C93 Capítulo 93 Ayden

Ella se va y me deja solo, y solo pienso en que ya no me da explicaciones, ya no me grita aunque sea para demostrar que no me da la razón, solo se retira en silencio.

Tanto daño le hice... No me perdonará nunca.

Llamo a mi abogado, necesito saber que puedo hacer si ella se niega a volver a París y aunque no quiero utilizar los niños sé que será la única forma. Me habla del documento que yo le firme y se lo rompo, sin ese documento ella no tendrá nada, y tendrá que volver.

A la hora de la cena, come muy poco otra vez, pero como ella misma dice es preferible que aguante lo poco que comió.

Los niños se duermen Ayden y Marie se acostaron en la misma cama y Patricia en otra.

- En las bolsas hay un pijama para ti, póntelo.

- Aquí dentro no hace frío, sabes que no me gustan los pijamas.

Pero me mira enfadada.

- ¿Me perdonarás algún día?

- No me apetece tener esta conversación contigo ahora mismo, con mis hijos durmiendo al lado.

Me meto al baño a lavarme los dientes, unos segundos después me toca.

- Entra. - Le digo.

Ella abre la puerta y me mira, me hace un repaso, su mirada recoge mi cuerpo y eso me pone muchísimo.

- Necesito hacer pis. - Me dice.

- Entra y hazlo.

- ¿Te falta mucho?

- Patri, entra y haz pis, no será la primera vez que lo haces mientras me lavo los dientes. - Digo molesto.

Ella entra y lo que antes lo hacíamos sin problemas, me doy cuenta de que se esconde de mí, la miro por el espejo.

- ¿Qué tanto miras? Lávate los dientes y no mires tanto. - Dice enfadada.

- Miro, igual que tú has mirado. - Le sonrío.

- Yo no he mirado nada.

- No, que va... cuando abriste la puerta me miraste de arriba abajo.

- Alucinaciones tuyas.

Ella se levanta y la acorralo contra la puerta.

-¿Qué haces? - Dice enfadada.

Intento besarla pero me vuelve a girar la cara, le doy un beso en la mejilla y otro en el cuello y se estremece, ella no pide que pare y yo sigo besandola.

- Es mejor que pares los niños están fuera. - dice jadeando casi sin aliento.

Meto mi mano dentro de su pijama, miro sus ojos y sé que tiene tantas ganas como yo. Y cuando toco su clítoris un gemido sale de su garganta.

- Se que tienes tantas ganas como yo. - Le susurro al oído.

Su respiración se acelera, y como tiene muy poca barriga sé que puedo hacer eso que le gusta.

Bajo su pantalón y la levanto por el culo, la apoyo sobre el lavabo y cuando voy a besarla vuelve a evitar mis besos.

- Tengo tantas ganas como tu, pero esto será solamente eso quitarme las ganas. - me susurra ella.

Ella pasa su mano sobre mi polla que está latiendo dentro de mis boxers, me la saca y ella misma se lo pone en la entrada de su vagina. Y con sus piernas me lanza a si a ella y entro de una sola estocada.

Se muerde la mano, para no gemir, jadea.

- Necesito tu boca. - Le digo.

Pero ella niega, hecha su cabeza para tras y con dos embestidas más ella llega al orgasmo, noto como sus paredes se contraen, sus pies me aprietan más fuerte y yo llego justo después de ella.

Apoya su cabeza en mi pecho.

- Esto no ha pasado. - Susurra.

- Vaya que no. - Sonrío.

- No volverá a pasar, estoy embarazada sabes que siempre tengo ganas embarazada y llevaba mucho tiempo sin sexo, pero no volverá a ocurrir. Olvida que ha pasado.

Se baja del lavabo se vuelve a vestir y sale del baño. Yo me visto y salgo detrás de ella.

- ¿Porqué no me has dejado besarte?

- Te lo dije Ayden, si tus labios besaban a otra yo no podria volver a besarte.

- No he besado a nadie desde que estoy contigo, no he estado con nadie.

- ¿Estás seguro? Mira haber si tengo alguna foto que me diga lo contrario.

- Estoy completamente seguro, no hay ninguna foto besando a otra mujer, porque no lo he hecho.

- Buenas noches Ayden.

Se acuesta en la cama, yo estoy completamente seguro que no he besado a nadie, desde que bese sus labios no he querido besar otros y nunca lo he hecho.