C10 CAPÍTULO DIEZ
Al amanecer del día siguiente, Melina se sumergió en sus quehaceres con la mente abrumada por innumerables pensamientos. Había aguardado en vela la llamada de Thomas durante toda la noche, pero ésta nunca llegó. Supone que él no volvió el día anterior como Kim había imaginado, o, lo que es peor, quizás esté maquinando un plan para asesinarla sin dejar rastro alguno. Solo de pensarlo