Tu amor devuelta/C99 Capítulo 99 Ayden
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C99 Capítulo 99 Ayden

Después de salir del cementerio decido llevarla a ese lugar que recuerdo de un sueño donde ella me contaba que ahí fue donde decidía tener a nuestro hijo.

Y parece que ella entiende, y cuando pienso que por fin va a perdonarme, porque ella empieza a sonreír, suena el teléfono, número oculto le he dicho mil veces a Chloe que quite lo de número oculto.

Mi sorpresa es que quien llama el Sylvie bloqueé su número después de que se metió en la habitación de Patricia.

Veo como vuelve a cambiar, mira por la ventanilla.

- Llevo días llamándote y mandándote mensajes y no lees mis mensajes y no me daba la llamada.

- Deberías entender el porqué estas muy loca, déjame en paz.

Le cuelgo pero Patri ya no me mira.

- Cuando, vuelvo a pensar en que debería olvidar la palabra divorcio, vuelve ella, para recordarme que tu en algún momento de nuestro matrimonio, pensaste en engañarme. - Y sin mirarme - Ayden quiero el divorcio.

- No te lo pienso dar, es que ya hasta eso me habías perdonado, volvimos a estar juntos después de eso...

- Y después, entro en la habitación de mi hija recién operada para decirle que tu habías dicho que nos íbamos a divorciar para casarte con ella. ¿Eso lo recuerdas? - Dice enfadada.

- Si, si lo recuerdo, por eso yo mismo puse una reclamación en ese hospital por acoso y la han hechado.

- Pero no le dices que fuiste tú, dejas que crea que fui yo... no eres capaz de decirle oye amante, que quien puso la reclamación no fue ella fui yo...

- No es mi amante.

- Claro ahora no lo es, porque nosotros ya no estamos juntos.

- Si lo estamos, dormimos en la misma cama, y tu duermes muchísimo mejor cuando duermes sobre mi pecho, y sé que si te doy un beso aquí. - Digo para después darle un beso en el cuello - Tu aún te erizas, y eso es señal que aún sientes algo por mi, que aún me deseas.

Vuelvo a darle un beso en el cuello, y noto como vuelve a erizarse, su respiración empieza a ser más acelerada.

- Solo con mis besos, tu aún sientes, tu aún tienes ganas de querer que te haga mía.

Y como sigue callada yo sigo mi recogido, meto mi mano dentro de su camiseta, su corazón va a mil por hora, le rozó un pezón ya bastante duro, y un gemido sale de su boca.

- Tus pezones dicen que tienes tantas ganas como yo. - Le susurro al oído. - Y estoy seguro que bajando mi mano - digo mientras lo hago - te voy a encontrar muy mojada.

Siento su sonrisa cuando le desabrocho el pantalón y meto mis dedos dentro de su tanga. Esta muy mojada, rozó su clítoris y vuelvo a escuchar un gemido de su garganta.

- Tu solo tienes que decir para, y yo pararé.

Pero no lo dice, y yo sigo introduzco un dedo dentro de ella, y vuelve a gemir, con un dedo acaricio su clítoris.

- Ahora, jugaremos a otro juego. - Le susurro. - si quieres que siga tienes que pedírmelo tu.

Siento como se tensa, sacó mi mano lentamente de su interior y dejó de masajearle el clítoris.

- ¿Porqué me haces eso? - dice frustrada.

- Cariño, solo quiero que me lo pidas. - Le susurro.

Vuelvo a darle un beso en el cuello, vuelvo a meter mi mano en su pantalón, termino por quitárselo, ella no pone impedimento, al revés me ayuda a ello, recuesto su sillón. Vuelvo a su clítoris, ella está ya muy mojada, y me encanta, pero quiero que me lo pida, saco mi polla que desde que se erizo por primera vez, esta dura, muy dura, me preparo para penetrarla.

- ¿Esto es lo que quieres cariño?

Me introduzco unos milímetros en ella. Ella asiente jadeando.

- Pues pídemelo.

Me vuelvo a salir, me introduzco otra vez unos milímetros y ella jadea.

- Ayden...

- Te escucho mi amor.

- Hazlo...

- ¿Qué quieres que haga?

Me introduzco un poco más, pero solo unos milímetros, mi glande aún no está del todo dentro.

- Hazlo...

Yo termino por introducir todo el glande.

- ¿Qué hago?

- Hazme tuya. - termina por gritar. - Hazlo ya...

Termino de introducirme de una sola estocada, ella grita por el placer, y cuando busco su boca ella me vuelve a evitar, yo paro.

- No pares, ahora no.

- Bésame entonces.

Ella clava sus ojos marrones en mis labios, me agarra por el cuello y mete su lengua en mi boca, me besa, y hechaba de menos esos besos que ella me da.

- Ahora Muévete. - me susurra al oído.

Sus gemidos me calientan más, sus gritos de placer, ella me aprieta contra ella con fuerza, y me acaricia, sus caricias hacen que cada vez me ponga más duro noto como sus paredes se contraen y se que está por llegar su orgasmo, y me apoderó de su boca y ella grita su orgasmo.

Yo sigo con mis embestidas, ella me tiene duro, muy duro, vuelvo a su boca, que ya no rechaza dármela, me muerde el cuello.

- No la recordaba tan grande. - me susurra.

- Tu me tienes muy caliente hoy, más que otras veces, tu boca, tus pechos, tu coño, toda tu, me tienen loco, te follaría toda la tarde.

Ella empieza a gemir otra vez, y yo la pongo encima mía, ella se agarra al asiento del coche y empieza a cabalgarme, le introduzco un dedo en su culo, llevo tiempo sin tocarselo y su culo me encanta, ella empieza a moverse con más rapidez, y yo introduzco un segundo dedo.

Vuelvo a notar sus paredes contrayendo.

- ¿Puedo?

Ella asiente. Salgo de ella aquí no hay lubricante pero ella está muy mojada y con sus mismos líquidos la lubrico.

- Si te duele avisame.

Introduzco un poco mi polla en su culo. Toco su clítoris y ella gime. Y meto un poco más.

- Hoy la tienes más grande. - vuelve a susurrar.

Pero yo ya tengo ya mi glande dentro de su culo, y termino por introducirme del todo de una sola vez.

Ella grita, pero no me salgo, las otras veces han sido casi iguales, lo que teníamos juguetes que aquí no tenemos. Toco su clítoris, y me muevo al compás introduzco un dedo en su coño y ella sigue igual de mojada, empiezo a moverme con más rapidez.

- Ayden... para...

La miro y veo que no está disfrutando me salgo por más que me guste su culo, más me gusta que ella lo disfrute.

- Lo siento cariño.

- Es que hoy la tienes demasiado... ya sabes hinchada. Joder es que ya la tienes grande pero hoy está...

- No hay lubricante es normal que duela algo más... pero déjame terminar...

Vuelvo a su boca...

- Sabes que esto ni significa nada. - susurra ella casi sin aliento.

Vuelvo a penetrarla, sus jadeos, sus gritos de placer... y cuando empiezo a notar sus paredes contrayendose otra vez me salgo.

- No juegues a ese juego. - me dice.

Vuelvo a meterme en ella, y le vuelvo a hacer la misma jugada...

- Ayden, sabes que eso es muy frustante.

- Lo sé, solo dime que me perdonas, que todo volverá a ser con antes y te haré llegar...

- No es justo.

Vuelvo a meterme en ella, lento, ella vuelve a gemir.

- Más fuerte. - Susurra.

- Dímelo.

- Más fuerte. - repite.

- Dime que me perdonas...

- Ayden por dios...

Pero yo sigo lento, doy embestidas cortas ella gime pero sé que necesita más.

- Vale, vale... te perdono dale más fuerte.

Y doy gracias a que me lo dice vuelvo a su boca empiezo a moverme con rapidez como a ella le gusta, vuelvo a notar sus paredes contrayendose y esta vez yo también llego con ella.

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