C22 Capítulo 22 Ayden

Cuando me dice la decisión que a tomado la miro, estoy conduciendo y tengo ganas de parar el coche y abrazarla, me asusta, soy sincero me asusta que su enfermedad en unos meses empeore pero está prometiendo que se cuidará.

- Eso me lo firmas. - Le digo burlándome.

- Cuando quieras. - me sonríe.

Cuando llegamos a casa de su madre es cuando puedo abrazarla, nos quedamos un buen rato abrazados.

- Sabes que me siento mal por ello, podía ayudar a mi hermana si no tengo este bebe, pero no puedo hacerlo, no puedo abortar Ayden, me hacia falta una buena noticia, ya era hora de que algo fuera bien.

- Cariño, espero que a partir de ahora todo sean buenas noticias.

Entramos en casa, le damos la noticia a su madre aunque a Chloe preferimos esperar.

Las dos semanas en Barcelona pasan muy rápido y antes de irnos a París volvemos a pasar por el hospital para que le repitan la eco.

- ¿Quieres escuchar su corazón? - pregunta la doctora.

Patri asiente y cuando escucha los sonidos llora, llora de alegría.

Le doy un beso en los labios y de ellos salen la palabra que más me ha dicho desde que la conozco.

- Gracias.

Volamos a París, ya hemos venido pero solo un fin de semana, Patri se va haciendo a esta casa, y aprovecho que aquí tengo a mi madre para pasar más tiempo a solas con ella.

- Cariño, mañana tengo una especie de gala, es de negocios por la empresa y quiero que me acompañes.

- Ayden, ¿enserio? ¿Y tengo que ir?

- Normalmente voy solo, pero ahora que te tengo a ti me gustaría de presumir de mi mujer.

- Como no - dice como un susurro. - Prefiero no ir.

Le insisto muchísimo, me cuesta convencerla, me pone mil excusas pero al final accede.

A la noche siguiente cuando veo a Patri me quedo con la boca abierta.

- ¿Dónde está mi mujer? ¿Tu quien eres? ¿Qué has hecho con ella? - me burlo - Cariño estas preciosa.

Ella me besa y como no me da las gracias.

Sé que no se siente cómoda como la situación hay mucha gente y ella se empieza a agobiar.

- Me parece que todo el mundo me mira, me agobia muchísimo. - me dice varias veces.

- Cariño, nadie te mira son cosas tuyas, igualmente seria normal que te miraran eres la más guapa de esta gala.

- Claro y ese me dice él tío que después quiere echarme un polvo, que me vas a decir tu. - sonríe.

- Señorita Robles, ese vocabulario no es propio en usted. - me burlo.

- Perdone señor Williams, intentaré no volver a ser tan sincera.

- Puedes seguir siendo sincera, porque la verdad si tengo ganas de hacerte muchas cosas, tal y como vas vestida. Eres preciosa pero hoy estás...

- Señor Williams... respecte. - se burla.

- Me encanta cuando te relajas.

- Ya pero luego viene alguien te habla y me quedo aquí sola, nunca he entendido esta manía de los hombres de querer llevar a una mujer debajo del brazo solo por presumir.

Ese comentario que ella hace se me hace extraño, no entiendo porque lo dice, yo nunca he pensado en traer una mujer hasta que apareció ella en mi vida, presumir nunca ha sido lo mío y menos de una mujer, pero cuando voy a preguntarle me hablan y me distraigo.

La miro de vez en cuando como resopla, me arrepiento de haberla traído aquí, se aburre y está cansada, se lo noto, pero cada vez que quiero irme alguien me interrumpe.

Me habla un nuevo cliente y no puedo hacerle el feo, cuando miro a Patri, veo como está hablando con un antiguo cliente y su acompañante, veo como sonríe, como abraza a esa chica, y él posa sus manos en la cintura para saludarla y dale dos besos en la mejilla que para mi gusto tardan más de lo que me gustaría.

El nuevo cliente me habla de lo que espera de mi empresa, y yo intento ser amable, pero no consigo quitar los ojos de ella, de que conoce a esa gente.

Entonces consigo despedirme de Él y me acerco a donde esta ella, siguen hablando ella sonríe.

- ¿Entonces volvió ternura? - escucho que le pregunta.

- Charles, sabes que ternura se retiró hace ya más de dos años. - contesta ella. - Petra te trata bien.

- ¿Quién es ternura? - pregunto mientras la abrazo de la cintura.

- Una amiga mía de Madrid - contesta nerviosa.