C32 Capítulo 32 Ayden

Vuelvo a notar sus temblores, vuelve a temblar, habíamos dejado esto hacia meses, vuelve tener miedo.

Hago que se sienta más tranquila con mis palabras deja de temblar y aunque le tengo muchas ganas, también se respetarla.

Entonces le abrazo y se queda dormida, le doy un beso y con ella entre mis brazos me quedo dormido.

Me despierto sobresaltado Patri está gritando.

- No, no lo hagas...

La despierto, y ella se despierta asustada.

Me abraza fuerte, muy fuerte.

- Solo era una pesadilla cariño, estoy aquí, no te va a pasar nada.

Ella sigue abrazada a mí.

- Voy a por agua.

- No, no me dejes sola.

Me dice abrazándome.

- Estas sudando cariño, quítate ese pijama, sabes que aquí no hace tanto frío, ¿por que te lo has puesto?

Y cuando termino mi pregunta yo mismo me contesto.

- Cariño, siempre te he respetado, nunca te he tocado sin que tu quisieras, sería incapaz de hacerte nada que tu no quieras hacer.

- Lo sé.

- Venga ponte esto. - Le tiro mi camiseta. - Se que te gusta dormir con ella.

Entonces sonríe. Y yo sonrío con ella.

- ¡Eh! Nadie debería poder arrebatarte tu hermosa sonrisa. Te amo, no lo olvides. - Le digo.

Vuelvo a acostarme a su lado y ella posa su cabeza en mi pecho y se vuelve a dormir enseguida.

Despierto ya de día ella no está en la cama, y cuando entro al baño me la encuentro en la ducha, se tapa, salgo del baño, vuelve a sentir vergüenza, todo lo que habíamos avanzado, lo hemos retrocedido.

Ella sale envuelta en una toalla, me da un beso.

- Buenos días. - me dice sonriendo.

Y pienso que al menos sonríe.

- Buenos días cariño. ¿Todo bien?

Ella asiente y se mete en el vestidor. Cuando salgo del baño ella ya no está en la habitación, me la encuentro en la habitación de Chloe preparándola para el cole, haciéndole sus trenzas.

- Gracias mama, papi no sabe hacer trenzas.

Ella le sonríe y le da un beso.

- ¿Hoy me vas a ir a ver al cole?

- ¿Cómo es eso? - pregunto.

Patri mira a Chloe y Chloe le sonríe.

- Nos ha pillado. - dice Chloe.

- Creías que podía estar tanto tiempo sin verla.

- Y la has ido a ver al colegio.

- Si la recogía yo todos los días y se la dejaba a Sara.

Me acerco y le beso, esta mujer me sorprende todos los días con algo.

- Te quiero. - Le digo.

- Y yo a ti. Vamos a desayunar huelo los creps de mi madre desde aquí.

Y efectivamente cuando llegamos a la cocina está su madre haciendo el desayuno, ella coge el bote de chocolate y yo no se si es un crep con chocolate o chocolate con crep.

- Patricia, no hagas eso. - Le dice su madre sin mirar.

Y cuando la miro se esta metiendo una cucharada de chocolate ala boca.

Me hecho a reír, su madre le da un manotazo en la cabeza.

- Mama...

- Pareces una cría.

- Los creps de mi madre son los mejores del mundo.

- Entonces no has probado los míos. - Le digo.

- ¿Sabes hacer creps? ¿Cómo nunca me lo has hecho?

- Soy francés claro que se hacer creps, y no sabía que te gustaba.

- A ella no le gusta el crep, le gusta el chocolate.

Esa tarde tenemos la ecografía pero recibo una llamada de ella a las 7 de la tarde.

- ¿Puedes venir? - dice llorando.

- ¿Dónde estas? ¿ que pasa?

- Han llevado a Alex a urgencias Pedro no me ha dejado ir con ellos ¿puedes venir y llevarme? Ayden no quiero salir sin pensar en nada, estoy pensando en que puede estar fuera esperándome para volver a atacar, pero si no vienes cojo un taxi.

- Patri, tranquilízate estoy ahí en diez minutos, espérame.

Llegamos al hospital, ella ha ido llorando todo el camino, Alex estaba con dolores muy fuertes y la tensión se le había subido muchísimo.

- ¿Qué hacen aquí? - pregunta Pedro.

- No voy a dejar a mi amiga sola.

- Peque, aquí no haces nada, le están haciendo pruebas las contracciones han parado y la tensión se le ha bajado, Alex está de treinta y cinco semanas y nuestro niño está bien, solo que tiene apuro por nacer. Vete a casa.

- Déjame verla. - insiste.

- Sabes que si no la ve no se irá. - Le digo yo.

Entonces la deja pasar.

- Siempre ha sido tan cabezota. - dice Pedro.

- Oye, porque le dices Peque siempre.

- Si te molesta me lo dices, le digo Peque, porque ella es la pequeña de los seis que éramos, siempre le he dicho Peque, siempre ha sido la más pequeña, aunque luego dio un estirón que le pasa de tamaño a Alex y Lorena.

- No me molesta es simple curiosidad.

Media hora después sale ella, viene sonriente y tranquila y entonces si se va.

Alex sale al día siguiente del hospital.

Mientas su madre está aquí, todos los días desayunamos juntos, ella vuelve a sonreír. Aún tiembla cuando vamos a dormir, y yo le dejo su tiempo, todo lo que ella necesita.

Su madre se va y ella ese día de encierra en el cuarto que le preparé.

Sale a medio día para almorzar y se que ha llorado.

- ¿Estas bien?

Ella asiente y aunque no ha sonreído por lo menos está tranquila, decido avisar a Pedro y Alex para que venga esta noche, estar con Alex siempre le viene bien.