C62 Capítulo 62 Patri
Cuando intento seguir el paso de Ayden, noto el tirón que me da en la espalda y ya me cuesta caminar, me siento en la cama y noto como me cruje, el dolor es intenso, pero Ayden ni cuenta se da, y ya cuando voy a levantarme noto como mis piernas no me responden, no puedo moverlas, Ayden enseguida me coge para llevarme al medico y yo solo pienso en que no quiero quedarme inválida.
Al llegar a la clínica Pedro ya está esperando.
- Di la verdad tenias ganas de venir a la clínica. - dice burlándose.
Pero yo no le veo el chiste.
Me hacen pruebas, escaner, y analítica.
- ¿Por qué la analítica?
- Lo pidió el doctor Sánchez. - Responde la enfermera.
Me sacan a la sala de espera. Y la añoranza de mis pequeñas cabecitas asombrosas me viene cuando veo que entra un pequeño.
Pedro me pasa a su consulta.
- ¿Porqué pediste la analítica?
- Para saber tu nivel de anemia. Y por ahora todo bien, ahora viene el traumatólogo y te dará los resultados.
- ¿Me voy a quedar inválida?
- No seas tan loca, claro que no, ya Ayden nos ha contado que has dejado el fisioterapeuta y que no has estado haciendo los ejercicios y que por ti misma soltaste el bastón.
- Claro, ustedes parecen más amigos que tu y que yo... a veces pienso que tu amigo era él y no yo... pero como no entre hombres...
- No Patri, no es así... Esta vez actuaste mal, tendrías que haber buscando otro fisioterapeuta, y seguir tus ejercicios, no hacerlos por ti misma.
Tocan a la puerta y es el traumatólogo.
- Señora Williams, todo está bien el nervio se ha inflamado, debido a un mal gesto pero con ibuprofeno empezará a notar
alivio.
- Soy alérgica al ibuprofeno.
- Si tiene varias alergias a medicamentos. - Le dice Pedro. - ahora miramos uno que si te puedas tomar.
- Mejor que se lo pinchen, hoy y mañana para que sienta alivio inmediato. - vuelve a decir el traumatólogo.
Nos vamos con un pinchazo más, y es verdad que empiezo a sentir alivio antes de llegar a casa.
Llegamos casi terminando la tarde y los niños ya están dentro.
Ayden me deja sentada en el sillón, y los niños vienen a donde estamos.
- Estás bien mama. - vienen gritando.
Patricia se queda abrazada a mí.
- Estoy bien solo fue un tirón en la espalda.
- Donde está Chloe. - pregunta Ayden.
- En su habitación. - Dice Marie.
- No te preocupes Ayden su puerta está abierta y le he dado una advertencia a Sebastián. - Dice Alex.
Media hora después Alex se va, Mili acuesta a los niños y Ayden y yo nos quedamos solos en el salón.
- Ayden, gracias por haber pensado en venir a vivir a Madrid, pero sabes que me gusta muchísimo la libertad que tengo en París y aunque odio la distancia que me separa de Alex y mi madre...
- Lo sé cariño. - me corta - vamos a pasar esta semana tranquilos y ya lo hablamos al llegar a París.
Sonrío, y asiento con la cabeza. Él me da un beso sabor a menta.
- Ahora llega la hora de echarte la bronca. - me dice serio. - como se te ocurre ocultarme lo del fisioterapeuta ese. Y ocultarme que ya no estabas recibiendo la terapia.
- Es que... sabía que te enfadarías Ayden llevamos unos meses malos, si no discutimos porque quiero ir sola a llevar los niños al colegio, lo hacemos por el color de las paredes, todo es una discusión, a veces siento miedo de pedirte algo, como el venir a la comunión de nuestro ahijado, porque evito la discusión contigo.
- Pero es obvio que me enfade porque otro tipo intente besar a mi mujer, tu te enfadarías si una tía intentara besarme.
- Lo sé. Pero es que hasta me evitas, ya no quieres ni acostarte conmigo, llego a pensar que te he dejado de gustar, y si fuera así me gustaría saberlo, porque de hacerlo varias veces a la semana incluso varios el mismo día, Ayden llevamos uno en toda la semana, hecho de menos a mi marido, el que para el ascensor y me hecha un polvo sin pensarlo.
- No tenía condones Patri.
- Si, igual que no los tenias a noche en la ducha. Llevas meses pidiéndome un hijo, y después del accidente se te fue esa idea, cuando te dije que sí, cuando por fin te digo que lo tengamos tu cambias de idea, y me evitas.
- Te dije que primero había que hablar con el médico.
- ¿Y por eso me evitas? ¿No me tocas? ¿No me besas?
- Porque tú eres una tentación, y si empiezo luego no puedo parar.
Yo le miro aún sería, porque a veces pienso que igual que yo evito discutir con él, él puede estar haciendo lo mismo.
Entonces me besa en los labios.
- Tus labios rojos, me encanta y siempre lo harán. - me susurra.
Me da varios besos en el cuello.
- Tu cuello, me gusta muchísimo y siempre lo hará. - me dice.
Me quita la camiseta y me baja el sujetador me chupa los pezones.
- Tus pechos, son preciosos, y me gustan tanto como tu cuello.
Entonces me desabrocha el pantalón y me lo quita, besa mi vagina por encima del tanga.
- Y esto de aquí cariño, me pone muchísimo, cuando llego aquí no puedo ni quiero parar.
Entonces mete su mano dentro del tanga, acaricia mi clítoris, y yo doy un gemido.
Y cuando mete un dedo dentro sonríe.
- Y cuando veo lo preparada que estás, solo pienso en cómo hacerte disfrutar, como enterrarme en ti y no salir nunca.
Da un tirón a mi tanga, y yo solo jadeo, se baja un poco el pantalón y se mete de una sola estocada dentro de mí, gimo se mueve como sabe que me gusta mi orgasmo se empieza a formar, Ayden me besa y explota mi orgasmo en su boca.
Ayden sale de mi y se pone un condón, y vuelve a meterse y después de un par de embestidas más llega él que cae encima mía recuperando el aliento.
- No dudes nunca de lo cuanto me gustas, de lo cuanto te deseo, eso nunca cambiará por más años que pasen. - me susurra.
Cuando sale de mi, ve como el condón se rompió.
- Joder, esto es la primera vez que pasa. - maldice.