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PERSPECTIVA DE AIDEN

Era de madrugada y me encontraba frustrado y estresado por mi trabajo, ya que alguien había decidido engañarme en mi entorno laboral. Por eso, mi asistente personal organizó que una prostituta viniera para que descargara mi frustración con ella.

No soy ningún santo, pero disfruto de probar nuevos placeres día y noche. Así que la embestía con fuerza en su entrepierna, apretando sus enormes pechos de silicona. Ella era un caos de gemidos. "Ahhh... Ahhh... Aiden, fóllame, cariño, ahhh, más rápido y más fuerte".

"Era excitante escucharla gemir, pero ¿cómo se atreve esta puta a llamarme Aiden y encima 'bebé'? No la voy a perdonar, pero sin duda voy a sacar placer de su cuerpo. No puedo desaprovechar una belleza así", pensaba Aiden.

Justo cuando estaba disfrutando del momento, mi maldito teléfono empezó a vibrar y captó mi atención.

Estaba a punto de sacar mi miembro de la floja vagina de la puta, cuando ella enredó sus malditas piernas alrededor de mi cintura y comenzó a hacerse la coqueta y seductora, poniendo morritos y mordiéndose los labios voluptuosos.

Me habría excitado de no ser porque la llamada tenía que ver con mi trabajo. Así que le agarré el cuello con fuerza y le grité: "¿Cómo te atreves a tocarme, maldita ramera? ¡Te mataría!"

"N.. No, por favor, se.. señor. Por favor, dé... déjame ir", suplicaba ella.

El móvil seguía vibrando sin parar, así que empujé a la puta y agarré mi teléfono.

Con el teléfono pegado a la oreja, le agarré el cabello con fuerza y le grité en la cara: "¡LÁRGATE DE AQUÍ, PUTA, Y COGE EL DINERO!".

Ella temblaba al escuchar mi voz y comenzó a recoger su ropa y el dinero. Cuando salió, contesté la llamada. Era Leo, mi mano derecha, quien estaba al otro lado de la línea...

"JEFE", preguntó Leo.

"Sí", contesté.

"Tenemos un problema en el almacén", me informó.

"¿Cuál es?", indagué.

"Jefe, ese desgraciado no quiere abrir su maldita boca para decir la verdad", se quejó.

Sonreí con malicia. "Ya voy", pensando en las herramientas que me gustaría usar en él.

Salí de la mansión, exhalando humo por mis labios curtidos.

Ya en mi lujoso Mercedes, revisaba mis correos. De repente, el coche dio un frenazo y se detuvo. Al levantar la vista, vi a dos chicas jodiendo la paciencia, una con pelo largo y la otra con pelo corto.

La de pelo largo murmuraba algo al pasar por nuestro coche, arrastrando a la de pelo corto que chillaba como loca.

Simplemente negué con la cabeza y seguí revisando los correos, "malditas adolescentes", y continué hacia mi almacén.

PERSPECTIVA DE CALISTA

Era temprano en la mañana, los pájaros cantaban cerca de las ventanas del orfanato. Desperté y me dirigí al baño para prepararme para la escuela. Mientras me cepillaba los dientes, recordé de repente a mi mejor amiga, que no es nada madrugadora y seguía durmiendo.

Grité desde el baño: "¡OLI, ARRIBA, QUE VAMOS TARDE!"

Ella abría los ojos con pereza, frotándoselos y sin prisa alguna.

Se disponía a acercarse cuando sus ojos se toparon con el reloj y me gritó: "¡CALISTA, POR QUÉ DEMONIOS NO ME DESPERTASTE ANTES! Ahora, por tu culpa, vamos a llegar tarde a clase".

Nos arreglamos y salimos corriendo hacia el autobús, ya tarde para la clase, todo gracias a MISS OLIVIA, mi mejor amiga.

Al cruzar la calle, nos topamos con un coche de lujo que frenó en seco. Quedé paralizada por la sorpresa, mientras mi amiga maldecía al conductor. Recobrando el sentido, me disculpé y arrastré a Oli hacia la parada del autobús...

¡Hola a todos!

Acabamos de empezar: primer libro, primer capítulo. ¿Qué les ha parecido? Por favor, compártanme sus opiniones.

¡Hasta luego y cuídense mucho!

Gracias…