UNA NUEVA VIDA/C3 Capítulo 3
+ Add to Library
UNA NUEVA VIDA/C3 Capítulo 3
+ Add to Library

C3 Capítulo 3

- ¿has oído eso? - me pregunta Tom, de repente me pone detrás de él.

No entiendo, yo no he oído nada pero mi corazón se acelera ante el supuesto peligro.

- joder, solo era un ciervo, pensé que podía ser alguien – suspiro de alivio, por un momento pensé como él, no quiero tener que encontrarme con personas que nos quieran hacer daño.

- tengo miedo Tom, no me siento segura aquí a la intemperie – Tom me susurra.

- tranquila, yo estoy aquí y te protegeré con mi vida si hace falta, entiende que no te podía dejar en el faro, además no creo que te quisieras quedar allí – niego con la cabeza, no me quedaría allí sola pensando en que no voy a volver a ver a mis amigos.

- tenemos que continuar pero se está haciendo de noche , hay que encontrar un lugar seguro – nos ponemos de pie despacio y vamos andando parando con cuidado y por ahora no hemos vuelto a oír nada extraño, solo una liebre ha pasado por nuestro lado, los animales están igual que nosotros, buscando comida para sobrevivir ha pasado tan cerca que nos servirá de cena esta noche, nunca pensé que tuviera que despellejar un animal pero en estos últimos años hemos hecho tantas cosas que antes nos hubieran parecido asquerosas.

Las cosas cambian y por desgracia nos ha tocado ensuciarnos las manos muchas veces, más de las que queríamos pero todo sea por sobrevivir en este mundo un día más.

- pasaremos la noche en esa pequeña tienda, miraremos a ver que encontramos – asiento con la cabeza, nos hemos alejado del mar, nos estamos acercando a zonas de bosque.

- agarra tu bici con cuidado y métela en la parte de atrás de la tienda, voy a mirar por delante – hago lo que me pide y voy hacia la parte de atrás, todo está tan desierto que muchas veces pienso en como sería este lugar antes de que pasara todo. Seguro había niños comprando en esta tienda, haciendo cola bajo el sol caliente del verano… una lágrima cae, me pongo nostálgica cada vez que tengo esos pensamientos pero no puedo evitar acordarme del pasado. Muchas personas murieron a causa de esa nueva enfermedad, tenía una tasa de mortalidad del 50% y muchos niños perecieron. A día de hoy no existe ninguna cura, los científicos intentaron hallarla pero todo fue en vano.

La pequeña puerta que hay por detrás está abierta, entro con cuidado y parece que no hay nadie, reviso todo y veo algunas cosas interesantes.

Hay una barbacoa, estoy en el almacén, y por lo que veo cocinaban aquí, busco por si encuentro algo para encender y en un cajón hay cerillas. Suelto la bici a un lado y abro la puerta que da a la tienda.

- Tom, mira lo que hay aquí – le señalo la barbacoa y una sonrisa aparece en su cara.

Revisamos la pequeña tienda y encontramos carbón para la barbacoa, por suerte tenemos herramientas para poder preparar la comida, nos espera una noche larga pero al menos comeremos algo mejor que chocolatinas caducadas.

Al día siguiente nos levantamos y el sol no ha salido aún pero no faltará mucho, recogemos nuestras bicis y revisamos la tienda por si hay algo para poder llevarnos. Encontramos lo de siempre, barritas de chocolates, latas vacías con insectos dentro, cajas de cereales etc.

metemos algunas en la mochila y salimos de la tienda.

- he pensado que deberíamos buscar por otro lado, pero no tengo ni idea de por donde buscar, siento que cada vez que las horas pasan está mas lejos de nosotros y eso me aterra – me levanto del suelo y lo abrazo, yo me siento igual que el.

- no podemos buscar a lo loco o nunca la encontraremos, debemos buscar ayuda, no creo que sea muy normal que la gente vaya en moto así que debemos de preguntar a alguien si sabe algo pero tampoco sé donde pueden ayudarnos – le digo, siento que los dos estamos muy perdidos y no sé como vamos a encontrarla pero no nos rendiremos tan fácil.

- tenemos que marcharnos de aquí, este lugar de día puede que no sea seguro, recoge tus cosas – le hago caso y recojo la mochila del suelo, hecho un último vistazo a la tienda y cierro la puerta al salir.

Llevamos horas pedaleando y solo siento cansancio, siento que con cada paso que doy es un paso hacia atrás, me detengo un momento para coger aire y beber un poco, Tom se detiene también.

- ¿Que te ocurre?- se baja de la bici y viene hacia mí.

- solo necesito unos minutos, estoy bien – el asiente pero no se le ve muy convencido.

Lo veo abrir su mochila y sacar unos prismáticos, me acuerdo de ese día, fue el primer día que encontramos el faro, en la parte de arriba había un hombre muy mayor con un chubasquero y de su cuello colgaba unos prismáticos, el hombre debió morir solo, que triste.

- no lo puedo creer – lo miro extrañada, no sé que estará viendo pero espero que no sea algo malo.

- ¿Qué pasa Tom?- le pregunto, el me ofrece los prismáticos y miro por ellos.

Lo primero que veo es una especie de cruz gigante, rodeada de cientos de cruces en distintos tamaños.

- tenemos que ir a ese lugar, necesito saber que es aquello – aparto los prismáticos y lo miro a el.

- ¿crees que será buena idea?, no sabemos lo que puede haber allí- la verdad que no me da confianza un sitio así.

- ¿y si ahí está la ayuda que necesitamos?, no podemos seguir sin rumbo fijo o nunca la encontraremos Marina, necesitamos ayuda – suspiro y vuelvo a mirar ese sitio, no está muy lejos de aquí.

- está bien pero espero que realmente sea buena idea ir allí – el me quita los prismáticos y los vuelve a meter en su mochila, se monta en la bici y yo lo sigo.

Unos quince minutos llegamos al lugar, la verdad es que impone bastante, esa cruz es enorme, seguro que se ve desde bien alto, me da muy mal rollo este sitio. Parece un asentamiento rodeado de cruces y pinchos alrededor, al parecer solo hay una entrada y como no la mirilla tiene forma de cruz.

Tocamos la puerta despacio y unos minutos más tarde un señor se asoma por la mirilla.

- bienvenidos pecadores, ¿Qué les trae a nuestro humilde hogar? - dice el señor de unos cincuenta años.

- hola...solo pasábamos por aquí y nos llamó la atención este sitio – dice Tom, el hombre nos mira de arriba a abajo y cierra la mirilla.

De repente la puerta se abre con un chirrido y sale el hombre vestido con indumentaria eclesiástica.

- sean bienvenidos a nuestro pequeño hogar cruces en el cielo -

yo frunzo el ceño por el nombre, hay cruces si pero no entiendo lo del cielo, antes de que le pregunte yo el hombre se adelanta a buscar ese lugar que nos protegerá de la noche y sus peligros.

Vamos anda

Report
Share
Comments
|
Setting
Background
Font
18
Nunito
Merriweather
Libre Baskerville
Gentium Book Basic
Roboto
Rubik
Nunito
Page with
1000
Line-Height