C25 La guarida de los monstruos
Zidane miró con desprecio el cuerpo de la mujer latina, apenas estaba viva, quería hacerla pedazos, pero era bastante útil y había inyectado acónito a Scarlett. Sonrió con frialdad y le puso el pie en la cabeza. Un pequeño gemido salió de sus labios y él apretó más fuerte.
"Por lo que lograste hacer... te dejaré vivir un poco más". Dijo. Usándola como un taburete, pasó por encima de ella