C10 Más que lista
Ya estaba a punto de llegar a la esquina acordada, las piernas me temblaban y las manos empezaron a sudar, las pasé por el asiento del carro para secarlas y tratar de controlar mis nervios.
Le pedí al taxista que parara unos cuanto metros antes y baje pagando el precio por el servicio, mire a todos lados y no vi a nadie así que camine y me oculte detrás de una pared a esperar que él llegará