dar un beso en la mejilla a la modelo.

"¡Que se diviertan, chicos!", les dijo mientras se dirigía hacia donde estaba Shelly, lo que hizo que el rostro de Alex se ensombreciera aún más. Pat había vuelto a superarlo.

"¡Bestie!", llamó Pat a su amiga, que estaba cogiendo comida del buffet.

"¡Pat!", exclamó Shelly sorprendida. "Te vi hace un momento hablando con Alex."

Shelly miró hacia donde los había visto juntos por última vez y notó que ahora Sonja estaba hablando con el joven.

Frunció el ceño. "¿Por qué están juntos Sonja y él?"

"Sonja está interesada en él, así que los presenté", dijo Pat con indiferencia.

"¿Estás segura de lo que estás haciendo? Conozco a Sonja. Es venenosa con los hombres."

Pat se quedó pensativa por un momento, pero se recuperó rápidamente. "Déjalos. Ya me voy, Matt me está esperando afuera", dijo antes de darle un beso en la mejilla a Shelly. "Acompáñame a despedirme de Jake y tus suegros", pidió.

"¿Matt ya no va a entrar?", preguntó la amiga.

"No, ya no. Será para la próxima", respondió Pat.

Shelly suspiró. Sentía que su intento de hacer de cupido había fracasado.

No importa... será para la próxima vez... pensó.

"¡Ángel!" llamó Matt a Pat.

Ella estaba recostada en el coche con los brazos cruzados sobre el pecho. La miró con admiración.

"¡Hola!" saludó Pat con una sonrisa. Con Matt no necesitaba fingir. Se sentía completamente natural y cómoda en su presencia. Así de segura se sentía con su amigo.

Él silbó y luego sonrió ampliamente. "¡Te ves increíblemente sexy, Ángel!"

"¡Gracias, Matt!" respondió ella, dándole una palmada suave en el hombro. "¿Nos vamos?"

"¡Por supuesto, jefa!" contestó él entre risas. Luego, tomó su codo con cuidado y la ayudó a subir al coche.

Alex frunció el ceño al presenciar la escena. No alcanzó a oír de qué hablaban. Estaba demasiado lejos de ellos. Solo pudo ver cómo Pat trataba a ese tal Matt.

"¡Mierda!", exclamó apretando los dientes.

Alex estaba en su condominio, bebiendo desde hace un rato. No estaba borracho, pero sí muy molesto. Parecía que Pat lo estaba ignorando a propósito. Pensó que quizás ella lo estaba castigando ahora que se había convertido en una mujer tan sexy y atractiva. Su día estaba arruinado. Había pensado que pasaría con Pat hasta la noche. Planeaba llevarla a algún lugar después de la recepción del bautizo y pasar tiempo juntos.

Desde que vio a Pat esa tarde, su corazón latía con fuerza. Aunque ya había pasado un tiempo desde que la vio por última vez, tenía la intención de hablar con ella seriamente. Sabía que había hecho cosas en el pasado que no fueron del agrado de ella. Por eso quería redimirse, pero no tuvo oportunidad. ¿Cómo iba a saber que la amiga de Shelly había cambiado tanto su apariencia? Aunque Pat siempre había sido bonita, antes no se arreglaba mucho y estaba más centrada en la comida. Pero incluso antes, le caía bien porque era divertida y agradable estar con ella. Pat solía hacerlo reír con sus bromas, su falta de tacto y su charlatanería. Además, Pat tenía un buen corazón; no era egoísta.

Extraña a la antigua Patricia, pero no puede negar que se siente muy atraído por la nueva versión de ella. ¡Pero, maldición! No es solo su apariencia lo que ha cambiado, ¡también su forma de tratarlo a él, y eso a Alex le molesta mucho! Pero no se va a rendir. Es terco por naturaleza. Está decidido a recuperar la amistad que tenía con Pat... y algo más. Así que decide llamar a Jake.

"¿Alex?" preguntó Jake.

"¿Te interrumpo en mal momento, amigo?"

"No, para nada. ¿Hay algún problema?" preguntó Jake, preocupado.

"Nada grave. En realidad, quería hablar con Shelly, pero pensé que podrías ponerte celoso otra vez, así que te llamé a ti," bromeó Alex, soltando una risita.

Jake también se rió. "Me conoces demasiado bien, amigo. Pero ahora que somos compadres, supongo que ya no me pondré celoso. Aunque mejor que me llames a mí en lugar de a mi esposa," bromeó, y Alex soltó una carcajada.

"Es que no pude hablar bien con Patricia antes. ¿Podrías darme su número?" preguntó Alex.

Hubo un silencio al otro lado de la línea.

"¡Lo sabía!" dijo Jake entre risas.

"¿Qué pasa, amigo?" preguntó Alex, confundido.

"Que cuando volvieras a ver a Pat, te ibas a sorprender. ¿Viste lo hermosa y sexy que está?" lo molestó Jake, lo que hizo sonreír a Alex, aunque no dijo nada.

"Espera, no cuelgues, amigo," dijo Jake, y luego Alex escuchó cómo llamaba a su esposa: "¡Cariño! ¿Cuál es el número de Pat? ¡Alex lo está pidiendo!" Alex oyó a Shelly decir que esperara.

"Amigo, mi esposa solo está buscando su teléfono. Recuerda, si necesitas hablar sobre Pat, llámame, ¿vale?" ofreció Jake.

Quién lo diría... ¡los que antes eran rivales y enemigos mortales ahora son compadres y están dispuestos a ayudarse con Pat! Después de todo, a menudo todo es posible.

"Gracias, amigo," dijo Alex.

"Solo ten paciencia y persevera, amigo. Pat ha cambiado. Hay muchos que la rondan, así que tienes muchos rivales," reveló Jake.

Alex soltó una maldición y Jake se echó a reír.

"Es como si me viera a mí mismo en ti de antes, amigo. ¡Tú puedes!" Jake animó a Alex.