C33 Capítulo 33 Patri

Mi madre se fue hoy, no puede venir para Navidad y será la primera Navidad que paso sin ella, se que Ayden quiere ir a París con su familia y me parece injusto que con todo lo que hace por mí yo me niegue a ir con él, me encierro en la habitación a llorar, aunque entiendo la situación no puedo evitar hacerlo, salgo a medio día cuando Ayden me avisa que ha hecho el almuerzo.

Pasamos la tarde viendo películas, hace frío fuera y preferimos no salir.

- He invitado a Alex y Pedro a cenar, ¿Prefieres pizza o que haga algo de cena?

- Eso no se pregunta, siempre elegiré pizza.

Acuesto a Chloe, hoy está inquieta, le noto algo de fiebre, le doy su medicina y espero que pase bien la noche. Me acuesto con ella para que se duerma, y con su canción se duerme enseguida. Y yo con el cansancio también me quedo dormida.

Me despierta Ayden.

- Cariño, han llegado Alex y Pedro. ¿Estás bien?

- Me quedé dormida.

Bajamos Alex tiene una barriga muy bonita, se nota que está a punto de explotar.

La mía también ha crecido.

- ¿No has tenido más contracciones?

- No, ahora se ha quedado tranquilo tu ahijado.

- Mejor, que no sea desesperado, que aún le queda una semanas para salir.

Entonces me llaman al móvil.

- Jon, ¿Qué tal?

- Enserio peque, Jon.

Entonces me aparto.

- Patri, quería felicitarte, tu madre ha dicho que estás embarazada, Lorena también lo está y vamos a ir a Madrid dentro de unas semanas y me gustaría hablar contigo de una cosa que no quiero hablar por teléfono.

- Jon, gracias y felicidades a ustedes también, mañana llamo a Lorena no se nada de ella desde que fui a Barcelona, y si nos vemos cuando vengas, avísame.

Cuando llego a la mesa sé que han estado hablando de Jon.

- ¿Qué quería el desgraciado?

- Nada, simplemente felicitarme por el embarazo, Lorena también está embarazada y que en dos semanas viene a Madrid y quiere verme.

- No quedarás con él. - dice Pedro enfadado.

- Y tu quien te crees que eres para decirme eso.

- Cariño, si es verdad lo que él ha contado...

- ¿Qué coño le has contado Pedro?

- La verdad. La que tú niegas.

- Te dije que se iba a enfadar. Eres la ostia Pedro.

- Tu verdad Pedro, pero esa verdad no es la realidad, sabe dios lo mal que lo pase por el daño que te hice, te he pedido perdón de todas las formas posibles, pero tu tapas el dedo con el sol.

- Cariño, Relájate. - me dice Ayden. - Pero si cabe una posibilidad de que sea verdad lo que él me ha contado.

- ¿Haber que te ha contado? ¿Qué Jon me drogó? Y otra violación más en mi historial, eso te contó, porque él prefiere esa verdad a pensar que yo, le engañe.

- No quiero que quedes con él.

- Tu tampoco eres nadie para prohibírmelo.

Salgo por la puerta, doy un portazo y no me voy a mi piso, porque pienso en todo lo que me ha pasado por mis arrebatos.

Escucho la puerta abrirse.

- Entra, te vas a poner mala.

- No quiero entrar, déjame sola.

Entonces me abraza por detrás, me da un beso en el cuello.

- Estas congelada entra, por favor. Patri un día te pedí coherencia y te la vuelvo a pedir ahora, entra.

Entro porque realmente tengo frío, pero subo directamente a la habitación.

Alex me toca unos minutos después

- Patri, nos vamos solo quería despedirme.

Abro la puerta y le abrazo.

- Dile a tu marido que se meta la lengua en el culo.

- Que mal hablada eres cuando quieres. - se ríe. - hasta mañana.

Siento la puerta de abajo cerrarse y entonces Ayden es el que toca en la puerta.

- Pasa, esta abierta.

- Vamos a dormir cariño.

- Ayden entiende que tu no me puedes prohibir nada, no soy tu hija, soy tu pareja.

- No quiero prohibirte nada, pero si cabe una mínima posibilidad de que lo que Pedro ha contado sea verdad, quiero que pienses en nuestro bebe.

- Siempre me puedes acompañar tu.

- Solo si tu quieres.

Asiento y lo beso, nos besamos desesperados, sé que Ayden tiene ganas, y yo también las tengo llevamos unas noches jugando pero por mis temblores Ayden siempre para.

Le miro a los ojos, le muerdo el labio y vuelvo a besarle, siento como sus manos suben por mis muslos, y vuelvo a temblar, no consigo evitarlo, Ayden para, pero yo sigo besándole.

Ayden aparta sus labios de los míos.

- Sigue. - susurro.

- Estas temblando, no te veas obligada.

- Quiero... Sigue.

Entonces me quita la camiseta, me desabrocha el sujetador y se mete un pecho en la boca, lo muerde desesperado y yo jadeo, me recuesto en el suelo, Ayden sigue hasta mi vientre ya abultado.

- Bebe tapate los oídos. - Sonríe.

Me quita el pantalón, yo tiemblo, estoy nerviosa, sé que Ayden me lo nota y vuelve a parar.

- Sigue. - susurro.

- Estas temblando.

- Sigue por favor. - Le digo un poco más alto.

Vuelve a besar mis labios.

- Para seguir necesito que dejes de temblar. - me susurra - tengo muchas ganas pero cuando tu estés lista.

- Estoy lista, hazlo. Ayden hazlo sabes que se me quitara.

Ayden me quita el tanga, me toca un poco y sonríe, sé porqué sonríe.

- Tiemblas, pero siempre estás lista.

Se prepara para penetrarme, y entonces noto como tiemblo más aún, Ayden se va a echar para tras pero lo agarro con mis piernas. Me mira a los ojos.

- Hazlo, te hecho de menos, hazlo. - susurro.

Ayden me besa y entonces me penetra muy despacio, gimo de placer, Ayden va despacio no se si por la barriga o por mis temblores.

- Ya deje de temblar. - vuelvo a susurrar - hazlo como tu sabes.

Ayden se apodera de mi boca mientras sube la intensidad de sus embestidas, como siempre Ayden sabe como hacer, Ayden me hace disfrutar, nuestras respiraciones están aceleradas, Ayden da una embestida más profunda que hace que mi orgasmo que llevaba rato formando salga, grito en su boca, mientras me besa, da un par de embestidas más y cae a mi lado, con la respiración aún acelerada.

- Como te echaba de menos. - me dice. - ¿tu estás bien?

- ¿Bien? Como me hacía falta el sexo que me das. - sonrío. - estoy fenomenal.

Entonces le habla a mi barriga.

- Bebe, esto que acabas de escuchar, olvídalo. Papa te quiere mucho.

Entonces se mueve, cojo la mano de Ayden y la pongo en mi barriga.

- Háblale, se mueve cuando lo haces.

Entonces le vuelve a hablar.

- Espero ser el papa que deseas, tengo muchas ganas de ver tu carita, para saber como te llamas.

Entonces da una patada mucho más fuerte.

- ¡Ay! Que bruta eres. - digo yo.

- ¿Eso fue el bebe?

- Claro.