C105 Capítulo 105 Ayden

No quiero volver a cometer el mismo error, no quiero alejarme de mi familia, me necesitan más que nunca, y se que cuando Patri me pide que todo vuelva a ser como antes es por miedo a que vuelva a encerrarme en el despacho, y me niego porque se que esta vez la perderé.

Nos vamos al centro comercial, cogemos él móvil que Chloe quiere y una tablet para Patricia.

Al pasar por delante de una joyería decido comprarle un colgante que ella se quedó mirando.

- Ve tu delante yo voy al baño. - Le digo a ella mientras nos dirigíamos a la tienda de deporte.

Ella asiente y cuando se pierde dentro de la tienda de deporte yo corro a la joyería y compro ese colgante y la pulsera a juego.

Al llegar a la tienda de deporte, la busco en las bicicletas infantiles, pero no la veo allí, la busco durante un rato en la tienda, hasta que la veo hablando con un dependiente y cuando voy a llegar a su lado veo como lo abraza, los celos vuelven a salir y como siempre soy incapaz de no sacarlos, con ella todo se me está haciendo más complicado.

- Me alegro de verte. - Le dice él mientras la abraza. - ¿Y entonces has vuelto con tu marido? - escucho que le pregunta.

- Molesto. - pregunto enfadado.

En mi voz noto que yo mismo me he pasado con el tono, pero me niego a recular.

Patri me mira enfadada y sé que es por mi tono.

Pero cuando el tipo se da la vuelta y veo que es él fisioterapeuta mi cabreo es monumental.

Ella se da cuenta y antes de que yo diga nada me agarra del brazo y empieza a caminar conmigo en dirección contraria.

- Increíble. - Le grito.

- Bajame la voz Ayden. - dice enfadada.

- ¿Como es que este tipo sabe nuestro problemas? ¿Te has visto con él mientras....

- No, ni se te ocurra. - Me corta. - vamos a ver Ayden, mi vida seguió, después de que tú me dejaras dos veces este último año mi vida seguió, tengo cuatro hijos por los cuales tenía que seguir viendo mientras su padre, casi me engaña, y no eres quien para reprocharme nada.

- Soy tu marido. - Le grito.

- Cuando casi te acuestas con otra también lo eras y no te importó tanto.

Noto que empieza a ponerse nerviosa, empieza a caminar y sale de la tienda, yo salgo detrás de ella, ella sopla enfadada, no mira atrás nunca.

- Patri espera. - Le grito otra vez más.

Ella voltea y me vuelve a mirar, y sé por su mirada el enfado monumental que le he causado.

- Dime Ayden. Reprochame, gritame, aquí está tu saco de boxeo, - se señala enfadada - hazlo... o prefieres llamar a tu amiga. Porque vaya el gran señor Williams puede cenar e irse a hoteles con otras, pero yo no puedo hablar con un amigo porque ya estuve con él, cuando él que me dejó fuiste tú.

- Vale Patri, entendi la primera vez, lo siento. Tranquilizate. Lo siento por ponerme así.

- No Ayden no tube nada, ni con Carl, ni con Donaire, ni con ningún otro ¿sabes porque? - Al ver que no contesto ella sigue hablando- porque cuando te prometí serte fiel, lo dije de corazón y por más veces que tu me hayas dejado yo te seguía queriendo. Carl me ha visto aquí varias veces porque venía a comprar si no era para uno era para el otro, porque nuestros hijos siguieron necesitando cosas mientras tu te alejaste, y la última vez que lo vi, fue cuando me llegaron las fotos... esas fotos, y él me sacó de la tienda y a falta de Alex en ese momento le conté a él.

Yo la abrazo, ella se queda tensa bajo mis brazos, y no responde a mi abrazo, me separa de ella y sigue hablando.

- Me preguntas que quiero que me regales por navidad y no quiero nada Ayden, porque cuando parece que todo va a ser como antes tus incontrolables celos vuelven a salir, y no entiendo porque, porque yo nunca te di motivos para los celos, nunca.

- Lo sé, y no prometo que todo volverá a ser como antes mañana, pero sí que voy a hacer todo lo posible para que mis celos se vayan, se cariño que nunca me engañarias, y a pesar de lo que yo te he hecho, no dudes que yo tampoco lo haría nunca.

Entonces poso mis labios sobre los suyos, y ella me da un beso, corto, pero que saboreo.

- Vamos a mirar esas bicis.

- Ya las he visto, le estaba diciendo a Carl antes de que tú llegaras cual quería, hay una que se que a Marie le encontrará y me ha dicho que dentro tienen para Ayden una de dinosaurios y le flipará cuando la vea. Solo hay que entrar y pagar.

- Eres eficiente para todo cariño.

Entro en la tienda y pago las bicis, y las dejo en el coche. Y nos quedamos en el centro comercial a merendar.

- Chloe me está diciendo que si puede quedar en casa de Nathalie. - me comenta mientras come.

- Bueno, la casa para los dos solos está noche no estaría mal.

- Ya, claro... los niños están con tu madre desde ayer, me gustaría también estar con ellos.

- Un día más no va a importar. - Le digo sonriendo, ella me mira seria - Venga, ayer teníamos la noche para nosotros solos que alfinal se torció un poco.

- Vale, pero vamos a ver a los niños.

Llegamos a casa de mi madre, los niños están jugando en el gran salón, han hecho un fuerte con los cojines y mantas. Desde que nos veen salen corriendo, Patricia insiste que quiere volver a casa, pero además de que llevamos las bicis en el coche yo intento convencerla, pero esa niña es cabezota y no quiere aceptar, miro a Patri buscando ayuda.

- Patricia, esta noche papa tiene una cena de negocios y me ha pedido que le acompañara, Chloe se queda en casa de Nathalie y no te voy a dejar sola en casa.

- Vale mamá, pero prométeme que mañana vienes a buscarme temprano.

- Ni que te trataramos mal. - Le dice mi madre en tono de burla

- No abuela, tu me tratas muy bien, pero quiero estar con mamá, cuando nazca el bebe sabes que mamá estará siempre más ocupada y quiero aprovechar ahora.

- ¿Cuando viene tu madre? - Le pregunta la mía a Patri.

- En un par de días.

Después de rato nos vamos, por el camino intento convencerla de ir a cenar los dos pero ella se niega dice que está cansada y que cenemos en casa, y no insisto mucho sé lo cansada que está con el embarazo.

Al llegar a casa escondo sus regalos en el despacho, mientras ella sube a ducharse.

Esta noche he decidido, ya que ella no quiere salir, cocinaré yo, así que me meto en la cocina y una hora después aparece ella.

- Huele de maravilla cariño. - dice sonriendo.

- Todo sea por mi mujer.

Ella se acerca y me da un beso, aunque sigo notando que tiene mala cara.

- ¿Estás bien?

- Solo estoy cansada.

- ¿Te has tomado la medicación? - ella asiente. - vete al salón, cuando termine de cocinar llevo la comida para allí acuestate en el sofá un poco.

Cuando llego al salón me la encuentro durmiendo, era de esperar. Cuando la voy a despertar me suena el teléfono "número oculto" miro a Patri sigue durmiendo y me aparto por miedo a que sea esa mujer, no quiero que ella se vuelva a molestar.