C41 Capítulo 41 Patri

Lo escucho hablar, mientas observo, su mirada, su barba sin afeitar, sus ojeras, y cuando me doy cuenta tiene el traje que se puso el día de la gala.

- ¿Por qué aun llevas el traje de la gala?

- Porque aún no he ido a casa después de esa noche. He pasado la noche en el coche esperando a que salieras de casa de Alex para hablar contigo y luego pasó todo esto y he pasado estos cuatro días en el hospital.

- ¿Por qué lo haces si tu no me quieres? ¿Quieres quitarme a mi hija?

- ¿Me crees capaz de quitarte a nuestra hija? ¿Y quién te ha dicho que no te quiero? Como quieres que te demuestre que no hay otra mujer en el mundo para mí, solo estas tú. Que como tú le dices a Chloe, te quiero hasta el infinito y más allá.

- Ya.

- ¿No me crees?

Yo no contesto, porque me tengo que obligar a no creerle, me volverá a hacer daño.

- Quería que este momento fuera más romántico, tenía preparada toda una sorpresa en nuestra casa, pero bueno, no pudo ser.

Entonces saca una cajita roja de su bolsillo.

Pone esa canción que una vez me dedicó.

A partir de hoy

Tu mirada es mi reflejo

El reflejo de mis sueños

Cuando sueño como un beso

Se transforma en un 'te quiero'

Un 'te quiero' de tu voz

- Un te quiero de tu voz, es todo para mí y cuando me lo dices, mi mundo deja de existir, solo estamos tú y yo, como dice esta canción, te amo Patri, mi vida sin ti, ya no es vida, cásate conmigo, pasa tu vida junto a mi.

Lo miro, sin saber que decir, no me esperaba esa declaración al revés pensé que me iba a decir que solo jugó conmigo y que si se iba a casar con la otra.

- Si quieres salgo a fuera y te canto la canción con mariachis y te hago una serenata pero sé que no te gusta llamar la atención. Y yo no canto también como tu.

Sonrío, por primera en vez en cuatro días, vuelvo a sonreír.

- No me hagas daño Ayden.

- Nunca cariño.

Entonces me besa, y yo le beso, y mientras lo hago espero que me esté diciendo la verdad.

- Supongo que la respuesta a mi beso significa que serás mi esposa.

Dice poniéndome el anillo.

- Es el mismo de mi sueño. - digo sorprendida.

- Por eso tardé tanto en pedírtelo, porque no encontraba este anillo, quería este, porque cariño te hubiera pedido que te casaras conmigo el primer día que me viste en nuestra casa y me besaste pensando que estabas soñando.

Entonces entra Alex, se enfada conmigo y con Ayden.

- ¿Ya la has vuelto a enredar en tus mentiras?

- Déjame sola con Alex. - Le pido.

- Pero...

- Ayden vete a casa, descansa, cámbiate de ropa y vuelve.

Ayden se va por la puerta, y la cierra cuando sale.

- ¿Has traído mi móvil? - Le pregunto.

- Si, pero Patri ¿enserio lo has perdonado?

- Déjame hacer una llamada, porque Alex quiero mucho a Ayden, muchísimo pero quiero saber la verdad, Petra la sabrá.

Llamo a Petra, que me coge la llamada al segundo timbre.

- Ternura, ¿Cómo estas?

- Petra, ingresada en el hospital.

- ¿Pero estas bien?

- Si, necesito la verdad sobre lo de Williams, ¿tu has sabido algo más?

- Lingot si lo ha sabido y me ha preguntado por ti, al parecer cuando viste a esa mujer abrazada a él, él estaba diciendo que te quería y que iba a casarse contigo, y que cuando se dio la vuelta pensando que eras tú, y vio que era ella se enfado muchísimo y le dijo incluso que cuando estaba con ella, era por interés, y porque su padre lo tenía obligado.

- Entonces no me ha mentido.

- Si eso fue lo que te contó no te ha mentido, siento mucho el mal entendido, supongo que lo de verlo en el hotel con ella también tiene su explicación, al parecer allí delante de todos declaro su amor por ti.

Me despido de Petra, y Alex me mira esperando una explicación.

- Me dijo la verdad. Me quiere Alex.

- ¿Qué?

- Dice Petra que Ayden declaró su amor por mi en la gala y que cuando se dio cuenta que quién le abrazaba no era yo, se enfadó con ella, todo lo que me dijo él era verdad.

Alex me abraza.

- Me ha pedido que me case con él, me caso Alex.

Mi amiga me abraza, y llora conmigo.

- Menos mal no me equivoque con él, me sentía tan culpable.

- Alex, tu siempre me has ayudado no tendrías la culpa de nada. Gracias Alex por siempre estar a mi lado.

Llevo un mes ya en el hospital, estoy que me subo por las paredes, no me quieren dar el alta y estoy pensando en pedir el alta voluntaria.

- Peque, el quedarte ingresada es por tu bien, si vuelven las contracciones y tu estas en tu casa tal vez tu corazón no lo aguante.

- Porque le contaste a Ayden lo del corazón.

- Tendrías que habérselo contado, pensé que él lo sabía siempre se preocupaba por tí, pensé que lo sabía.

- Estoy segura que esa me la está guardando, porque cada vez que me dicen algo del corazón me mira con cara de reproche.

- Y yo lo apoyaré, eso no tendrías que haberlo ocultado.

- Dame el alta, ya no he tenido contracciones, me han quitado la medicación y nunca más las tube, la anemia vuelve a estar controlada.

- Lo hablaré con el cardiólogo, pero yo no te la daría.

- Por favor. - Le miro haciendo un mojin.

Pedro sale y mi madre llama por teléfono, se preocupa y estando en Barcelona, más todavía.

Tocan la puerta y digo que pasen.

- Petra, no te esperaba.

- No me mates Ternura, pero Donaire me acompaña.

- ¿Qué? Tu quieres que tengas problemas con Williams.

Entonces entra Mario Donaire, siempre ha sido un hombre elegante y guapo, pero yo solo lo veía como un negocio, y cuando me apetecía como un pasatiempo.

- Ternura, ¿Cómo estás Preciosa?

- Bien, gracias deseando irme de aquí, llevo aquí un mes y parece que llevo un año.

- Me quedé preocupado cuando le pregunté a Petra y me dijo que estabas ingresada, ya sabes que tu siempre has sido mi debilidad. - dice mientras pasa sus dedos por mi mejilla.

- Estoy bien, solo ha sido un susto.

- ¿Entonces cuando salgas quedamos para tomar algo Ternura?

- Mario, gracias por preocuparte pero Ternura no existe y yo tengo pareja.

- Ternura existe estás aquí. - intenta besarme, y yo lo aparto

Justo en el momento que entra Ayden y le da un puñetazo.

- Williams.

- Lárgate Donaire.

- Ternura...

- Mi mujer se llama Patricia.

- Mario gracias por la visita, pero Ayden tiene razón.

Él se va, y Ayden me hecha una mirada, que duele.