C33 Capítulo 33
Al encararlo, ni el saludo sale de mí, mi semblante serio y firme solo lo observa detenidamente mientras que él se pasa la mano varias veces por el cabello.
—¿Cómo estás? Te vi cuando subiste el ascensor y te llamé, pero no me oíste.
—Sí, a lo mejor… —respondo seca.
—Fe… Felicidades por tu graduación. Y… Y también por el proyecto, es algo grande.
—Gracias