C8 Capítulo 8 - La bella bestia

~~~ Allaya ~~~

Ojos azules grandes y pelaje negro azabache, casi hermoso, de no ser por esos colmillos y el hecho de que probablemente esté a segundos de morir.

La hermosa criatura me resulta perturbadoramente familiar; hay algo en su mirada que me pone en tensión. Debo estar perdiendo la razón, pero percibo un destello de calidez en su intensa mirada tormentosa.

'Claro, tú eres el plato principal aquí, Allaya, ¡seguro piensa que eres un manjar!'

Cierro los ojos al caer al suelo, deseando que todo acabe pronto, ya siento cómo el miedo drena mi energía.

Thump.

Thump.

Thump.

Thump.

Mi corazón parece querer abrirse paso a través de mi pecho para escapar.

Los segundos transcurren y no sucede nada. Siento un toque humano en mi brazo, abro los ojos, aterrada, y ahí está... L-Landon.

Landon se ha colocado entre el lobo gigante y yo, su cuerpo hace de escudo.

El impacto o la intensidad del momento me devuelven la fuerza, mis instintos protectores se disparan. La adrenalina me inunda, tomo la muñeca de Landon y lo arrastro detrás de mí.

Mi acción lo deja atónito; yo misma estoy sorprendida de mi reacción.

¿Por qué hice eso?

No puedo enfrentarme al lobo gigante...

¿O sí?

NO, POR SUPUESTO QUE NO.

La imponente y majestuosa criatura me observa sin moverse, igualmente sorprendida, sus ojos reflejan una especie de tristeza. Nos examina un momento más y se esfuma en la espesura del bosque, pero antes emite un aullido que suena a dolor.

El eco de su último rugido despierta mi empatía de una manera que no logro explicar.

No logro encontrar las palabras adecuadas, pero siento que lo conozco, que ya nos hemos encontrado antes, que él significa mucho para mí.

¿Cómo es posible que reconozca a ese lobo tan imponente? Si nunca antes había visto uno en mi vida, ¿o sí?

¿Será que esto es otra de mis pesadillas? No, esto es demasiado real.

"¿Estás bien?" le pregunto a Landon, examinándolo con la mirada para asegurarme de que está entero.

"¿Me preguntas si estoy bien?" responde él, levantando una ceja en un gesto de sorpresa, diría que hasta se siente ofendido. "¡Estoy perfecto!" Luego me mira fijamente. "Y tú, ¿cómo estás? ¿Todo bien?"

Asiento afirmativamente con la cabeza, levanto la mano para silenciarlo, me doy la vuelta y vomito.

"Ahora sí que estoy mejor y, si no te importa, prefiero irme a casa", anuncio sin esperar su respuesta.

Él me indica que tome la delantera y me sigue de cerca, probablemente para confirmar que realmente estoy bien.

Sigo temblando, las imágenes del encuentro con el lobo no dejan de pasar por mi mente en el camino a casa. No consigo sacudirme esa sensación de familiaridad, seguramente son esas dichosas pesadillas las que me tienen al borde de la locura.

~~~ Landon ~~~

El aroma de Allaya me golpea de inmediato. Mis sentidos de hombre lobo se agudizan más cada día y alcanzarán su máximo en mi vigésimo primer cumpleaños.

Ella corre desenfrenadamente, a una velocidad impresionante, casi sobrehumana. ¿Será que se está castigando a sí misma?

Por un instante, me pregunto si puedo mantener su ritmo. Qué absurdo, ningún humano podría competir con un hombre lobo, y mucho menos superarlo.

Se ve increíble con esos pantalones de ejercicio, puedo percibir cada contorno de su cuerpo esbelto y atractivamente sudoroso. Mi corazón se desboca, pero aún me debato entre quedarme o acercarme a ella.

Hoy es el cumpleaños de Hayden, y estoy convencida de que ella le gusta. Jamás se ha acercado a una chica por iniciativa propia; siempre son ellas las que dan el primer paso hacia el Príncipe Alfa, el futuro Rey.

¡Maldición! Yo vi a Allaya primero, yo hablé con ella primero, entonces, ¿puedo considerar que tengo algún derecho sobre ella, no?

No, ella no es un objeto cualquiera, por eso todavía tengo mis reservas.

De repente, siento una presencia que inunda mis sentidos, poniéndome en guardia.

Un licántropo.

Uno con el que nunca me había encontrado, y eso que conozco a las cinco manadas de nuestra región.

¡Oh, Diosa, está en peligro!

Corro hacia ella con todas mis fuerzas. Ella cae desplomada ante mis ojos y no puedo reprimir un gemido de dolor que brota de mi pecho. Me coloco como un escudo delante de ella sin pensarlo, pero soy consciente de que no tengo ninguna oportunidad contra un licántropo en mi forma humana, y todavía no he tenido mi primera transformación; eso ocurrirá en unos seis meses.

Unos segundos después, ella toma mi mano y me arrastra detrás de sí con una fuerza sobrehumana. El impacto me deja paralizado por un instante y el licántropo, por alguna razón, decide retirarse.

Pero eso no es todo, para colmo, me pregunta si estoy bien.

¿En serio?

¡Vamos, por favor!

¿Acaso parecía yo el débil que necesitaba protección?

Pronto comienza a vomitar y un impulso de protegerla me invade. Nunca había sentido algo tan intenso en mi interior. La acompaño a su casa, me aseguro de que esté bien y sigo en alerta por si el licántropo decide volver.

~~~ Xander ~~~

Me aterra pensar que el día en que no pueda proteger a mi querida hija Allaya está cada vez más cerca. Mi corazón está destrozado, siento una angustia profunda ante la posibilidad de que algo malo suceda esta noche.

Cuando la adopté, jamás imaginé que llegaría a amarla tanto como la amo ahora, después de todo el daño que causó a mi familia de sangre.

Pero estaba equivocado, profundamente equivocado.

Allaya no es la antagonista de mi relato, ella también es una víctima.

Su sonrisa tenía el poder de iluminar una ciudad entera y cuando se proponía algo, su energía nos envolvía a todos como un imán.

"Xander, estoy realmente asustada. ¿Es necesario que vayamos?"

"Aurora, debemos estar allí, siempre has sabido que este día llegaría, nunca te he escondido nada. Tarde o temprano, ella debe enfrentar su destino. ¡Y va a estar bien, es fuerte!" Intento reconfortar a mi esposa.

"¡Siempre esperé que fuera más tarde! Haz algo, ¿acaso no te importa?"

"No me agrada esto más que a ti, pero no podemos eludirlo, tengo que cumplir con mi rol, sería sospechoso si me rehusara. ¿Realmente quieres que nos arriesguemos a eso?"

La cantidad de dolor en mi voz la golpea, y ella vuelve su rostro hacia mí.

"¡Oh, Xander, cuánto lo siento! No quise... Pero ella siempre será mi pequeña." Llora desconsolada. "Elena me abandonó, ¡solo me queda Allaya!"

"Sé que duele, amor, a mí también... Pero quizás hoy no ocurra nada. El encantamiento sigue vigente."

"Pero él podría verla... reconocerla..."

"Amor, me parte el alma verte así. Por favor... ve a darte una ducha. Allaya llegará en cualquier momento. Podría salir bien, ¿para qué preocuparnos sin motivo?"

La sigo con la mirada hasta que entra al baño.

Si fuera sincero, estoy más aterrado que ella.