C12
El hombre se hallaba absorto, contemplando el rostro de la mujer con intensidad: era de una belleza abrumadora, superando a todas las mujeres que había conocido hasta entonces.
Poseía una piel inmaculadamente clara y una cabellera larga y ondulada que reposaba sobre su hombro; negra y sedosa.
Sus ojos, delicados y luminosos