C73 Capítulo 73 Ayden

La voy a perder, la siento tan decidida, ya no puedo controlar mis impulsos, pienso en que si ha conocido a otro, y por eso me insiste tanto en el divorcio y como bien ella dice tendría yo la culpa, me alejé de mi familia por ser impulsivo, ni cuenta me di de como le había crecido la barriga, sus ojeras, por más que se maquille se le nota, y ya no me contesta a mis te amo.

Al llegar a la oficina ni quiere meterse conmigo en el ascensor.

- Vamos, entra. - Le digo.

- No, ve subiendo tu.

- ¿Es enserio? Patri..

Entonces sé que es por no escucharme, pone los ojos en blanco y se mete y da a su planta.

- Dime que tengo que hacer para que me perdones.

- No lo sé, la verdad es que no tengo ni idea, porque a noche ese marido que tanto eche de menos volvió, mi hija volvió a sonreír porque su padre volvió, pero esta mañana no reconozco el tío que me quito el móvil de la mano y lo lanzó por la ventanilla del coche, ya no eres el mismo Ayden, y ese el que me quita el móvil y me quita el coche solo para tenerme controlada no me gusta nada, encima insinúas que si conocí a otro, de un hombre así no me enamoré, ni lo quiero.

- Ibas sonriendo a las ocho de la mañana mandando mensajes, a mi ya no me sonríes.

- Podrías preguntarte el porqué - mira enfadada.

- Sé porqué. Tus ojeras, que hoy no están pero ayer se te veían por debajo del maquillaje, los llantos de nuestra hija, tus lágrimas, esas que solo han sido mi culpa, pero no puedo perderte, sabes que sin ti...

Entonces el ascensor para en su planta... ella sale sin dejarme terminar.

- Palabras Ayden, son simplemente palabras.

Y desaparece en su oficina, vuelvo a bajar, voy a comprarle el móvil que le rompí, no se que me ha pasado, nunca he sido tan impulsivo, pero su indiferencia conmigo me está haciendo ser lo que no soy, y yo sólito me lo he buscando.

Una hora después estoy devuelta en la oficina, voy directo a su despacho.

- Buenos días Lucie, está mi mujer.

- Patri acaba de subir a su planta, iba algo apurada.

Subo a mi planta y veo como está enfadada.

- Patri. ¿Qué pasa?

- Te estaba buscando. ¿Y este ramo? Bueno da igual, déjame la llave del coche.

- Entra al despacho.

- No tengo tiempo Ayden, han llamado varias veces a mi móvil, ese que me rompiste esta mañana, han llamado al tuyo, pero estarías ocupado y no lo cogiste y han llamado a tu madre, Patricia ha estado llorando en el colegio, ha vomitado y hay que ir a buscarla, me dejas la llave del coche.

Le miro, ni caso le hizo a las flores que le compré.

- Le diré a Damien que te lo traiga. - me dice mientras de va. - y le dije a Lucie que cualquier cosa te preguntara a ti, estoy sin móvil.

Me quedo con el ramo en la mano y el móvil en la otra.

Llamo a Damien, para que la acompañe, aunque sea de tras del coche.

Y termino por llamar a Arlette, necesito hablar de lo que me está pasando, nunca he sido tan impulsivo, con Patri siempre he pensado todo antes de actuar y ahora mismo, no pienso, no soy dueño de mis impulsos, tengo miedo a perderla, tengo miedo a que haya encontrado otro en este tiempo y por eso yo ya no sea importante para ella, ¿me habrá dejado de querer? Solo espero que no, y que me perdone todo lo que he hecho, que me perdone mi mala cabeza, que perdone mis impulsos y el daño que le hice no solo a ella si no también a nuestros hijos.

La llamo, pero salta el buzón, claro, rompí su móvil.

Me llevo las manos a la cabeza, tengo una reunión y no estoy centrado, no escucho lo que dicen en la reunión, solo tengo a mi mujer en la cabeza, y el daño que le he hecho, y que la he perdido.