C91 Capítulo 91 Ayden
Ella me mira pero no me contesta.
- ¿Me voy a Barcelona, mi madre me está esperando, tu vas a venir o te vuelves a París? - dice levantándose de la mesa.
- Cariño. - Tiro de su brazo - comete lo que has pedido, lo has dejado entero.
Ella no me contesta, mira su plato y vuelve a sentarse, da dos bocados pequeñísimos.
- Estoy llena. - me dice
La miro reprendiendole.
- No has comido nada.
Noto el esfuerzo que hace, pero se lo termina comiendo. Volvemos a la clínica y recogemos los niños.
Los niños van haciendo bromas por el camino, Marie es la más payasa.
- Ayden para. - grita ella. - para el coche.
Paro a un lado ella se baja y termina vomitando, le doy una botella de agua.
- Te dije que estaba llena. - me recrimina. - No me encuentro bien.
Vuelve a vomitar.
- Te llevo a un hospital, sube al coche.
- No. Para en algún pueblo y nos quedamos en algún hotel, nos vamos mañana, con descansar yo estaré bien.
Ella sube al coche y abre la ventanilla.
- Mamá tengo frío, puedes subirla ventanilla. - Le pide Marie.
- Marie cariño, te dije que te abrigaras bien, ¿donde dejaste tu chaqueta?
- En la clínica.
- ¿Donde está la mochila de Ayden? Ahí hay otra.
- ¿Qué mochila es? - Pregunta Ayden.
- La de dinosaurios que tanto le gusta.
- Creo que la dejaste en el piso.
- No, joder ahí tengo todas las medicinas.
- ¿Olvidaste las medicinas?
Ella me mira, me reprende con su mirada.
Llama a Pedro y pide que le mande una receta por email o como sea, que se ha olvidado las medicinas en Madrid, y volver para tras no es plan.
- Pedro dice que con mi cartilla sanitaria española ya lo puedo recoger.
- ¿La traes?
- Si en mi cartera.
- Busca por aquí cerca algún hotel y algún restaurante paramos a almorzar y luego vamos al hotel a que descanses.
Ella se pone a mirar en su móvil.
- Me he quedado sin bateria, ¿tienes cargador?
- No coge el mío.
Se pone a mirar en mi móvil, tarda unos minutos.
- Vale a media hora hay un hotel, ya he reservado allí, y podemos almorzar en el restaurante del hotel. Te pongo el Gps para que sepas llegar.
Los niños se entretienen con los dibujos, y llegamos enseguida.
- ¿Estas mejor? - le pregunto al llegar.
- Ayden no tengo hambre, solo me apetece acostarme a dormir.
- Come algo almenos, has vomitado y no tienes nada en el estómago. Comes y me llevo a los niños para que descanses y compro tus medicinas.
Ella acepta a regaña dientes, traen la comida, ella solo al ver el plato hace cara de asco, empieza a ayudar al pequeño Ayden a comer, luego ayuda a Marie, yo la paro.
- Yo la ayudo, come tu.
Ella vuelve a mirar su plato, no se ni para que pide pescado si no le gusta, come un poco, que es lo mismo que nada. Se parte una pequeña papa en cuatro y se come el trozo más pequeño.
- No quiero más.
Los niños la miran.
- Pues yo tampoco. - dice Marie que tampoco ha comido mucho.
- Tu come que no has comido nada.
- Lo mismo que tu. - Le suelta la pequeña.
- Marie, no me hagas enfadar. Come.
- Cuando comas tu.
- Marie, no le contestes a tu madre. - Se enfada.
- ¡Ey! ¿Que pasa? Coman las dos. Marie que formas son esas de hablar a mamá.
- Mamá no me quiere.
- Eso no es cierto, te quiero muchísimo, pero tienes el don de sacarme de mis casillas, algo más en que te pareces a papá.
- Por eso no me quieres, como me parezco a papá y a él tampoco le quieres.
- Venga Marie se acabó el numerito, vamos a dormir. Te hace falta la siesta.
Patri se levanta yo le agarro del brazo.
- Come, por favor.
Ella me mira y vuelve a mirar su plato, sabe que no ha comido casi y se vuelve a sentar.
- Vamos Marie, come tu también. - Le digo.
Come un poco más, y se que hace esfuerzo por ello.
Subimos a la habitación, hay tres camas una de Matrimonio y dos pequeñas.
Ella se mete en el baño a ducharse, yo espero a que salga.
- ¿Estás bien?
- Sí, me acuesto y me encontrare mejor. Marie, Ayden duerman un poco os vendrá bien.
- No, tu descansa me los llevo al parque está justo aquí enfrente. Cojo tu tarjeta para las medicinas.
Ella asiente y se acuesta, me llevó a los niños que se ponen a jugar en el parque, ríen felices, excepto Patricia que se sienta a mi lado.
- Mamá, ¿estará bien?
- Si dejemos que descanse.
- Lleva muchos días sin dormir.
- Porque lo dices.
- Ya no soy una niña papá. Por eso no me gusta dejarla sola, me he dado cuenta que casi no come y cuando se obliga lo termina vomitando, que se olvida sus medicinas aveces la recuerdo yo, y Marie tiene algo de razón le habla mal a ella, y yo también pienso que es porque se parece tanto a tí. Luego por la noche va a la habitación de Marie y llora, le pide perdón por como le ha tratado, y se queda dormida pero solo unos minutos en su cama, no duerme más que unos minutos. Al día seguiente se maquilla las ojeras, pero ya ni el maquillaje las consiguen tapar.
- Le he hecho mucho daño a mamá.
Patricia asiente, e igual que Marie se parece a mi, ella es idéntica a su madre.
- Vamos a comprar las medicinas de mamá y volvamos, ya hace algo de frío.
En la tienda al lado de la farmacia compro también el cargador.
Veo una tienda de ropa y decido ir a buscar a Patri, trajo poca ropa y así se puede comprar algo para ella y los niños.
Llegamos a la habitación y Patri ya no está en la cama, escucho ruido en el baño, y esta vomitando otra vez.