C55 Capítulo 55
Justo cuando iba a abrir la puerta, volvió a cerrarla de golpe. En cuestión de segundos, me tenía pegada contra la puerta con sus labios pegados a los míos. Lo que empezó lento y dulce, se convirtió en áspero y apasionado. Nuestros labios se movían en sincronía con los del otro, deslizándose y rechinando mientras él me sujetaba la mejilla y yo le agarraba la mano