C18 Capítulo 18 Ayden

Las semanas avanzan y siento que Patri cada día tiene más confianza en mí, ya no siente tanta vergüenza en el sexo y aunque no es la Patri de mis sueños en ese tema, esta me gusta mucho también, ya hemos ido a Barcelona a quitarle todas las dudas a su madre, que está más tranquila.

La he llevado a Paris a conocer a mi familia, y aunque ella iba algo asustada por el sueño que tuvo al llegar allí se dio cuenta que como bien ella me dice a veces a sido solo un sueño.

Nuestras peleas han sido más bien por el dichoso condón se me olvida y ella tampoco me lo recuerda, y solo respira cuando su regla aparece.

Ya solo falta una semana para Agosto, salimos de vacaciones y ella quiere ir a Barcelona y yo a Paris así que hemos llegado al acuerdo de que iremos quince días a cada sitio. Alex y Pedro vienen menudo cuando la notan más embajoneada.

Y yo le tengo una sorpresa y como en mis sueños ella odia las sorpresas.

- ¿Qué tanto haces en esa habitación? ¿Porqué la cierras con llave?

- Es una sorpresa para ti.

- En mis sueños esa era la habitación de nuestro hijo.

- Bueno, si tu quieres podemos...

- No, yo no puedo, Ayden ya te lo dije.

- ¿Porqué no?

Se va enfadada, y se mete en la habitación de Chloe, la escucho cantar, le canta a Chloe para que se duerma, ahora en vez de querer el cuento, que hay veces que aún lo pide, le gusta escuchar a Patri cantarle.

Él último día de trabajo Patri se va antes Alex la deja en casa, cuando llego la niñera de Chloe esta con la niña y no veo a Patri.

- ¿Donde está Patricia?

- No ha salido de la habitación, yo no la he visto en toda la tarde.

Supongo que tiene un día de esos que aveces necesita y pienso que ya es hora de darle la sorpresa.

Toco la puerta.

- Ayden, tengo un día de esos. - me dice desde el otro lado.

- Lo sé cariño, sal un segundo solamente, tengo algo para ti.

Abre la puerta y la cierra a su salida.

- Dime.

- Ven conmigo te voy a enseñar lo que he estado haciendo en la habitación de nuestro no hijo. - sonrío.

Le abro la puerta, le he puesto algunos libros, una radio algunos CD que se que a ella le gustan, una televisión, un sillón y una cama.

- Sé que necesitas tu espacio, sé que aveces tienes días de esos como hoy, y yo sabré que cuando entres aquí es porque lo necesitas, aquí tendrás todo lo que necesitas, música, televisión, libros o simplemente dormir, este es tu rincón, es para ti solamente y nadie podrá entrar en él si tu no quieres, no con eso quiero decir que estás sola, si me necesitas y lo que prefieres es un abrazo, un beso o solo estar a mi lado, en vez de encerrarte en esta habitación yo siempre estaré.

Ella mira todo a su alrededor, me mira con lágrimas en los ojos.

- Gracias. - me repite.

Ya no se vuelve a la habitación baja conmigo, abrazada a mí.

- Sara, ya te puedes ir, yo me encargo de Chloe, nos vemos en septiembre. - Le dice.

- Patri me cantas otra vez la canción.

- Cuando vayas a dormir, hoy viene Alex y Pedro.

- ¿Tienes ganas de que vengan?- Le pregunto.

Cuando tiene días de esos no quiere que venga nadie, prefiere estar sola y solo sale de la habitacion por la noche, cuando todos dormimos.

- Si, mañana nos vamos y ellos no irán a Barcelona hasta que nosotros vamos a París así que no nos veremos en un mes.

Ellos llegan, hoy Patri ha preferido cocinar, dice que Alex tiene antojo de su tarta y la ha querido hacer.

Por un momento ella sube Alex dice que tiene frío y ella va a por una chaqueta.

- Hoy está rara. - digo - cuando llegue estaba encerrada como a veces necesita, pero luego no volvió a la habitación y eso ya es algo, ya no lo necesita tanto.

Alex sonríe, sabe que yo hago bien a su amiga y eso le gusta.

- Chloe ya duerme. - dice Patri al llegar.

- Entonces nos vamos, recuerda Patri mañana tienes la analítica antes de irte, llevas desde que saliste del hospital hace 3 meses sin hacértelas.

- Si lo se mañana a primera hora.

Entonces nos despedimos, ella se queda algo tristona.

- Un mes pasará rápido. - ella asiente - vamos a dormir.

- Ayden espera. - yo la miro ella sonríe - hoy no era un día de esos, te tengo una sorpresa, siempre eres tu al dármelas y hoy quería ser yo esperas cinco minutos y subes.

- Sabes que no necesitas darme nada, solo contigo soy feliz.

- Dejame hacerlo, quiero sorprenderte.

Entonces sube las escaleras corriendo.

Espero impaciente, y subo, toco la puerta y ella me dice que espere. Unos minutos después me dice que ya puedo entrar.

Abro la puerta, para mi sorpresa ella ha decorado con velas, voy a encender la luz pero me lo impide, dice que siga el camino de las velas, van directo al baño, recuerdo un sueño así, pero esto se lo preparaba yo, en el baño me encuentro con la bañera llena, las velas iluminan, vuelvo a mirarla, y entonces la veo, va desnuda solo con su tanga y se que para ella eso es muy difícil, entonces se me acerca y me da un beso, cuando empiezo a desnudarme.

- Hoy me toca a mi hacerlo.

- Cariño, no, se que te..

- Quiero hacerlo.

Me desabrocha la camisa con paciencia, besa mi torso, sus labios sobre mi piel, hace que mi polla lata, ya cuando llega al pantalón, lo ha hecho muy lentamente dejando besos hasta llegar allí, me desabrocha el pantalón, me lo baja despacio, y de seguida va con el bóxer, hoy me duele de lo dura que se me ha puesto, que Patri lleve la iniciativa es algo nuevo, y me gusta muchísimo, pasa su lengua, siento como late, lo hace despacio y suavemente, sentir su lengua hace que tenga la necesidad de enterrarme en ella y cuando se la mete en la boca, doy un gemido, noto como ella sonríe.

Siento que estoy llegando pero necesito enterrarme en ella que ella note lo que logra en mi, la paro.

- ¿Qué pasa?

- Tu también tienes que disfrutar.

- Y lo haré, estoy segura. - me sonríe.

Entonces se mete en la bañera y deja que yo me meta detrás, le beso el cuello, y su cuerpo estremece. Le acaricio los pechos, sus pezones ya están bastantes duros, y ella jadea con mi roce, bajo mi mano lentamente por su vientre, y cuando llego a su vagina, ella está gemiendo. Acaricio su clítoris, y de su garganta salen jadeos, noto su respiración acelerada, y entonces se da la vuelta, me besa, me encanta como besa entonces me mira a los ojos, y se entierra mi polla hasta el fondo de una sola vez, se agarra a mi cuello y se mueve, ella se da placer y me lo da a mí, veo como disfruta y eso me pone muchísimo.

- Abre los ojos y mírame. - Le digo.

Y esta vez lo hace sin dudar, se le ha ido la timidez, me cabalga, se mueve como una diosa.

- Estoy a punto, no tengo puesto... - no me deja terminar de hablar.

- Un poco más, me dice a los ojos.

Con dos embestidas más, siento como se contrae y grita del placer que ella misma ha buscado yo llego con ella.