C92 Capítulo 92 Patri

Ayden se va con los niños, yo me quedo acostada, y solo pienso en cómo le volví a hablar a Marie, me sale sin querer.

También pienso en cómo Ayden me dio su móvil, si tuviera algo que esconder no me lo daría, no tenía mensajes, solo con Chloe, su madre, Sophie y nuestros mensajes... no pude evitar mirarle incluso las llamadas, pero lo mismo son a su madre, Chloe, Sophie , Pedro, Alex y muchísimas que me hizo a mi ayer. También pienso que las pudo haber borrado, pero si tuviera algo que esconder no me hubiera dado su móvil para la mano.

Vuelvo a sentir ganas de vomitar, me pongo de lado, pero me termino levantando y tiro todo el almuerzo.

Ayden llega justo en ese momento.

Le pido mis medicinas, ahí tengo las de los vómitos.

- ¿Has traído agua?

- Y un cargador para tu móvil.

- Lo has pensado todo.

Me cojo la pastilla que es, y mientras abro la botella pongo mi móvil a cargar.

- Marie. - Ella me mira - siento mucho como te he hablado antes, te quiero y eso siempre será así.

Ella me abraza, yo bebo un poco de agua y vuelvo a acostarme.

- Cariño.

Yo miro a Ayden por inercia y me está mirando con la pastilla en la mano.

- Mierda, me la he vuelto a olvidar.

- ¿Estás mejor?

- Más o menos.

- Al lado de la farmacia hay una tienda con ropa he notado que has traído muy poca, si quieres y te encuentras mejor podemos ir.

- Vale dame unos minutos que la pastilla haga efecto.

Viene a besarme pero le giro la cara, y deja un beso en mi mejilla.

Media hora después estamos saliendo del hotel, entramos en la tienda cojo otro abrigo para Marie, varios pantalones y camisetas para los tres,me encuentro con una sorpresa para Marie su pijama favorito y tienen su talla, tambien cojo un pijama para Ayden, sé que anoche pasó frío, un pantalón y otra camisa para él.

- Te cogí un pantalón y una camiseta, ¿Necesitas algo más? En Barcelona hay ropa - le pregunto.

- Ropa interior y medias.

Asiento y cojo todo lo demás.

Ayden coge todas las bolsas y volvemos al hotel.

Ayden se mete a la ducha, y los niños se ponen a ver los dibujos, y mi teléfono suena.

- Mario, dime.

- Ternura, ¿como estas?, ya me dijo el abogado que estas en España, ¿donde estas ahora?

- No tengo ni idea, he parado en un pueblo ya que me encontraba algo mal, mañana iré para Barcelona.

- ¿Me darás esa oportunidad?

- ¿Oportunidad de que?

- De poder hacerte feliz.

- Mario, no te confundas, porque haya pedido el divorcio no significa que haya olvidado a Ayden.

- Te invito a cenar mañana, en Barcelona. Tu dime donde te recojo.

- ¿A cenar Mario?

Ayden me quita el teléfono de la mano.

- No vuelvas a llamar a mi mujer Donaire.

- ¿Qué haces?

- ¿Cómo sabe que me has pedido el divorcio?

- Ayden dame el teléfono, ¿me lo vas a volver a romper? Estás haciendo una escena delante de los niños.

- Contestame. - me grita.

No lo hago, él dejó de tener ese derecho cuando me abandonó.

Patricia me mira asustada, Marie y Ayden miran a su padre asustados.

- Desde aquí vi que hay una cafeteria delante del parque, ¿Vamos a merendar? - Le digo a los niños. - Tu quédate y relájate un poco.

Bajamos a la cafetería, los niños meriendan y yo me pido un café, después me siento en el parque mientras ellos juegan, siento un beso en mi cuello.

- ¿Ya estas más tranquilo? ¿Cuanto llevas sin acostarte con alguien?

- Contigo fue mi última vez.

- Claro...

- Dices que mirándome a los ojos sabes cuando te digo la verdad, mírame, mírame a los ojos verás que no te Miento.

- Ya no se que creerte Ayden. - Digo mirándole a los ojos.

- Solo, te quiero a ti, y cometí un error gravisimo al dejarte sola, pero iba a enmendarlo.

- ¿Has pensado si yo quiero? ¿Has pensado que alomejor ahora soy yo la que ya no quiere estar contigo?

- Sabes que estarías mintiendo. Escuche decirle que aún no me habías olvidado.

- Que no te haya olvidado no significa que te haya perdonado. Ni siquiera hay una explicación razonable de porqué me dejaste. Pero es que ahora tampoco se si la quiero. Porque solo vuelves cuando sabes que te voy a dejar, de que todo será definitivo. Estoy segura que si solo vengo sin pedirte el divorcio tu no estarías aquí.

- Es que te di ese documento para que vinieras a ver a tu madre.

- Mi abogado dice que puedo quedarme a vivir aquí con los niños, teniendo ese documento.

- Ya lo rompi, tu y los niños vuelven a París y volvemos todos a casa.

- ¿Rompiste el documento? Eres un imbecil. Marie, Ayden, Patricia nos vamos, va a llover.

- Espera. - Me agarra del brazo.

- Va a llover.

Me suelto de su brazo y empiezo a caminar para el hotel, los niños me siguen.

Volvemos a cenar en el restaurante del hotel.

- Marie, si cenas todo te doy una sorpresa. - Le digo.

- Si tu cenas todo, te doy un beso. - me dice Patricia.

- Tu me das un beso aunque no cene todo. - Le sonrío.

Ayden me mira y me está reprendiendo con la mirada.

- ¿Pasa algo?

- Le estas dando vueltas a tu comida. ¿Porqué has pedido eso si no te gusta?

- Porque es comida rica en hierro.

El me mira y asiente.

- Te vas a volver de hierro mamá. - Dice Ayden. - Vas a ser un robot.

Nos reímos, normalmente este tipo de ocurrencias las dice Marie.

Siento como me mira Ayden y cuando levanto la mirada tiene su sonrisa mirándome.

- Pequeño dinosaurio, nos hemos olvidado tu mochila en Madrid, pero tía Alex ha prometido ir a buscarla y nos la traerá cuando vaya a Barcelona.

- Dirás a París. - Dice Ayden. - Los niños y yo volvemos a París en unos días, tu harás lo que quieras.

- ¿Ahora tu idea es quitarme los niños?

- Nunca, mi idea es que pases unos días con tu madre y volvamos a París los cinco. Se acerca las navidades y pasarlas como todos los años... juntos.

- Eso me dice el hombre que lleva desde Mayo casi sin dirigirme la palabra.

- Eso te lo dice tu marido, que te quiere y que nunca lo ha dejado de hacer, que es humano y se equivoca como todo el mundo.

- Si, dos veces y de la misma manera. Pero bueno... ¿Ya han terminado de cenar?

- Si, y me lo he comido todo, pero tu no. - Suelta Marie.

- Ya no tengo más hambre cariño. Pero tu te has ganado tu sorpresa.

- Come un poco más. - me pide Ayden.

- Lo voy a vomitar, prefiero aguantar lo poco que he comido.

Desde que llegamos a la habitación Marie me pide su sorpresa y cuando le enseño su pijama favorito salta encima mía.

- Marie, cuidado me vas a tumbar.

- Te quiero mami, eres la mejor.

- Yo si que te quiero arcoiris.