C11 CAPITULO XI
Estamos en el coche y no paro de mirar mi pierna, aunque esté vendada siento que mi mirada puede traspasar la venda y ver la herida infectada. El silencio reina en el coche ni siquiera alguna canción sonando, solo se oye el motor del coche y la respiración de los dos.
Cuando llegamos ni siquiera me doy cuenta hasta que oigo voces de gente