C13 Capítulo 13 Patri

Me encanta los abrazos de mi madre, pero cuando le digo quien es, mi madre me suelta y lo abraza a él.

- ¿Y la niña? ¿Chloe o Marie?

- Mama, Marie no existe no existirá, era solo un sueño, Chloe es hija de Él.

- Y si Chloe existe, como soñabas ¿porque Marie no?

- Porque Chloe es su hija y Marie sería nuestra hija, de los dos y tu sabes que no puedo, o más bien no debo quedarme embarazada. Además que solo lo conozco de hace unos días.

Mi madre no entiende nada, estuve una semana soñando con Él y de eso ya hace dos semanas, no entiende como hace solo unos días que nos conocemos.

Entramos a su casa, veo la cara de asombro de Ayden.

- ¿Pasa algo? - Le pregunto.

- Es más grande de lo que soñé. - sonríe.

- ¿Se van a quedar?

Miramos los dos a mi madre yo digo que si Ayden dice que no.

- Me la llevo a Madrid, mañana tenemos una reunión Patri, y temprano.

- Me tienen confundida.

- Señora Robles, le prometo que Venimos este fin de semana y lo pasaremos aquí, explicaré lo que me pida. - Le dice Ayden.

Entonces recuerdo mis sueños, recuerdo lo del hombre que abandonó a mi madre y mis hermanos.

- Mama, - ella me mira - ¿tengo hermanos por parte del donante?

Mi madre me mira asustada, y en su mirada sé que no me quiere contestar.

- ¿Tengo hermanos? Es tán simple la respuesta.

- Si, si los tienes.

- ¿Sigues en contacto con ese hombre? - ella asiente - ¿Su hija está enferma? - ella vuelve a asentir - este fin de semana me haré las pruebas aunque creo que no voy a ser compatible, pero me las haré para no perder más tiempo.

- Tu no puedes, te tomas antidepresivos.

- Me los dejaré de tomar si hiciera falta, no me gusta tomar mucha pastilla lo sabes, así que muchos días no me los tomo. ¿Cuanto tendría que estar sin tomármelos en caso de que fuera compatible?

- Tres meses.

- Vale pues apunta la fecha del viernes, desde el viernes no me las he tomado, no me han hecho falta - miro a Ayden - y si fuera compatible en tres meses la ayudaría.

Ayden me abraza por la cintura y me da un beso en la mejilla.

- Nos vamos al aeropuerto. - me dice.

Vuelvo a abrazar a mi madre, y le digo que nos veremos el fin de semana.

Chloe me da la mano y volvemos al coche, y al aeropuerto.

Chloe se duerme en el avión, es igual de grande que el que había soñado.

- ¿También tiene una habitación? - pregunto tímidamente.

- Si, si la tiene, pero quiero que sepas, que no pienso tocarte hasta que tu estés segura, hasta que tu tengas tantas ganas como yo, hasta que tu me lo pidas. Siento tu nerviosismo cuando te toco, siento tus temblores, con mis roces y aveces tengo miedo a que te caigas al suelo de tanto que te tiemblan las piernas. ¿Qué te hicieron mi vida? ¿Tanto daño te hizo ese hombre?

- Me violo. - susurro.

- ¿Qué?

Veo como Ayden se aprieta sus dientes por la rabia, siento como se tensa.

- Esa vez fue cuando me apuñaló, la cicatriz de mi espalda la que te enseñe. No he podido estar con nadie, además de que se me acercaba algún chico Él volvía a pegarme o a pegarle, o las dos cosas, y entonces apareciste tu, que por más que tiemble me haces sentir, no puedo explicarlo, no tiemblo de miedo, tiemblo por lo que me haces sentir.

Ayden me abraza, aspiro su olor, y dejo que me apriete contra su pecho.

- Me da miedo lo que siento por ti. - Le confieso.

- Cuando te sueltes y dejes eses miedos infundados nuestra relación va a ser brutal. - sonríe.

- Tengo tantas ganas como tu de perder ese miedo.

Llegamos a Madrid y su coche está en el aeropuerto, entonces vuelvo a ver al hombre que estuvo toda la tarde delante de la clínica Ayden lo llama.

- Patri este es Rodriguez, cuando lo veas es porque está velando por ti y tu seguridad.

- Siento haberle asustado señorita Robles.

Volvemos a casa, ahora tiene más muebles que ayer, la habitación de Chloe también tiene más muebles, aunque no son los que soñé, ella llega dormida y es solo acostarla en su cama.

- ¿Quieres tu habitación o duermes conmigo? - me susurra.

Siento como empiezo a temblar, pero no es de miedo es de deseo, deseo que vuelva a tocarme, pero no lo hace.

- Prefiero, dormir contigo. - Le digo a los ojos.

- ¿Porque tiemblas? ¿ No te he demostrado que no haré nada que tu no quieras?

Entonces me quito el miedo que él me pide, y abro el interruptor que cerré cuando conocí a Pablo, Pablo solo se satisfacía a sí mismo y nunca disfruté con él.

- Quiero... - hago una pausa - quiero que me toques, quiero... ¡que vergüenza!

- Dime que quieres paso a paso.

Me lleva a la habitación y cierra la puerta, se apoya en ella y me mira.

- Estoy esperando. - me mira serio - no haré nada que no me pidas.