C12 Fiasco matutino

***LA VÍSPERA DE LA CEREMONIA DE UNIÓN***

Aquel día, Ava y Ethan salieron a correr por la mañana, una de sus actividades predilectas. Lamentablemente, Ray nunca se sumaba a sus entrenamientos, ya fuera por estar siempre ocupado o, más probablemente, por su pereza disfrazada de excusas. Sin embargo, estas carreras matutinas eran el momento perfecto para que Ava y Ethan conversaran sin las constantes interrupciones de Ray. Esa mañana, Ethan la había despertado para seguir su rutina diaria: se vistieron con sus chándales y tomaron rumbo a la carretera.

Habían corrido aproximadamente un kilómetro y medio desde su casa cuando se detuvieron, luchando por recuperar el aliento. Una vez recobrados, retomaron la marcha y decidieron hacer una carrera. "El último en llegar a la gasolinera es un lobo podrido", provocó Ethan entre risas. Ethan tenía su coche en la gasolinera esperando una reparación, así que, tras la carrera, planeaba llevarlos de vuelta en él.

"¡Ahora verás!" exclamó Ava, aceptando el desafío y dando inicio a la competencia. Ethan llevaba la delantera por poco margen; era evidente que corría más rápido, pero Ava estaba decidida a no dejarle ganar. No iba a ser el "lobo podrido" en esta ocasión. Aumentó su velocidad y estaba a punto de alcanzarlo cuando tropezó con algo en el camino y cayó al suelo, torciéndose el tobillo; el dolor era insoportable.

"¡Aaarrghhh!" gimió, retorciéndose de dolor.

"¿Estás bien, conejita?" preguntó Ethan, preocupado, volviendo enseguida al verla caer. Corrió hacia ella y, con el ceño fruncido, la ayudó a sentarse.

"Permíteme verlo", dijo agachándose para inspeccionar el tobillo lesionado. Ava se estremeció de dolor cuando él presionó suavemente la zona afectada.

Ethan sacudió la cabeza, compadecido por su evidente malestar.

"Esto no pinta bien. Súbete a mi espalda", dijo mientras la ayudaba a levantarse y se inclinaba.

"Te llevaré a la gasolinera y de ahí iremos con la sanadora de la manada a ver si tiene algo para aliviar el dolor. Mañana es tu ceremonia de unión, querida; no podemos permitir que nuestra Luna cojee como un anciano sin bastón en su presentación", comentó con una imitación de expresión senil.

Ava esbozó una sonrisa mientras se subía a su espalda, no sin dificultad. Quizás habría reído de su comentario si no fuera por el dolor que sentía en ese momento.

"Lo siento, conejita", susurró él, intentando reconfortarla.

Ethan la levantó con facilidad y la cargó sobre su espalda, demostrando su gran fuerza, superior a la de Ray. Ava había pensado más de una vez que, si tuviera la oportunidad de elegir al mejor alfa entre Ethan y Ray, sin duda escogería a Ethan. No porque Ray no le gustara, sino porque simplemente no era tan fuerte como Ethan. Eso la hacía cuestionarse por qué el Alfa no podía ser elegido como la Luna y por qué el sucesor debía ser siempre el hijo del Alfa. Amaba a Ray, pero en ocasiones él mostraba demasiada debilidad para ser un Alfa, como cuando se agotaba rápidamente durante sus ejercicios conjuntos y ahora, que incluso se negaba a seguir acompañándolos.

Una vez acomodada en la espalda de Ethan, continuaron su camino hacia la gasolinera. Él la llevaba sin esfuerzo, sujetándola por los muslos mientras seguían conversando. Estaban a unas diez cuadras de la gasolinera cuando de repente Ava captó esa fragancia familiar, ese aroma inconfundible. Giró la cabeza y lo vio desde el costado del cuello de Ethan.

**********

Esto no era nada bueno, pensó Ava. Lucas estaba de pie frente a un Mercedes estacionado al otro lado de la gasolinera, hablando por su móvil. Al verla, su mirada no disimuló su enfado al descubrir que otro hombre la llevaba en brazos. Su aroma era inconfundible y, aunque su rostro estaba parcialmente oculto detrás de Ethan, Lucas sabía que era ella. Guardó el teléfono en el bolsillo y comenzó a avanzar hacia ellos con ira, su semblante era el de un boxeador que entra al ring, caminando hacia su adversario, apretando los puños y listo para desatar su furia. Y para empeorar las cosas, Ethan aún no se había percatado de lo que estaba sucediendo.

"Bájame, Ethan", pidió Ava con suavidad detrás de él, mientras Lucas se acercaba con una mirada asesina.

"¡Pero ya estamos llegando!" Ethan se detuvo y se giró para enfrentar a la rubia que llevaba a cuestas, sin percatarse de que un Alfa enfurecido se dirigía hacia él. "¿Hay algún problema?" preguntó con preocupación.

"¡No, estoy bien, solo bájame ya, Ethan!" Ella elevó la voz.

"¡Está bien, está bien, vaya!" Ethan soltó una exclamación, confundido por su súbito enfado.

La dejó en el suelo justo a tiempo antes de que Lucas llegara a donde estaban ellos dos. Ava se adelantó, colocándose protectoramente frente a su amigo; Lucas tendría que pasar por ella si quería llegar a Ethan. En ese instante, al ver a Lucas, Ethan empezó a entender la situación, pero se guardó sus comentarios para más tarde.

Lucas se plantó frente a Ava, lanzando a Ethan una mirada que destilaba amenaza por detrás de ella, sin articular palabra alguna; su rostro lo decía todo.

"¿Quién es este?" preguntó Lucas con el ceño fruncido hacia Ethan, "¿y por qué te llevaba él?" No tardó en interrogar.

No tenía por qué darle explicaciones, pero aún así, "Es mi mejor amigo, se llama Ethan", respondió ella, haciendo caso omiso de la otra pregunta.

Lucas ignoró la información como si fuera irrelevante y continuó con su interrogatorio.

"Si es tu mejor amigo, entonces no tendrás inconveniente en decirle quién es tu..."

"Ethan, cariño, ¿nos das un momento, por favor?" Ava interrumpió a Lucas rápidamente antes de que pudiera decir algo más. No quería que Ethan supiera quién era Lucas.

"Te espero en el coche", dijo Ethan, devolviendo la mirada desafiante a Lucas. Ava le susurró un "gracias" en voz baja después de que él le lanzara una mirada que claramente decía "esto me lo tienes que explicar", y se dirigió hacia la gasolinera, rumbo a su vehículo.

En ese instante, recordó sus palabras sobre las consecuencias de aquella noche y, si las "repercusiones" tuvieran rostro, sin duda alguna le estaban mirando fijamente en ese momento. Tras la partida de Ethan, se giró para enfrentarse a Lucas.

**********

Tenía ganas de soltar un sermón sobre cómo la había estado buscando durante tres días, las palabras le quemaban en la boca, pero optó por reprimirse; de nada servía lamentarse cuando ya la había encontrado y, con suerte, ella no intentaría escapar de nuevo.

"Disculpa si nuestra primera presentación no fue la adecuada, me llamo Lucas De' Clan y soy el Alfa de la manada del alba."

Así que era un alfa, eso no le sorprendió a Ava. No era común que alguien que no fuera alfa tuviera una presencia tan imponente.

"Mi nombre es Ava Maynard, soy una omega de la manada luz de luna, es un placer conocerte, Lucas."

"El placer es mío", dijo él mientras tomaba la mano derecha de ella y depositaba un beso en el dorso, con una sutileza que no se esperaría de alguien como él.

"Estoy feliz de que la diosa de la Luna me haya bendecido con una Luna tan hermosa", continuó mientras levantaba la vista de su mano.

Ella retiró su mano de la suya. Todo había comenzado bien, ¿por qué tenía que arruinarlo tan pronto? Había temido este momento, pero sabía que era ineludible.

"Lo siento, Lucas, pero me temo que no puedo ser tu Luna."