C94 Capítulo 94 Patri

Desde que veo a Ayden desnudo, no puedo evitar mirarlo, Ayden lo nota, terminamos haciéndolo, yo no puedo evitarlo, tengo muchísimas ganas y Ayden me las quita como bien sabe hacerlo, intenta besarme varias veces, y aunque parece una boberia yo no puedo besarle, solo pensar que él haya podido besar a otra, no puedo.

Él me lo pregunta y me tiro el farol de que pueda que tenga alguna foto, pero él sigue negando haber besado a otra y haber estado con otra.

Me acuesto en la cama y él se acuesta a mi lado, me toca el hombre y le miro.

Y el apoya sus labios con los míos, su hábil lengua entra en mi boca, hechaba de menos los besos con sabor a menta, pero lo aparto.

- No me beses.

- Parecía estar gustándote.

- Buenas noches Ayden.

Pero él me coge por los brazos y me vuelve a apoyar en su pecho, le miro y me acomodo, sé que duermo muchísimo mejor así y no me opongo.

Al día seguiente me despierto con el beso sabor a menta de Ayden pero me hago la loca. Escucho a Marie hablando y entonces abro los ojos.

- Buenos días mami. - me mira a los ojos

- Buenos días arcoiris. ¿Estás bien?

- Tengo hambre.

Me levanto le doy la ropa para que se vistan ella y Patricia y ayudo al pequeño dinosaurio a vestirse.

- ¿Qué pastilla te tienes que tomar por las mañanas? - pregunta Ayden.

- El hierro y las vitaminas. Pero con el desayuno.

Bajamos a desayunar en el mismo hotel.

- Tomatelas antes de olvidarte.

Dice él mientras me da un zumo de naranja y las dos pastillas. Ayudo a Marie con la leche para que no se manche.

Y luego de eso arrancamos para Barcelona.

Durante el camino miro mi correo y tengo uno de Lucie, tengo el telefono del trabajo apagado y no ha podido contactar conmigo, y decido llamarla.

- Lucie, perdona que estoy en España y no me he traído el móvil del trabajo.

- Patri, el cliente de Madpel ha llamado y quería una reunión contigo lo antes posible, al parecer no está contento con algo.

- Lucie, se supone que con ese cliente ya solo tendría que volver a hablar después de haber tenido a mi bebe, ahora estoy en España y no se cuando volveré.

- El lunes volvemos. - Dice Ayden.

- El cliente dice que está en Barcelona no se si te quedará a ti cerca para tener una reunión con él.

- Si, bueno me estoy dirigiendo a Barcelona ahora mismo.

- Le llamo y te digo algo. ¿Cómo puedo contactar contigo?

Miro a Ayden.

- Trajiste tu teléfono del trabajo. - El asiente - llama al teléfono del señor Williams. - y cuelgo.

- ¿Porque estas trabajando?

- Me pagas para ello. Hay un cliente que parece no estar contento y está en Barcelona.

- ¿De qué empresa?

Y se que cuando le conteste no me va ni dejar hablar por teléfono con él.

- Madpel.

- No me jodas, Patri. Pues que se busque otra empresa, ¿desde cuando lo tenemos como cliente?

- Ayden, mi trabajo es traerte clientes, atenderlos cuando pueda, y tenerlos contentos con nuestro trabajo. Desde que trabajo para ti te he traído a clientes muy buenos que alomejor tu no quisieras tenerlos, pero te dejan una gran suma al final de mes y quien trata con ellos cuando hay un problema soy yo, y Madpel es una de ellas.

- No se aún porque no estaba enterado que tenemos a Donaire entre nuestros clientes.

- No te preocupes encuanto me siente en el ordenador te mando una lista de todos los clientes que te he traído durante los últimos diez años. Te pasaré un informe por cada nueva empresa pero espero que tengas tiempo para leerlo por mes te he podido conseguir 6 o 7 clientes nuevos durante estos últimos años y ya sabes como son mis informes.

- Muy detallados, lo sé. No necesito informes. Confío en tu criterio. Tenemos una conversación pendiente sobre ese cliente, y en cuanto des a luz y vuelvas al trabajo nos sentaremos a hablar de ello.

- Dudo que si me quedo en Barcelona vuelva a tu empresa.

- Y dale... Sabes que volvemos en lunes para París, tengo trabajo.

- Pues vuelve tu solo. Nadie te lo impide.

- Los niños tienen clase y vuelven al colegio el martes ya Patricia está faltando mucho. Los pequeños aún no pasa nada, pero Patricia tiene exámenes.

- La apuntaré en algún colegio de Barcelona.

Suena su teléfono del trabajo y se que es Lucie. Él me lo da para la mano.

- Lucie.

- Patri, me dice el cliente que está noche en el restaurante... espera que apunte por aquí... Restaurante Labart algo así.

- Lucie, estoy con mis hijos, no voy a quedar con un cliente por la noche, nunca lo he hecho y no será esta la primera vez, pero no te preocupes yo le llamo y hablo con él.

Ayden se ríe enfadado.

- Solo quiere... - dice enfadado.

- Has pensado que lo que tu has buscado en otra, otros pueden buscar en mi...

Cojo mi teléfono y lo llamo.

- Señor Donaire. - Digo burlándome.

- Ternura mía...

- Haber cuénteme usted que problema ha tenido con nuestro trabajo, porque yo no ceno con mis clientes, así que cancele la cena.

- Ternura no creo yo que me dejes tirado...

- Pues empieza a hacerlo, yo solo ceno con mi familia y amigos.

- Pues una cena como amigos.

- Mario cariño, no empecemos, enserio dime que problema has tenido, no estoy en Paris y puedo tardar en solucionarlo, pero haré todo lo que pueda

- Ternura, solamente quería cenar contigo.

- Pues me alegro entonces que se haya solucionado el problema, Mario, nos vemos en cuatro meses, cualquier cosa que sea de trabajo le avisas a Lucie.

- ¿Y esa cena?

- Conmigo no va a ser. Un beso.

Le cuelgo la llamada Ayden tiene cara de enfado.

- Va a ser la una deberíamos para a almorzar- dice con mala leche.

- Estamos a media hora de casa, podemos llegar de una vez.

- No, tenemos que parar, para que mi hijo crezca antes de nacer.

Miro para tras Marie y Ayden van dormidos y Patricia entretenida con la tablet.

- Patricia dejame tu mochila, mis pastillas están ahí.

- ¿Qué pastilla te tienes que tomar?

- Para no vomitar cuando coma. Ayden y Marie van durmiendo, llega hasta casa de mi madre, es solamente media hora más.

- Dejamos los niños allí y almorzamos juntos, tenemos que hablar de muchas cosas. - dice en modo autoritario.