C48 Capítulo 48 Patri

Cuando vemos el estado en que llega Chloe sé que tendremos una discusión, me la llevo antes de que monte en cólera, la meto bajo la ducha y le ayudo a poner el pijama.

- Te has pasado esta vez Chloe.

- Fue solo una cerveza mama.

- Chloe, no me mientas yo me las sé todas, sabes que esto traerá consecuencias. Ahora duérmete mañana papa va a querer hablar contigo.

La dejo en su cama y sé que ahora llega el momento de la discusión.

- Ya lo sé, es mi culpa.

- No, no lo es, le diste un voto de confianza y ella no lo aprovechó. Pero a partir de ahora con las salidas de mi hija solamente opinaré yo.

Con esta conversación me doy cuenta de que Ayden nunca me vio como la madre de Chloe aunque después de nuestra boda yo adoptará formalmente y Chloe lleve mi apellido Él nunca me vio como tal.

Me meto al baño porque estoy demasiado dolida con esas palabras y ahora mismo lo que menos quiero es meterme en la cama a su lado, salgo y decido ir a la habitación donde está Alex.

Abre Pedro.

- Vete a dormir a la otra habitación, dejame dormir con Alex hoy.

- ¿Qué ha pasado?

- ¿Para que quieres saberlo?, ¿para que lo defiendas? Parece que Ayden es más amigo tuyo que yo, vete a hacerle compañía anda.

Alex me mira y entonces es cuando me derrumbo y empiezo a llorar.

- ¡Ey! ¿Qué ha pasado? - Pregunta Alex asustada.

Pero yo solo me quedo abrazada a ella llorando.

Cuando tocan en la puerta sé que es él, y vuelvo a cerrarla, Alex va y abre y entonces ya no vuelve a tocar.

- ¿Qué pasa? No recuerdo verte tan llorona desde el embarazo de Ayden.

- Ya lo sé, ya sé que estoy embarazada, y por primera vez estoy pensando en abortar Alex, otro más y sé que Ayden lo quiere tener, sé que tiene muchas ganas de tenerlo pero...

- ¿Desde cuando lo sabes?

- Desde que me hice la prueba casera, sino que con tu marido no puedo hablar porque le suelta todo al mío, he estado hablando con mi genicologa de aquí y dice que tengo algo de tiempo para pensármelo ahora mismo estoy de ocho semanas y la próxima sería la última semana para decidirme.

- ¿Y no piensas hablarlo con Ayden?

- ¿Sabes lo que me ha dicho hace un momento?

- ¿Qué te dijo?

- Chloe llegó borracha.

- Mira no llevará tus génes pero en algo se te parece.

- ¡Que graciosa! - me enfado - y Ayden me dijo de muy malas formas que lo que ciña a su hija... Su hija Alex.. que las decisiones las tomaba él.

- Piensa que puede que esté enfadado.

- Y tiene razones para estarlo, Chloe llegó borracha... pero Su hija... después de once años que nos conocemos, y que me he hecho cargo de Chloe como una hija, y de 9 años de matrimonio.

- Háblalo con él, ya no tienes 23 años como cuando se conocieron, ya tienen más madurez, ya no me puedes pedirme qué te lleve a tu piso como hacias cada vez que te enfadabas con él. Y Patri cuéntale lo del embarazo, aunque no pienses tenerlo.

Esa noche duermo con Alex, como cuando salíamos de fiesta y nos quedabamos juntas a dormir. Cuando me levanto Alex ya no está.

Voy al cuarto de Chloe y ella sigue durmiendo.

Mi pequeño dinosaurio ya se ha levantado y cuando me vé se abalanza sobre mi y me da un beso.

- Buenos días mami.

- Buenos días dinosaurio.

Él sonríe, y su sonrisa es preciosa. Abro la puerta de Patricia y mis niñas ya no están en sus camas y huelo los creps de mi madre desde aquí arriba. Entonces me queda mi habitación donde se que tengo que tener una conversación con Ayden, pero cuando entro Ayden no está, miro en el baño y tampoco.

Decido bajar a la cocina, huelo los creps de mi madre y me ha entrado hambre.

- Bella durmiente, ya te íbamos a despertar. - Suelta Alex.

- Sabes que el olor de los creps de mamá Montse siempre me despierta.

Cojo el chocolate y una cucharada y mi madre sin mirar vuelve a soltar.

- Patricia no hagas eso.

Todos ríen y yo me atraganto con el chocolate.

- ¿Donde está Ayden?

- Papa se acaba de ir al despacho. - dice Patricia.

Me dirijo a su despacho.

- Buenos días. - Le digo seca.

- Buenos días cariño. Entra quería hablar contigo.

- Y yo contigo.

- Veo que sigues enfadada.

- Pues sí, pero tenemos que hablar.

Él se me acerca.

- ¿Me niegas mi beso de buenos días?

- Tenemos que hablar y no quiero que me distraigas con tus besos.

- Lo siento, me enfadé.

- Lo sé, pero..

- Si, tu eres su madre, desde que la conociste, desde que la viste por primera vez, tu has sido su madre, siento mucho mis palabras.

- Vale. Pero hay otra cosa que tenemos que hablar.

- ¿Pasa algo?

- ¿Tu eres feliz?

- Claro que lo soy.

- Entonces ¿Porqué tanto empeño en querer otro hijo?

- No lo sé, podemos permitirnos tener más hijos y siempre he querido una familia grande.

- Ayden te mentí, hace un mes cuando me hice la prueba de embarazo, dio positivo... pero yo no quiero, no se como decírtelo... haber cariño no me arrepiento de ninguno de mis hijos, lo sabes.

- ¿Quieres abortar? ¿Enserio?