Tu amor devuelta/C81 Capítulo 81 Ayden
+ Add to Library
Tu amor devuelta/C81 Capítulo 81 Ayden
+ Add to Library

C81 Capítulo 81 Ayden

Me quedo con los niños y me doy cuenta de todo lo que ella tubo que cargar sin mi, antes de yo alejarme yo la ayudaba desde que se iba Mili, nos encantaba ir de habitación en habitación viendo como ya,se habían dormido, como he olvidado eso.

Me siento a esperarla sé que se ha ido a cenar con Pedro, aún así le preparo algo para después los dos picar.

Desde que llega viene a darme un beso.

- Hoy he bebido mucho, no quiero que te vuelva a afectar.

- No fue el sabor a alcohol de tus besos, mis dolores eran por los nervios. Hoy Ayden, he recibido una sorpresa preciosa, nunca te lo conté, pero la canción que me cantaron los niños hoy, se la cantaba yo a mi madre, y siempre soñé que un hijo mío me la cantara y hoy ya no fue solo mis hijos, sino también esa niña que cogí con cinco años como si fuera mía, cuando la vi a ella cantarme con ese cariño y emoción, de verdad que ver a los míos me emocionó pero Chloe la que más.

- Te quiere, eso siempre será así.

- Pero después recibí del hombre al que amo, por él que deje todo, hacerme el mayor daño posible, eses nervios que cogí solo imaginarte en la cama con otra, dando tus besos a otra...

- Desde que estoy contigo, mis besos solo han sido tuyos, y solo he dormido contigo. - me quedo pensativo. - Miento, por mi cama han pasado varias mujeres, desde que estoy contigo.

- ¿Qué? - pregunta asombrada.

- Patricia, uff era peor que Chloe en nuestros sueños y Marie aún se escapa a veces para colarse entre los dos.

- Ya no lo hace. Lleva dos meses sin hacerlo.

- Ven, te tengo una sorpresa, no es Italia, pero quería que tu día terminara bien, y olvidaras un poco todo.

La llevo al salón donde tengo todo preparado, mi móvil no ha dejado de vibrar en mi bolsillo, y me tiene algo nervioso.

- ¡Uau! Vino sin alcohol.

- Contestaré todas tus preguntas, pero quiero que terminemos bien esta noche.

- Solo quiero la verdad, sin que me ocultas detalles, como el de ir a cenar y los mensajes que te has mandado con esa enfermera. Y confío en ti, siempre lo he hecho, sé cuando me mientes, y cuando me dices la verdad, sé que me dices la verdad cuando dices que no me has engañado, pero has estado a punto, ¿tan poco me valoras? ¿Porqué has ido a buscar consuelo en otra cuando en casa yo te esperaba para dártelo?

- Al principio empezó con lo que ya te conté, y conforme iba pasando las semanas me enfadaba contigo porque te escabas de Damien y Jonas y no había un día que no lo hicieras, me despertaba pensando hoy hablaré con ella y luego tu volvías a cabrearme con lo mismo.

- Puedes atender el teléfono me esta poniendo nerviosa. - dice enfadada.

Yo saco el móvil del bolsillo y lo apago.

- ¿Es ella? ¿Que tanto hablaron? ¿Porque se hizo tantas ilusiones contigo? Se atrevió a llamarte e intentar acercarse a ti delante de nuestra hija, le da igual que estés casado.

- Ya te dije solo tonteamos, por mensaje...

- Ella decía hoy que solo con un beso suyo, haría que te olvidaras de mi.

- Nunca le mentí dije que estaba casado. Y cuando llegamos al hotel, y fue a besarme, al mirar sus labios, simplemente no pude, recordé tus labios rojos, el sabor de tus besos y solo quiero quedarme con ellos, no quiero otros, no necesito otros, y en los mensajes hablamos de...

- De lo que iban a hacer en ese hotel... - dice casi como un susurro.

- Pero es que cuando se lo mandaba a ella, pensaba que eras tú, todo lo que te quería hacer a ti, todo lo que necesitaba hacerte a ti.

Veo como se aleja un poco de mí.

-¿Hace cuanto le envías mensajes?

- Solo nos mandamos mensajes una semana, y luego vino esa cena, desde ahí no le volví a contestar.

- No me mientas. Ella decía que dejaste de contestar hace semana y media y las fotos fueron hace dos semanas quizás tres.

- Si, pero ya mis contestaciones no eran las mismas, le daba largas, le decía que no iba a volver a quedar con ella porque te quería y no podía hacerte ese daño. Y ya dejé de tener esas conversaciones que nunca debí tener con ella, y cuando me pediste el divorcio, ese fue mi límite y dejé de contestar.

- Nunca, ¿has querido acostarte con ella?

- Cariño, no te quiero mentir...

- Espero que no lo hagas.

- Mis primeras conversaciones fueron... - hago una pausa buscando la palabra adecuada.

- Sexuales. - Susurra.

- Pero cuando le decía algo, no me la imaginaba a ella sino a ti, es que incluso viéndola hoy, no tan bebido, no sé cómo me fije en ella.

- Necesito una copa, esta conversación...

- No puedes, se coh...

- Soy coherente, lo he sido estos meses he sido la más coherente de los dos.

- Lo sé, aunque no te has acordado de las vitaminas.

- La anemia está controlada, me dijo mi genicologa hoy. Y el lunes buscaré otra, no quiero volver a esa clínica. Hay que mirar nuestro seguro médico.

- ¿Estás segura? Esta genicologa lleva contigo desde que tuviste a Patricia.

- ¿Y volver a ver a tu amiga? No gracias.

- No hablemos más de ella... te voy a besar, pero cariño si sabe a alcohol apartame.

Nos besamos, enreda sus manos en mi pelo y tira de él para separar nuestras bocas y me mira a los ojos.

- Ayden, que tus besos sean solo míos, que tú entero seas solo mío, no vuelvas a pensar siquiera hacerme ese daño.

- Soy tuyo cariño, solo tuyo.

Nos interrumpe Patricia entrando al salón.

- Cariño ¿Qué haces levantada? - Le dice ella.

- No sabía si habías llegado.

- Si ya hace rato, estaba hablando con papá, ve a dormir yo voy ahora a darte un beso.

La niña asiente y se vá, y Patri se va detrás.

- ¿A donde vas?

- Ver los niños y darle el beso de buenas noches a Patricia.

Yo la abrazo y le susurro al oído.

- Voy contigo.

Entramos primero en la habitación de nuestro niño.

- Pequeño dinosaurio, un día te romperás los dientes. - Susurra.

Y veo como nuestro pequeño tiene medio cuerpo fuera de la cama.

Cuando entra en la habitación de Marie, se vuelve a mirarme.

- Le dije que ese pijama no, ya le queda pequeño y pasa frío.

- Me dijo que tu le habías dejado preparado ese pijama para hoy.

- He buscado el mismo pijama en otra talla más grande y no lo consigo. Es un terremoto.

Al salir me mira y antes de entrar a la habitación de Patricia.

- Tenemos que buscar un psicólogo a Patricia.

- Está Arlette, tal vez ella pueda ayudar.

- ¿Quién es Arlette?

- Mi psicóloga.

- La masajista, no gracias, una psicóloga infantil, las pequeñas cabecitas pensadoras no trabajan igual que la de los adultos. ¿Tuviste algo con ella?

- Es psicóloga, nada más.

Ella asiente y abre la puerta de Patricia.

- ¿Qué pasa? - Le pregunta a nuestra hija que está llorando.

- Me duele mucho la barriga mamá.

- ¿Tanto como para llorar cariño?

- Papá puedes salir. - me pide.

Report
Share
Comments
|
Setting
Background
Font
18
Nunito
Merriweather
Libre Baskerville
Gentium Book Basic
Roboto
Rubik
Nunito
Page with
1000
Line-Height