C18 CAPÍTULO 18
Había escuchado ya la alarma más de tres veces, pero me sentía tan cómoda que no quería levantarme, jamás había dormido tan plácidamente como ahora, pero debía hacerlo y alistarme para irme, cuando estaba por moverme sentí una respiración acompasada en mi cuello, lo que me alertó poniendo todo mi cuerpo rígido