C10 Capitulo 10 Ayden

La veo llorar, me está contando todo esto llorando, y no me gusta verla llorar.

Veo como prepara algo de ropa en una pequeña bolsa de viaje, y sigue llorando. Me acerco por detrás y la abrazo, ella está temblando.

- Nunca, escúchalo bien, nunca te podría hacer daño.

- Eres diferente. Pero por favor si no lo puedes olvidar lo que te conté, prefiero que te vayas.

- No me voy, además que Chloe tiene muchas ganas de verte.

Siento su sonrisa, ella termina de preparar su bolso y nos dirigimos a las oficinas, la noto nerviosa, entra en el ascensor y cuando voy a entrar me tropiezo.

Ella da una carcajada.

- No seas torpe. - sigue riéndose a carcajadas.

Cuando llegamos a nuestra planta, me ha contagiado su risa, vamos riéndonos los dos. Su amiga está allí y mira y abre la boca de sorpresa al verla reírse.

Se acerca y me abraza.

- Gracias, Gracias... echaba de menos la risa contagiosa de ella. - me dice su amiga. - ¿Patri que haces aquí? ¿Por qué te ríes?

- Tu jefe me ha convencido de que viniera con él, y esto que te voy a decir ya te lo he dicho una vez en mis sueños, lo que tiene de guapo lo tiene de torpe.

Yo carraspeo y ella vuelve a reír.

- Señorita Robles acompáñeme a mi despacho. - le digo sonriendo.

Entonces se me acerca una mujer, mira a Patri con cara de asco.

- ¿Qué haces aquí? - le pregunta a ella.

- Viene conmigo. - contesto yo sin darle tiempo.

- Señor Williams, soy Guaya San Martín de recursos humanos, y esta chica de aquí tiene prohibida la entrada a su empresa.

- Señorita San Martín, esta chica de aquí es mi pareja y mi nueva ayudante, prepare el contracto de la señorita Robles. Y me avisa al señor Herrera que lo espero en mi despacho.

- El señor Herrera hoy no viene a trabajar.

- Está en la cárcel. - me susurra Patri al oído.

- Cuando vuelva a la empresa tenga preparado sus papeles de despido, que se le pague lo que la ley dicte, y antes de irse que pase por mi oficina.

Agarro del brazo a Patri, ella mira para tras y se despide de su amiga. Entramos en mi despacho, y siento lo nerviosa que está, la abrazo, hasta que noto que se relaja.

- Has visto, no debería estar aquí todo el mundo me mira mal, él ha contado lo que le ha dado la gana sobre mí.

- Estamos juntos, y como escuche algún comentario sobre ti, se van a la calle, no permitiré que te falten al respecto.

Ella termina aceptando, nos ponemos a mirar unos papeles, ella en cada papel que coge encuentra errores.

- Madre mia, esto está hecho un desastre. - escucho que comenta.

- ¿Qué pasa?

- Mira estos gastos, si siguen gastando así tu empresa no durará un año, Ayden están gastando mucho, joder esto también lo he soñado, pon remedio ya si no quieres cerrar esta sucursal.

- ¿Lo has soñado? - ella asiente - ¿y cuál fue la solución?

- Yo te di una solución, pero recuerdo que nunca lo llevaste a cabo.

- ¿Cuál era la solución?

- Quitarle las tarjetas ya que no están haciendo buen uso, pero a ti no te parecía bien. Pero mira esto, la chica que te habló antes la ha pasado la semana pasada en una tienda de ropa y son casi mil euros lo que se ha gastado, en todo mi armario no tengo esa cantidad gastada es una pasada.

- Convoca una reunión para esta tarde.

- Vale, te dejo todo los papeles preparados, recuerda que yo no estaré.

- ¡Es verdad! Ponla para mañana a primera hora.

Entonces tocan en la puerta, ella la abre y se queda paralizada, y escucho la vocecita de mi pequeña.

- Te has despertado como te pedí.

Ella se agacha y Chloe la abraza fuerte. Cuando me mira los ojos de Patri brillan, sé que tenía ganas de verla y se que fue una buena jugada.

Nos vamos a almorzar, Chloe mira con mucho cariño a Patri y Patri mira con mucha ternura a Chloe.

- Oye Chloe, ¿a ti te gustan las princesas?

- Si, cenicienta es mi favorita.

- Me se un cuento, que te va a encantar.

- Noo, el cuento no.

Ella sonríe, y me quedo embobado mirando esa sonrisa.