C16 Capítulo 16 Ayden

Patri esta muy asustada, noto su respiración acelerada, sus piernas tiemblan y cuando se cierra la puerta terminan por fallarle.

Está sudando, le toco la frente y creo que tiene fiebre.

- Venga vamos a un médico, tienes fiebre.

- No, solo llévame a mi casa. - me pide.

Por el camino llama a la clínica le avisa a Pedro que no se encuentra bien y no podrá ir, no le cuenta nada de lo que ha pasado sé que no quiere asustarlos.

Cuando veo que llama a su madre también.

- Mama, alfinal no podré ir este fin de semana, tal vez pueda el próximo.

Ella escucha a su madre no sé qué le está diciendo.

- Mama todo está bien, solo que tengo varias consultas hoy y para irme mañana y volver el domingo prefiero esperar, tranquila.

Le miente a todo el mundo, y pienso que si es por no preocupar a nadie o porque ella es así, y me doy cuenta que ella me dijo que esto pasaría, que desconfiaria de ella, y me arrepiento de mis propios pensamientos.

- No quiero ir a tu casa, quiero ir a mi casa, déjame en mi piso, necesito estar sola.

- No pienso dejarte sola.

- Ayden, he notado tu cara cuando Pablo te hablaba, no tienes curiosidad ¿porque me llama Puta? Pues seguramente él te llame y te lo aclare y la verdad no pienso estar ahí cuando eso ocurra. Y entonces es lo que él dice te vas a arrepentir de haberme metido en tu vida.

- Patri, siento que me ocultas muchísimas cosas, no te voy a mentir, sé que ocultas muchas cosas a la demás gente acabo de escucharte mentir a tu madre y a Pedro, pero pienso y espero que me las cuentes cuando tu quieras hacerlo y tengas confianza que aún no conseguí para contármelas.

- De mi vida te sabes lo más importante, los detalles es mejor omitirlos.

- Cariño, haber esos detalles me los contarás, cuando tu creas conveniente, es lo que menos me importa, ahora mismo me importas tu y no, no te voy a dejar sola.

Ella no me habla, no me mira y cuando llegamos a casa se encierra en la habitación, llamo a Alex y a Pedro les cuento la verdad y pido que vengan.

Chloe quiere entrar a verle pero ella no contesta a sus llamados.

Yo le he tocado y tampoco me contesta.

Y entonces llega Alex y Pedro, Alex sube a la habitación, le toca pero ella tampoco le contesta.

- Ayden yo echaría esa puerta abajo.

- Estoy bien, no vaya a pensar que cometí una locura solo he pedido estar sola, ¿tan malo es querer estar sola? DEJENME RESPIRAR. - grita.

Vuelve a encerrarse, Chloe se asusta, y al escucharla vuelve a abrir la puerta.

- Chloe, discúlpame, solo estoy cansada y necesito descansar.

- Vale Patri, solo quería otra vez tu cuento pero descansa.

Entonces vuelve a encerrarse.

La dejamos un rato, bajamos al salón y las preguntas siguen en mi cabeza.

- ¿Qué le hizo ese tipo? Se que le ha intentado matar, le ha golpeado, y me conto que la ha violado, pero hoy ese tipo dijo algo que me dejó pensando, le dijo el buffet que te llevé el otro día no fue suficiente...

Entonces Pedro no me deja terminar.

- Él día que la encontramos inconsciente sabemos que ha pasado más de lo que ella cuenta, ella dice que la violó que él la violó, pero sabemos que no fue solo él, y si dijo eso nuestras sospechas se confirman. Ella calla mucho de lo que ha pasado con ese hombre, y sabemos que es por no hacernos más daño.

- Bueno tengo una idea - dice Alex cogiendo el teléfono. - vamos a pedir pizza ella no va a rechazar una pizza de pepperoni.

Llama y pide pizza para todos, ella ya lleva horas metida en la habitación, no ha salido para nada.

Entonces aparece en el salón con una maleta.

- ¿Alex me llevas a mi casa?

No mira a nadie, tiene su mirada bajada.

- Yo no pienso ir a ningún lado y menos ahora que pedimos pizza.

- ¿Han pedido pizza?

- Y nachos con guacamole. - dice Alex.

- Además trajimos el vino que te gusta, tenemos algo que celebrar.

- ¿Qué tenemos que celebrar?

- Dos cosas ¿Verdad cariño? - mira a Pedro.

- Pues si, pero oye que si no quieres ni pizza ni los nachos ni saber la noticia yo te llevo a tu piso. - Le dice Pedro.

Entonces tocan el timbre, las pizzas han llegado.

- ¿Vas a cenar?

Entonces ella asiente, pero sigue callada, come muy poco, me falta su sonrisa.

- ¿Y que están celebrando? - pregunta tímidamente.

- Primero que tu has vuelto a sonreír, has encontrado a alguien que te quiere, y se preocupa por ti, aunque eres una mal agradecida, él no ha dejado de desvivirse por ti y tu tienes una maleta en la entrada porque te quieres ir sin ni siquiera hablar con él.

- Alex, tu no me entiendes...

- Patri, te entiendo, entiendo el sufrimiento que te causó Pablo, lo entiendo, no entiendo es que ahora que tienes alguien bueno a tu lado, que te hace sonreír y reír a carcajadas cosa que no hacías hace meses, que se preocupa por ti y que aunque lo dejes te va a buscar hasta a Barcelona tu lo estés tratando así no se merece, no se merece lo que le estás haciendo, y tu no eres así.

- Lo siento.

- Y más lo vas a sentir cuando te diga lo seguiente por lo que estamos celebrando. Que los dos serán los Padrinos del bebe que estoy esperando.

- ¿Estás embarazada?

Se levanta de su silla, la abraza, abraza a su amiga y sonríe esa sonrisa que tanto me gusta.

- Por eso el vino sin alcohol. - sonríe.

- Ahora nosotros nos vamos y tu habla con él creo que se lo merece.

Entonces ellos se van, ella no me mira, y noto como llora en silencio, me acerco y la abrazo.

- ¿Sabes que siempre estaré a tu lado?

- Lo sé, pero aveces necesito estar sola, me agobio, y necesito encerrarme, llorar, escuchar música, y tu, aunque sé que lo has hecho con las mejores intenciones, estás encima mía todo el día, hoy necesita estar sola, lo que pasó en tu oficina me agobio te lo pedí y te negaste a dejarme sola, no dejaste de tocar la puerta, mandaste a Chloe, llamaste a Alex y a Pedro y yo solo necesitaba estar sola.

- Estaba preocupado.

- Te entiendo, pero tu no me entendiste a mí, no pedí mucho.

- Te pido disculpas, solo quería ayudarte, pensé que sería mejor que estuvieras acompañada.

- Aveces las personas necesitamos estar solas, eso ni significa nada malo, llevo sin tomarme las pastillas una semana y es normal que me veas más decaída, pero no las he necesitado, aunque hoy me la hubiera tomado soy sincera.

Entonces la abrazo, y ella me abraza amí.

- Cuando vuelvas a necesitar estar sola, solo dime hoy es un día de esos, y yo lo entenderé.

- Vale.

- ¿Quieres estar sola ahora, o podemos ir a dormir?

- Ve a dormir yo recogeré la cocina.

Entonces la miro.

- Estoy bien. Ve a descansar y voy enseguida.