C78 Capítulo 78 Patri

Ayden sale casi huyendo del restaurante Alex me reprende. Y sé que tiene razón así que voy a buscarlo está en el coche con su cabeza apoyada en el volante, le digo el porqué, ahora mismo nuestra vida no es la que era hace cuatro meses, y eso él debería entenderlo, y lo hace, y cuando pienso que ya podemos volver me hace la pregunta que ni yo misma se que contestar, prefiero pensar en la fidelidad de Ayden, pero no puedo evitar recordar esas fotos que me llegaron hace unas semanas, porque cuando me llegaron me quería morir, pero recordé que tenía hijos y ahí empecé a pensar en el divorcio, me volví a olvidar esas fotos, él me jura que no me podría ser infiel, y vuelve a mi cabeza el recuerdo.

- Explícamelo, porque después de esa foto me mandaron otra, tu sabrás donde fuiste después de salir de ese restaurante.

- ¿Quién fue? ¿Quién te mandó esas fotos?

- ¿Me las puedes explicar Ayden?

Su cara es de pánico y no se si quiero la explicación, pero yo me lo he buscado, y si esto tiene que terminar que sea ya.

- ¿Puedes bajarte del coche? - me dice sin mirar.

- No, no puedo, ¿Piensas volver a dejarme otros cuatro meses Ayden? ¿Estoy pidiendo mucho?

- No, no pienso dejarte, no me estás pidiendo más de lo que yo pediría. Saber la verdad.

- ¿Entonces?

- No puedo perderte.

- ¿Eso significa que me engañaste? - pregunto casi como un susurro.

Él se queda callado y yo me tomo su respuesta como afirmativa, empiezan a salir de mis ojos lágrimas sin poder remediarlo. Abro la puerta del coche.

Necesito entender porque me engañó pero me bajo y cierro la puerta del coche y él arranca y se va.

Me tomo mi tiempo para entrar, no quiero que me vean así, pero cuanto más pienso más lloro. Le mando un mensaje a Alex para que salga.

Me abrazo a ella, y lloro.

- ¿Qué ha pasado?

- Me engaña, está con otra.

- ¿Qué dices?

- ¿Te acuerdas de las fotos? - ella asiente - está con ella, me ha engañado.

- Me dijiste que no se lo ibas a preguntar.

- Él me preguntó si seguía pensando en que me había engañado, que si él no sería capaz, y recordé las fotos y se lo dije, que me las explicara se quedó callado cuando le pregunté si me había engañado con ella. Y solamente se marchó.

- ¿Ayden se fue?

- Sí. Se marchó.

Alex hace que me tranquilice, sé y sabe que desde que entremos preguntarán por Ayden y no quiero derrumbarme quiero quedarme con la sorpresa que me han dado mis niños hoy, y eso se me va a ser complicado, porque hoy he recibido la sorpresa que a toda madre le gustaría recibir de parte de sus hijos, y lo peor que puedes recibir de la persona a la que amas.

Volvemos a casa Patricia no ha dejado de preguntar por su padre como ya lo había predecido.

Cuando llegamos a casa Chloe me busca a solas.

- ¿Se volvió a ir?

- Chloe, papá me ha engañado con otra, no se si sigue viéndola, no se si fue una vez, una aventura o se ha enamorado, pero después de saberlo...

- Mamá...

- No haré que elijas, solamente quiero que sepas que yo siempre estaré para cuando me necesites. Y Chloe no digas nada a Patricia aún.

- ¿Tu estás bien?

- No, no lo estoy... pero tengo que ser fuerte y saldré de esta.

Chloe se va, no sin antes abrazarme fuerte.

Y unos minutos después entra Alex.

- ¿Estás bien?

Yo la miro, noto como se acumulan las lagrimas en mis ojos.

- ¿Has sabido algo de él?

- Lucie me ha llamado, está en la oficina gritando a todo el mundo. Está enfadado, ha roto varios muebles. Y voy a ir a hablar con él.

- Patri...

- Solo haz que los niños no se enteren, porfavor. Yo estaré bien.

Llego a la oficina y todos me miran, están asustados.

- Váyanse a su casa, nos vemos el lunes. Disfruten del fin de semana.

Veo como salen corriendo, más que un jefe cabreado, parece un asesino.

Entro en su despacho, tiene un vaso en la mano. Sin mirar lo lanza contra la pared.

- He dicho que no me molesten. - grita.

- Ayden. Tienes a todos ahí fuera asustados.

- ¿Qué haces aquí? - me dice suavizando la voz.

- No lo sé, buscar explicaciones, motivos, un porqué, mañana hablaré con los niños, y quiero serles lo más sincera posible.

- No te he engañado.

- Explicame las fotos entonces. ¿Porqué no lo haces Ayden?

- Porque en esas fotos vez lo que yo iba a hacerte, pero no pude, no pude.

Cada vez entiendo menos.

- Iba a engañarte, la conocí en un bar un día de tantos que llegaba tarde, hablamos, tonteamos y le di mi teléfono. Estaba borracho, sabes que no doy mi teléfono. Me llamo al día seguiente y no se que me pasó por la cabeza, tu me reprochaste ese dia no llegar temprano para cenar con los niños y estaba enfadado contigo porque volviste a escapar de Damien y Jonas y la invite a cenar, pero cuando llegue al hotel, simplemente recordé lo cuanto te amo, lo cuanto te quería y que no podía hacerte eso, lo único que pasó fue lo que viste en las fotos.

- ¿No me has engañado? ¿La besaste?

- No te he engañado ya te dije sería incapaz y solo la bese en el cuello, si. Lo que viste en la foto.

- ¿En la boca?

- No. No podía.

Me acerco a él, le miro a los ojos.

- ¿Desde que estas conmigo te has acostado con otra?

- Ya te dije que no, no podría hacerlo.

Y cuando me lo dice mirándome a los ojos sé que me dice la verdad. Acerco mis labios a los suyos.

- El dolor de creer que me has engañado es mucho más fuerte, que cuando casi me muero por las contracciones de Patricia, no me engañes nunca Ayden, prefiero que me dejes, pero tus labios, tus besos, tu, mientras estés conmigo, aunque estemos enfadados que seas solo mío.

Entonces le beso. Su sabor a menta con mezcla de alcohol.

Empiezo a sentir dolores, y doy un grito.

- ¿Qué pasa? - pregunta asustado.

- Estoy teniendo contracciones Ayden y es demasiado pronto.