C7 Capítulo 7 Patri

Me duele el pecho mientras nos alejamos de su casa, Alex y Pedro van en silencio y se que tienen muchas preguntas.

- Ya pueden empezar. - les digo.

- ¿Empezar con que?

- No se hagan los tontos tienen ganas de preguntar empiecen.

- Pues yo sí tengo una pregunta. - dice Alex - después de este fin de semana aún te quieres ir.

- Después de este fin de semana es cuando más me tengo que ir, si ese psicópata me ve con Ayden lo pondrá en peligro y él tiene una niña pequeña y yo no puedo ponerle en peligro.

- No creo que ese hombre se deje amedrentar por ese imbécil, con él has vuelto a sonreir, llevabas meses sin hacerlo Patri y deberías pensarlo.

- Sabes que no me merezco un hombre así de bueno, este fin de semana ha sido solo eso ver lo que nunca podré tener por mi mala cabeza, no me merezco ningún hombre y menos a Ayden. Este fin de semana hemos reído, comimos, dormimos juntos...

- Follaron juntos. - dice Alex en plan burla - perdón Patri, pero me lo pusiste a huevo.

- Ya... - me quedo pensativa.

- ¿Lo hiciste? - Alex me mira sonriendo - No me lo puedo creer Patri, lo hiciste.

Pero no contesto.

Alex y Pedro me insisten, y no les cuento lo que pasó en mi casa, el resto del fin de semana Él me respecto y yo lo agradecí, aunque nunca había disfrutado tanto en una sola vez, mi cuerpo parecía reconocer esas manos, y cuando me rozó mi cuerpo tembló, no recordaba esa sensación, hasta que Él me volvió a besar, acariciar...

- Mierda... - digo en alto.

- ¿Qué pasa? - pregunta Alex. - ¿no usaron protección? - y vuelve a reírse.

- Peque, ¿sabes que tienes que tener cuidado no?

- Si lo se, no te preocupes Pedro.

Me olvide la pastilla del día después, no me la tomé, se me olvidó.

- Cuéntame lo del trabajo en Londres.

- Si aún te quieres ir en unas semanas en la empresa de mi Padre queda una vacante en relaciones publicas y con todos los idiomas que te sabes serias ideal para el puesto, tienes mi casa allí que puedes vivir sin problema, pero quiero que te lo pienses bien, es un cambio muy grande allí estarías sola y al parecer aquí has encontrado a alguien que está dispuesto a hacer todo por ti, vi la preocupación en sus ojos cuando te vio llorar, este hombre es diferente al hijo de puta que te hizo daño y mi punto de vista es que le des una oportunidad.

- Y ponerle en peligro a él y a esa niña, no, no puedo hacerlo.

Llegamos a mi casa y me acompañan al portal, me despido de ellos dos y cuando se van me dispongo a entrar, me tiran del brazo y tiemblo, tiemblo...

- Tranquila, soy yo.

Respiro hondo cuando escucho su voz, pero vuelvo a ponerme nerviosa.

- No deberías estar aquí te pones en peligro si te ve conmigo vete por favor. - digo casi como un susurro.

- ¿De quien tienes tanto miedo?

- Enserio, vete no soy una buena mujer vete.

- No sé porqué dices eso, pero no me has parecido mala tampoco.

- ¿Qué haces aquí?

Entonces me enseña la caja de la pastilla, se la quito de la mano.

- Gracias, ahora vete, quédate con el maravilloso fin de semana, por lo menos yo me quedaré con ese recuerdo. Alejate de mi, no te busques más problemas.

- Pero cuéntame de que tienes tanto miedo. - insiste.

Entonces lo invito a entrar aquí fuera se pone en peligro si nos ve juntos y es lo último que quiero.

Subo las escaleras rápido él viene varios escalones detrás mía y le llaman por teléfono, le miro y le digo que yo seguiré.

- Voy enseguida. - me dice.

Yo asiento y sigo hasta mi puerta, entonces siento un golpe fuerte en mi espalda y cuando doy la vuelta, vuelve a estar mi verdugo ahí.

Me agarra del cuello contra la pared, siento que me levanta porque no siento el suelo debajo de mis pies.

- Te salió un defensor, o simplemente fue suerte lo del viernes, por tu culpa volví a pasar la noche en comisaría, pero aquí me tienes, eres una puta, y como una puta te tengo que tratar.

Lloro, me tiene la garganta tan apretada que siento que me falta el aire, sé que en nada perderé el conocimiento, mis ojos se cierran y entonces siento que vuelve a entrar aire a mis pulmones, caigo al suelo, y cuando consigo abrir los ojos, Ayden le está pegando, Él se intenta defender, pero no ha conseguido darle ninguna, Ayden le da varios puñetazos y Él se cae al suelo.

Veo la policía llegar, estoy segura que algún vecino vio lo que estaba pasando y la llamó.

Pero quieren llevarse a Ayden por haberle pegado.

- Él solo me defendió, mira mi cuello, me hubiera matado si no llega en ese momento, tengo una orden de alejamiento que no cumple nunca.

- Debería ir a urgencias para levantar una denuncia.

- ¿Otra más? Tengo miles de denuncias que se salta cuando le da la gana solo porque es abogado y saldrá por un tecnicismo, me tendrían que llamar para avisarme de que sale de la cárcel y nunca lo hacen, cuando me haya muerto dirán, pobrecita una más, pero no hacen nada antes.

- Señorita, vaya a urgencias levante la denuncia, esta noche él la pasará en calabozo.

- Ya y mañana volverá a venir y a lo mejor no corro con tanta suerte.

Ayden me mira asustado, se lo llevan.

- ¿Estás bien? - me pregunta.

He vuelto a mi realidad, y vuelvo a llorar, me duele muchísimo la espalda por el golpe que me dio.

- Venga vamos a urgencias.

Ayden me lleva, se queda a mi lado como en mis sueños me agarra de la mano.

Desde urgencias levantan una denuncia.

- ¿Sabe El nombre de su agresor? - asiento - ¿Me lo puede decir?

- Pablo Herrera.

Ayden me mira, le sonará el nombre, es el abogado de su empresa, y habrá hablado con él millones de veces.

Volvemos a casa en silencio, silencio que Ayden rompe con preguntas.

- Pablo Herrera, ¿No es el abogado de mi empresa?

- Si.

- ¿Y fue tu novio?

- Si.

- ¿Me puedes contar algo más?

- Solo quiero irme a mi casa y meterme en mi cama.

Entonces Ayden no me dice nada más, llego a casa y Él sube conmigo, me meto a la ducha y cuando salgo pienso que ya se abre ido, pero no, me ha preparado un té.

- Pensé que ya te habrías ido.

- Haber como consigo explicarte esto sin que te enfades, prefiero llevarte a mi casa, pondré seguridad, te pondré seguridad a ti, pero como sé que te va a costar un poco ir, no me voy a apartar de tu lado ni un segundo, seré tu sombra, estaré a tu lado, cuando estés preparada para contarme todo lo que ha pasado antes de llegar yo, estaré para escucharte, pero no te obligaré a hacerlo antes, sé que dirás que no eres suficiente mujer para mi, pero yo a veces pienso que no soy suficiente hombre para ti, así que déjate querer tomate el té y descansa.

- Eres diferente.

Me tomo mi té y Ayden me ayuda a meterme en la cama, me acaricia el pelo y me duermo enseguida.