C142 Regalo de la diosa
***LA MAÑANA SIGUIENTE...
Ava no sabía por qué ese día, pero la espalda y las piernas le dolían como locas, había ido por ahí repartiendo comida a los refugiados y ya no se sentía tan en forma como antes. No sabía por qué, pero siempre tenía ganas de vomitar, ¿habría sido el agua que bebió anoche? ¿Acaso salió a beber agua anoche? Ahora no podía distinguir entre su sueño y la realidad..