UN MUNDO DIFERENTE/C4 CAPITULO IV
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C4 CAPITULO IV

Cuando Peter se va yo examino la habitación, parece acogedora, está decorada con cuadros antiguos y el color de las paredes es un tono azul claro, hay dos mesitas de noche al lado de la cama de matrimonio, también hay un escritorio pero no me atrevo a levantarme, una estantería llama mi atención.

Hay muchos libros en ella, también algunas fotografías, me levanto despacio y voy hacia los libros, leo en ellos letras que no entiendo, abro uno de ellos y veo imágenes de las criaturas que conviven con nosotros, intento buscar a los Murcoks pero alguien abre la puerta, suelto el libro en su sitio y aparece Peter con una bandeja de comida que parece deliciosa.

-te traigo algo para que comas- dice soltando la bandeja en el escritorio.

-gracias- le agradezco con una sonrisa, el me la devuelve.

-he pensado que saldremos mañana por la mañana hacia el bosque- me dice y suelto el tenedor-

- ¿el bosque? - me preocupo al instante, ahí es donde están esas criaturas malignas, que nos quieren robar nuestro collar.

-tranquila, no tienes que temer, yo te protegeré, y sí ahí es donde seguramente esté tu hermano, los Murcoks quieren vuestro collar, solo espero equivocarme- de repente las ganas de comer desaparecen.

El solo pensar que mi hermano puede estar allí se me revuelve el estómago, él no puede estar allí, que habrán hecho esas bestias con él, no quiero imaginarlo.

-lo siento, se me ha quitado el apetito- aparto el plato y vuelvo a la cama, mis ojos pican y las ganas de llorar aumentan.

-Melía, tienes que ser fuerte para que podamos encontrar a tu hermano, no te dejes vencer sin luchar- me dice acercándose a mí, noto su mano en mi brazo y su tacto es caliente.

Un sollozo se me escapa, porque todo tiene que ser tan duro, siento que no tengo fuerzas para seguir buscándolo pero me regaño a mí misma porque Peter tiene razón, no puedo rendirme sin luchar, tengo que seguir buscándolo aunque no tenga fuerzas.

-puedes apoyarte en mí, yo seré tu fuerza, tu refugio cuando tengas miedo, tu guía cuando te sientas confusa- lo miro, es extraño que me diga esas palabras pero tienen un efecto en mí tan reconfortante.

-gracias Peter, gracias por tus palabras- le digo limpiándome una lágrima.

-confía en mí, encontraremos a tu hermano y regresarán a casa felices- su sonrisa es tan bonita que me eclipsa.

Asiento y él se levanta ofreciéndome de nuevo la bandeja, vuelvo a levantarme y esta vez sí como la comida, estaba deliciosa como pensé pero la incertidumbre no deja que disfrute de los alimentos.

Al día siguiente me levanto temprano, Peter dijo que iría a dormir a otra habitación, me dio un poco de pena la verdad pero insistió en que estaba bien que me quedara aquí, además necesitaba descansar para el viaje que nos tocaba.

A la mañana siguiente…

Tocan a la puerta de la habitación y menos mal que ya estoy vestida, también me di un baño, lo agradecí verdaderamente.

-adelante- digo terminándome de poner las deportivas.

Vuelve a aparecer Peter con comida, pensé que la búsqueda de mi hermano iba a ser más peligrosa pero siento que puedo confiar en Peter.

-gracias por los cuidados, la verdad me parece tan raro que ayudes así a alguien que no conocer en absoluto, admiro tu hospitalidad- soy sincera cuando lo digo, hoy en día no puedes fiarte de la gente, te puede hacer daño tan fácilmente.

-puedo ver la bondad que hay en ti, es uno de mis dones- no sabía que podían ser tan interesantes los hechiceros.

Un sonrojo cubre mis mejillas levemente, nunca me habían dicho eso ciertamente. Toda mi vida la he vivido con mis padres y mis hermanos y de ellos estoy acostumbrada a recibir cumplidos pero de un extraño no, ni siquiera he tenido novio aún pero tampoco me lo planteo.

Nos ponemos en marcha, Peter lleva una mochila más grande que la mía, al menos él es inteligente no como yo, no sé que lleva pero miro mi mochila y veo que no tengo comida, ni siquiera había pensado que podía tardar tanto en encontrarlo, que ilusa.

- ¿estás lista? - me pregunta cargándose la mochila, yo asiento y los dos partimos hacia el bosque.

_______

Después de ese baño si es que así se le puede llamar porque olvidaron el jabón, no hemos vuelto a decir nada de lo ocurrido, me siento avergonzado conmigo mismo, no es que sea homofóbico al contrario, pienso que cada uno es libre de amar a quien quiera pero nunca había sentido atracción por nadie y menos de mí mismo sexo, que no estoy diciendo que sienta atracción por Rubén, solo que es complicado.

-Salva, ¿vas a seguir sin hablarme? - me sobresalto al oírlo tan cerca pero es normal, tampoco es que esta celda sea tan grande.

No sé qué decirle, no quiero que me vea raro o piense que soy gay porque no lo soy, solo fue por ayudarle, a lo mejor debería olvidar el tema y así no complicarme más, debería pensar cómo salir de aquí y por qué no nos han matado ya.

-está bien, si no quieres hablar lo entiendo pero ya te dije que no pasa nada, no hiciste nada malo- me dice, yo estoy tumbado dándole la espalda.

Oigo como vuelve a tumbarse y suelta un suspiro, me hago el dormido y al rato oigo su respiración pausada, me giro despacio y veo que está dormido, su pelo está desparramado por la manta y su boca entreabierta, los recuerdos de ese beso vuelven a mí y sacudo la cabeza para olvidarlos, lo mejor será dormir yo también.

___________

Llevamos una hora andando y mis pies duelen, creo que no había andado tanto en mi vida como en estos días, me detengo un momento para descansar y Peter para al notar que me he detenido.

- ¿estas cansada? - pregunta sacando una botella de agua de su mochila y ofreciéndomela.

-obvio que sí, siento que no llegaremos nunca- le digo tomando la botella.

El agua es como vida para mí, se siente tan bien.

-gracias- se la entrego y volvemos a caminar, lo miro y no parece cansado en absoluto, lo envidio.

-para un momento- me detiene con su mano, nos quedamos en silencio, no sé porque nos hemos detenido pero me mantengo en silencio.

-he oído algo, siento algo peligroso en el aire- me dice bajito, de repente me agarra el brazo y corremos hacia una roca bastante grande y escondida, estamos detrás de ella y mi corazón va a mil por hora.

Lo veo cerrar los ojos y concentrarse, no sé que está haciendo pero oigo un crujir de hojas y me asomo con cuidado por la roca, veo algo pero no logro distinguir que es, de repente gira su cabeza hacia nosotros y solo veo sus ojos de color amarillo, me oculto enseguida, rezando para que no me haya visto y venga hacia nosotros.

-maldición- digo bajito cuando esa criatura corre hacia nosotros, veo a Peter tensarse y salir del escondite, está hablando bajito pero no entiendo lo que dice. De sus manos salen chispas, aparto la vista cuando una luz cegadora me deslumbra.

Cuando vuelvo a abrirlos ya no hay luz y tampoco está esa cosa.

- ¿Qué diablos fue eso? - pregunto asustada, miro sus manos pero parecen estar bien.

-tranquila, todo está bien- me dice palmeando mi cabeza, todavía sigo agachada, creo que me paralicé cuando vi esa luz.

-quiero saber que ha sido eso- le exijo, no quiero que me trate como a una niña pequeña que no puede entender las cosas.

-bueno, eso como dices es un hombre lobo, quería atacarnos pero no creo que vuelva a intentarlo- me dice calmado.

- ¿lo mataste? - pregunto preocupada, el niega con la cabeza.

-solo lo asusté, no mato a nadie a no ser que sea estrictamente necesario- menos mal, pensé que lo había matado, aunque fuera a atacarnos no me gusta la violencia.

-vamos, tenemos un viaje largo- me dice, yo suspiro y nos ponemos en marcha.

___________

me despierto y noto algo pesado sobre mí, abro mis ojos rápido y miro que es lo que hay encima de mí, me sorprendo al ver a Rubén tan cerca, está abrazándome y su pierna está sobre mi parte intima, intento moverme pero ni se inmuta.

Una idea viene a mi mente y aguantándome la risa con mi mano bajo hasta su pierna y le pego un pellizco, miro su cara y sus ojos se abren del tirón, acompañado de un pequeño gritito, ya no contengo y exploto de la risa, me mira y parece enojado. Enseguida se da cuenta de la situación y se aparta rápidamente de mí.

-ya basta- me dice y su cara está roja de la furia, se acerca hasta mí con intención de hacer lo mismo que yo le hice pero veo sus intenciones y me levanto.

Dado el lugar no es que pueda huir de él así que dejo que me atrape, está muy cerca de mí y nuestras miradas se cruzan, me quedo atrapado en su mirada y cuando pienso que puede pasar lo de la otra vez, un dolor en mi brazo me hace apartar la mirada para mirarme y darme cuenta de que me ha pegado un pellizco en el.

-maldito- le digo sobándome el brazo, el se ríe y su risa es interrumpida por un guardia que lo ha visto todo.

-así que os estáis divirtiendo, se os acabo la diversión- nos mira y los dos nos ponemos serios.

-tú, ven aquí- se refiere a Rubén, entra en la celda y se lo lleva, yo no me atrevo a hacer nada, solo lo miro con horror, no sé que van a hacer con él.

-no te preocupes por mí- me dice bajito, me dedica una sonrisa y se lo llevan tirándole del brazo, él no se resiste, sabe que puede ser peor.

Han pasado días y yo ya pienso lo peor, siento que no voy a volver a ver a Rubén y no sé por qué lo extraño tanto, ni siquiera éramos amigos, solo compañeros de celda por decirlo de alguna manera.

Cuando siento que ya no lo veré más oigo unos pasos y un Murcok insultar a alguien, me asomo con cuidado y veo por las escaleras bajar a esa criatura con Rubén agarrado del brazo, mi corazón late cuando lo ve y me asusto al sentirlo así de desbocado, últimamente me estoy sintiendo raro cuando está Rubén, no quiero pensar que soy gay pero estoy muy confundido.

Me aparto ligeramente para que no me vea y me tumbo sobre la manta, me hago el dormido para evitar problemas y oigo como abren la celda, oigo un quejido de dolor y sé que es Rubén, seguro le hirieron esos desgraciados, cuando ya no oigo al miserable ese volteo a ver a Rubén, él se sorprende a ver que lo estaba mirando.

Me acerco lentamente a él y veo que se está agarrando el estómago.

- ¿Qué te hicieron? - intento tocarlo pero se aparta, otro quejido se oye.

-no te tocaré si eso es lo que quieres pero dime si puedo hacer algo por favor- le suplico, el me mira confuso y hasta yo estoy confuso, no pensé que llegara a importarme tanto.

-y-yo estoy bien, no hace… falta que te preocupes- me dice, tiene que detenerse para poder hablar medio normal.

Me siento tan culpable, por mi culpa se lo llevaron, si yo no hubiera empezado con mi estúpida broma no habría pasado esto, todo es culpa mía.

_______

-Peter, ¿seguro que es por aquí?, mira que yo siento que nos perdimos- le digo, el se rasca la cabeza y suspira.

Llevamos días dando vueltas y no veo ese dichoso bosque, según el no estamos muy lejos pero yo no veo ninguna señal de que haya un bosque por aquí.

-sí, tranquila, confía en mí, no nos hemos perdido- me contesta, se coloca bien la mochila y seguimos andando, al menos ya no se me hace tan pesado caminar.

Al principio pensé que iba a utilizar su magia pero solo lo hace en casos estrictamente necesarios, así que se me quito la idea de la cabeza de ir flotando o algo para no caminar.

-más adelante hay una pequeña aldea, allí conozco a alguien así que descansaremos- asiento entusiasmada porque tengo mucho cansancio.

Efectivamente encontramos una aldea pequeña, se ve acogedora, en el momento en que pisamos el suelo la gente del lugar sale a vernos, nos miran con curiosidad. Algunos ni siquiera salen de sus cabañas pero veo como nos miran a través de la ventana.

Nos detenemos en una cabaña grande, creo que la mas grande del lugar y Peter toca la puerta sonriendo, al minuto nos abre un hombre mayor, al ver a Peter lo abraza con felicidad, como si hiciera tiempo que no lo ve.

-Peter, mi niño, cuanto tiempo sin verte- le dice limpiándose una lágrima de la emoción.

-Hola abuelo, yo también me alegro de verte- se vuelven a abrazar.

-oh pero vienes acompañado- dice señalándome a mí, por un momento creo que fue invisible.

-te presento a Melía, es una amiga- le doy la mano y me la agarra con una sonrisa en la cara, este hombre es tan entrañable.

-un gusto señorita, pasad por favor- se aparta para que entremos y dentro hay una mujer que puede ser su esposa y una chica ayudando a la mujer en la cocina.

-Fani, tenemos visita- dice el abuelo, enseguida se giran y los ojos de la mujer brillan al ver a Peter.

-Peter, mi nieto querido, has venido- lo abraza tan fuerte que creo que lo va a romper pero no parece que Peter esté sufriendo en los brazos de su abuela.

-abuela, para, me avergüenzas- dice separándose avergonzado, su abuela me mira y sonríe.

- ¿ella es tu novia? - pregunta y el niega rápido con la cabeza pero la abuela sigue sonriendo.

-Hola señora, soy Melía una amiga de su nieto- me presento y la abuela me da dos besos.

-Hola Melía, te presento a mi marido Julio, ella es nuestra hija Denis y yo soy Fani, encantada de conocerte- le agradezco que me presentara ya que Peter se le olvido.

-mucho gusto- digo mirándolos, ellos me sonríen.

La mujer vuelve a la cocina con su hija detrás y el abuelo le pregunta a su nieto.

- ¿Qué te trae por aquí mocoso? - le pregunta sentándose en un sillón al parecer bastante viejo pero bastante cómodo.

-estoy ayudándola a encontrar a su hermano- le dice y su abuelo frunce el ceño confundido.

Una hora después estamos acomodados y estamos cenando con la familia de Peter, ellos ya saben lo que soy y también saben a dónde vamos, su abuela cambio de expresión cuando le dijimos que íbamos hacia el bosque, por un lado tengo curiosidad de porque la gente le teme a esas criaturas, claro que también quiero encontrar a mi hermano.

Después de cenar decidimos irnos a descansar, mañana madrugaremos y volveremos a ponernos en marcha, solo quiero encontrar a mi hermano de una vez, cada día que pasa se vuelve una tortura para mí, intento no dejarme llevar por la desesperación pero a veces me cuesta.

Le debo mucho a Peter, cuando me he sentido mal él ha estado ahí para ayudarme y animarme, no sé como voy a agradecerle todo lo que está haciendo por mí.

*flashback*

Dos años antes

-Mel, corre- dejo de contar para oírlo.

-se supone que estamos jugando al escondite, tienes que esconderte no llamarme- grito para que me oiga, se le olvidaron las reglas o que cosa.

-Mel, no quiero jugar, solo ven rápido-suspiro y me guio por su voz, no está muy lejos de donde yo estaba contando, lo veo agachado en el suelo.

- ¿Qué estás haciendo? - le pregunto curiosa, el se aparta y lo entiendo todo.

-una mariposa- dice y la veo, es un ser tan bonito pero parece que no puede volar.

-parece que está herida- la agarra con mucho cuidado y la pone entre sus manos, la mariposa sorprendentemente se deja hacer, parece que confía en mi hermano.

Me acerco y parece que tiene una pequeña fisura en una de sus alas, ahora entiendo porque estaba en el suelo.

-tenemos que ayudarla Mel, no podemos dejarla así- me suplica, veo en sus ojos un brillo que solo veo en ocasiones cuando realmente le importa algo.

-está bien, intentaremos curarle el ala- el me abraza con cuidado de no dejar caer al animalito.

-eres la mejor hermana del mundo- me dice con su rostro feliz.

*Fin del flashback*

Lloro al recordar eso, era tan inocente y sigue siéndolo para mí, él no era una persona de meterse en líos, solo le gustaba salir a explorar el mundo a su alrededor y eso le ha llevado a donde quiera que esté en este momento.

-te encontraré hermano- digo en voz alta, luego el sueño me atrapa y me dejo llevar para al menos esas horas olvidar.

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