C25 Capítulo 25 Patri

Sabía que esto pasaría, su mirada de asco, su mirada azul de odio, de rabia de enfadado, ya no está la mirada de amor que siempre me tenía a pesar de mis enfados o arrebatos injustificados.

- Siéntate Ayden.

Está nervioso no para de dar vueltas por el despacho.

- Ayden, cuando vine de Barcelona a Madrid tenía muchísimos gastos, nunca te mentí, te dije que disfrutaba del sexo igual que tú, no te mentí, lo hacía con quien quería, nunca obligada ni tampoco por dinero como te crees, que si me he acostado con muchos de los hombres de esas fotos, sí sí lo hice, yo soy Ternura así me llamaban ellos, yo solo les daba compañía y me acostaba con el que me apetecía, no te lo he contado porque cuando Pablo se enteró empezó mi calvario, ya no solo con que había sido infiel sino que también era puta, no he sido puta nunca he vendido mi cuerpo repito, nunca cobre por acostarme con ninguno, cobraba por darles compañía, necesitaba el dinero y ellos compañía, lo dejé gracias a tu padre.

- ¿Te acostabas con mi padre?

- Ayden haré como no escuche tu pregunta, tu padre me ayudo, en una de esas galas me vio y yo pensé que me iba a echar a la calle, estaba estudiando necesitaba pagar la universidad y por eso lo hacía, el lunes me llamó a su despacho y me preguntó porqué lo hacía y no se porque lo hizo me dijo que lo dejara que él me pagaba la universidad pero que tenía que dejar eso, o me echaba, no me pedio nada a cambio, solo que estudiara y aprobara que quería ver mis notas y que me sacará la carrera, mi carrera la pagó él y cuando me saqué la carrera me dio los tres días a la semana para que pudiera ganarme ese dinero extra y nunca tuviera que volver a hacer eso.

- ¿Te acostaste con Lingot?

- ¿Lingot? - doy una carcajada - Lo de Lingot es fachada Él es gay, lleva a las mujeres a esas galas solo por aparentar.

- ¿Porqué no me lo contaste? Joder Patricia nunca te he obligado a nada pero creo que esto era algo importante, no me importa tu pasado, te lo he dicho pero joder, esto...

- No te preocupes Ayden, gracias, Gracias por estos meses contigo.

- No quiero que te vayas.

- Tu cara no dice lo mismo, y yo no te lo voy a poner difícil ni quiero obligarte a que lo hagas, yo me iré.

Entonces entra Chloe, Ayden no dice nada más, y yo entiendo su silencio.

- Mama Patri, me cantas mi canción.

Me la llevo subo a su habitación le doy un abrazo muy fuerte y un beso, me queman las lagrimas en los ojos le canto su canción y ella se duerme.

Llamo a Alex para saber si ya está fuera.

- Patri, Ayden me dijo que me fuera que tu te quedabas.

- Alex, yo me quiero ir, su mirada Alex, me miraba con asco, lo sabía, tenía que haberlo contado antes de haberme quedado embarazada, pero no esperaba que ocurriera así.

- No quiero que te vayas. - me dice por detrás.

- Patri me llamas si me necesitas. - dice Alex y cuelga.

- Tu mirada me dice lo contrario Ayden. No te voy a obligar a quedarte conmigo, no me debes nada, al revés te debo yo muchísimo, estos meses, todos estos meses contigo han sido los mejores de mi vida y no los cambiaría por nada en el mundo, pero tu mirada dice que se arrepiente, te dije que no te merecía y que cuando supieras la verdad no quería ver tu mirada, y al final, este final no era él que yo quería.

Ayden sigue callado, ya ni me mira, me voy a la habitación que me preparó Él. El amor de mi vida, cierro la puerta y entonces es cuando exploto.

Me despierto ya bien entrada la noche, miro la hora son las tres de la mañana, salgo de la habitación toda la casa está a oscuras, enciendo la luz del pasillo, abro la puerta de Chloe, está dormida le doy un beso, le vuelvo a cantar su canción le doy un beso y le digo lo cuanto la quiero, escribo una nota a Ayden, recuerdo esa nota y lo pienso más que nunca.

Mi amor, un día soñé con estas palabras, y lo pienso, eres y siempre serás el amor de mi vida, porque en el mundo hay tres clases de hombres los buenos, los malos y luego estas tú excepcional para todo, te amo espero que un día me perdones por el daño que te he causado.

Entro en la habitación él está dormido, quisiera darle mi último beso sabor a menta, pero no quiero despertarlo, dejo la nota sobre la mesa de noche, llamo un taxi y me salgo a la calle.

Vuelvo a mi piso.