C8 Su esclava sexual, no su compañera
El silencio se adueñó de la torre Alfa con la caída del sol.
Uno a uno, todos se retiraron a sus habitaciones para descansar, buscando alivio al estrés acumulado durante el día.
Nadie se percató de lo que sucedía en los aposentos del Alfa hasta que resonó un agudo grito femenino.
Los lobos de la torre movieron la cabeza, unos con empatía