C72 Capítulo 72 Patri

Consigo dormirme enseguida, y sé que es por sentir a Ayden a mi lado, cuando me despierto él sigue allí, me meto a la ducha y cuando salgo él ya se ha despertado.

- Buenos días. - me dice sonriendo - ¿Estás bien?

- Buenos días, si todo bien, voy a despertar a Patricia.

Salgo de la habitación Ayden sigue siendo una tentación para mí, y cuando me sonríe, sé que puedo caer en su trampa.

Entro en la habitación de mi niña, está dormida la despierto como a ella le gusta, dándole besos en la mejilla y haciéndole cosquillas.

Ella sonríe.

- Buenos días mami.

- Buenos días, princesa levántate y cuando estés lista bajas a desayunar.

- ¿Y papa?

- Se quedó en la habitación.

- ¿No se fue?

- No cariño, está en la habitación, levántate y prepárate.

Bajo hasta a la cocina y preparo el desayuno, leche con cereales para mi pequeña y mi café, y no puedo evitar preparar el café de Ayden.

Entonces mi niña entra por la puerta de la cocina algo triste.

- ¿Qué pasa?

- Papa se fue, prometió que iba a desayunar con nosotras.

- Cariño papa está en la habitación.

- No estaba, fui a buscarlo y no está en la habitación.

- ¿Y en el baño? Cariño yo lo dejé en la habitación, vuelve y mira.

Joder Ayden volvió a dejar a nuestra hija tirada. Cojo el teléfono y lo llamo seguramente no me lo coja, como siempre.

- Dime. - y si me lo cogió.

- ¿Dónde estas?

- En el despacho.

- Joder Ayden prometiste a Patricia desayunar con ella, se lo prometiste.

- Y lo haré, estaba en el despacho de casa. - dice mientras entra en la cocina.

- Joder. - me sobresalto - pensé que te habías ido.

- Prometí desayunar con ustedes y lo haré. ¿Huele a café?

- Si, con unas gotas de leche y 2 cucharillas de azúcar.

Él sonríe y Patricia entra en la cocina y al ver a su padre en la cocina también sonríe.

- Papá, pensé que te habías ido.

- Te prometí desayunar contigo y con mamá.

Entonces nos sentamos los tres en la mesa.

- ¿Me vas a devolver la llave del coche?

- No, nos vamos juntos hoy.

- ¿No me vas a dejar llevar mi coche?

- No, te dije que hoy nos vamos los tres, dejamos a Patricia en el colegio y nos vamos a la oficina.

Ya empezamos mal, no me dejará ni llevar el coche y ya me quedo enfadada.

Patricia sin embargo, no puede dejar de sonreír y eso es lo único que me alivia.

Durante el camino recibo varios mensajes, a los cuales contesto.

- ¿Es Alex? - pregunta Ayden.

- ¿Que?

- ¿Qué quién te manda tantos mensajes a esta hora?

- Ayden, no voy a discutir contigo, es que no quiero, pero hace dos días daba igual quien me mandaba mensajes a las ocho de la mañana.

- ¿No me vas a contestar?

- Pues no.

Entonces Ayden coge mi móvil abre la ventanilla del coche y lo tira.

- ¿Qué coño haces?

Patricia empieza a ponerse nerviosa, la situación me pone nerviosa a mi, y aunque quiero callar, en mi cara se nota el cabreo.

Llegamos al colegio, mi niña se baja sé que está nerviosa, la abrazo y le digo que todo está bien.

Ella se va lentamente, mira varias veces para tras y hasta que desaparece yo no me voy.

Miro a Ayden con enfado, noto lo que me arde la cara, de lo enfadada que estoy.

- Sigo pensando lo mismo, quiero el divorcio. - le digo desde que me siento en el coche.

- Lo siento.

- No Ayden, no, lo siento no me vale, lo siento ya no vale. ¿Qué coño te pasa?

- ¿Has conocido a alguien en estos meses?

- ¿Qué? ¿Le estás dando a la droga? ¿De que vas?

- ¿Dónde te metías cuando te escapabas de Damien y Jonas?

- Yo flipo vamos, ahora seré yo la culpable de todo, no Ayden no te he engañado, no he conocido a nadie, no me iba con nadie cuando tu pasabas de mi, pero ¿Sabes? si lo hubiera hecho yo no tendría la culpa.

- Siento lo que hice con el móvil, no se que me pasa Patri, sé que te estoy perdiendo, siento que solo te he hecho daño, y por más que estos dos días he hecho de todo por verte sonreír tu ya no me sonríes, le sonríes a los niños, a mi madre, a Alex, incluso a Lucie pero a mi ya no me sonríes.

- Me has hecho mucho daño, se que habrás pasado mal tu solo, pero lo has hecho solo porque quisiste, yo siempre he estado ahí, esperándote, y no Ayden no me estás perdiendo, me has perdido, me puedes quitar el coche, me puedes quitar el móvil, pero recuerda que ya no soy la chica que conociste hace doce años, que por cierto también olvidaste este año esa fecha, esperé un mensaje aunque fuera, solo un mensaje, y no Ayden no lo recibí. Lo peor de todo es que yo sigo queriéndote, como el primer día, que me escapaba de tus gorilas solo para que me llamaras y poder escuchar tu voz aunque fuera para decirme que me ibas a quitar el coche, y tu nunca te diste cuenta, pero solo tienes que seguir haciendo como estos últimos cuatro meses, olvidar de que existimos. Dame el divorcio y la custodia de los niños.

- Déjame intentarlo cariño, déjame volver a enamorarte, no me dejes.

- Yo no te he dejado, me has dejado tu.

- No es así, sabes que no es así, sé que tendría que habértelo contado y que sonaba estúpido cada vez que te lo contaba, sonaba a mentira, y cuando te lo conté hasta a mi me pareció estúpido, pero nunca me aparté de ti para hacerte daño, al revés para no hacértelo y al final te hice más daño. Te amo y eso no ha cambiado.

- Tengo una reunión en media hora, ¿podemos irnos?