C55 Capítulo 55 Ayden

Prefiero irme de la casa, nos hemos dicho cosas que nos hacen más daño aún, y puedo entender lo enfadada que estaba Patri por yo creer que había hecho alguna locura, pero siempre tengo que entender yo...

Ella me llama varias veces, pero le cuelgo la llamada... me paro en un bar, y me pido una copa. Necesito olvidar un poco el problema que tengo en casa...

Pero olvidar no es lo mío, sé que tenemos que solucionarlo, y si ella quiere el divorcio yo se lo daré.

Recibo un mensaje de ella.

- Vuelve, hablemos, deberías saber lo cuanto te quiero, siempre te quise. Porfavor vuelve.

Pero no le contesto, hace media hora decía lo cuanto me odiaba. Vuelve a llamar pero sigo sin contestar.

Media hora después recibo otra llamada del seguridad que le puse.

- Williams.

- Señor Williams, su mujer ha cogido el coche y...

- ¿Qué pasa?

- Ha perdido el control del coche y ha tenido un accidente se la están llevando al hospital ahora mismo.

- Te dije que no la dejaras sola...

Cuelgo, cuelgo sin dejar contestar cojo el coche y voy directo al hospital.

Allí aun no me pueden decir nada, aún le están haciendo pruebas, él medico no sale.

Mando un mensaje a mi madre para que avise a Montse y Alex.

Y dos horas después sale él medico.

- Señor Williams, su mujer está grave, no ha recuperado el conocimiento en estas dos horas, y hasta que lo haga no podremos saber hasta qué punto puede haberle afectado su accidente.

- ¿A qué se refiere?

- Puede que no vuelva a caminar. Pero no quiero adelantarme y quiero esperar a que ella se despierte.

- ¿Y porqué no se despierta? Lleva dos horas ahí dentro.

- Para esa pregunta no hay respuesta, el escaner no muestra ninguna hemorragia cerebral, así que lo hará.

- ¿Puedo verla?

Él medico me lleva donde está ella, tiene heridas por todo el cuerpo, cortes, vendajes.

Agarro su mano y le doy un beso.

Esta así por mi culpa...

Media hora después llega Alex y Montse, los niños están asustados, Patricia escucho cuando mi madre le contó que Patri había tenido un accidente y no para de llorar, Chloe también quería venir, y la convencieron de que se quedara en casa ayudando con sus hermanos.

- ¿Qué ha pasado Ayden? - me pregunta enfadada Montse.

- Cogió el coche perdió el control de él y se estampó contra un árbol, y es mi culpa, me llamó y yo no se lo cogí, tenia que habérselo cogido.

- Tu no tienes culpa, se me cruzó un perro y por eso perdí el control del coche. - Dice ella recién despierta.

- ¡Ey! Te has despertado. - Le digo - Llama al médico tienen que hacerle unas pruebas. - Le pido a Alex

Le cuesta abrir los ojos, casi no contesta a su madre.

Los médicos llegan. Le hacen preguntas, como se llama, donde vive, cosas de su vida cotidiana.

- Podrían salir.

- ¿Pasa algo?

Él medico sale y nos explica que van hacerle, tienen que saber si tiene sensibilidad en las piernas.

Entonces nos dejan fuera veo por el cristal como empiezan a hacerle pruebas ella niega con la cabeza, y empieza a llorar y yo no puedo dejarle sola en esto, entro.

- Señor mejor que espere fuera.

Ella me mira con sus ojos inundados en lágrimas.

- No pienso dejar a mi mujer sola.

Le agarro su mano. Unos minutos después salen los médicos, y ella dice que no sintió nada.

- ¿Me voy a quedar inválida?

No se que contestarle. Le doy un beso en la frente y salgo a buscar él medico.

- ¿Volverá a caminar?

- Si, si lo hará... estamos mirando el escaner y tiene el nervio inflamado, tendrá que hacer mucha rehabilitación, y en unos meses estará caminando.

Vuelvo a la habitación y ella está abrazada a su madre, como le gustan los abrazos de su madre.

Alex me mira con reproche.

- Ya te vale... salir huyendo del problema en vez de enfrentarlo. - me dice susurrando - pensé que eras otro tipo de hombre, que los enfrenta. Ella puede haber cometido errores, eso lo sabemos todos y la que más lo sabe es ella, pero dudar de su amor por tí, cuando lo dejó todo por seguirte a ti.

Entonces me mira ella, su madre me mira, y también me reprocha con la mirada.

- Vamos a por un café Alex. - Le dice Montse.

Ellas se van y yo me quedo en la puerta mirando a esa mujer que me tiene locamente enamorado desde hace once años.

- ¿De verdad crees que nunca te he querido? - pregunta ella susurrando.

- No cariño, no creo eso, sé que me quieres igual que yo te quiero a ti, y siento lo que te dije, siento haberte dejado sola cuando más me necesitaste.

- ¿Volveré a caminar?

- Los médicos dicen que si, tardarás unos meses, pero volverás a caminar como siempre.

- Ayden, no te odio, no podría tener ese sentimiento así a ti, no tienes culpa del aborto, la culpa es mía...

- No, no lo es, su corazón se había parado hacia días no fue por la caída te lo dije.

- ¿Y porqué me dejaste sola? Te Necesitaba...

- Porque aunque sé que tu no tuviste la culpa... yo..

- Me culpaste.

- Tu no lo querías.

- No, no lo quería, pero cuando te lo conté y te dije que lo íba a tener lo decía de verdad, pienso que si tardé tanto es porque sabía que no podría hacerlo, lo hubiera podido abortar sin que te enteraras, el mismo día que mi genicologa me vio, pero no pude, y desde que tomé ma decisión lo quería igual que quiero a nuestros hijos.

- ¿Lo hubieras hecho?

- No, no pude. Sabes no sé qué tanto te dije esta mañana, no lo recuerdo, pero si no te dije lo cuanto te amo, te lo digo ahora. No quiero el divorcio, porque te amo.

Entonces no puedo tener tanta distancia con ella, me acerco y le beso.

- Me encanta tus besos con sabor a menta. - sonríe.

- Siento no haber cogido el teléfono.

- Tu también tienes derecho a enfadarte.